México D.F. Miércoles 4 de junio de 2003
Exigen cambios en el gabinete y solución
a la huelga magisterial que lleva 23 días
Miles de peruanos marchan en varias ciudades pese al
estado de emergencia
No hubo reportes de violencia Toledo nos traicionó,
sostiene líder de trabajadores
DPA, AFP Y REUTERS
Lima, 3 de junio. Decenas de miles de trabajadores
peruanos desafiaron hoy el estado de emergencia al tomar las calles para
expresar su repudio a esa medida, en marchas efectuadas en al menos ocho
de las principales ciudades del país, cuyos actos transcurrieron
en forma pacífica pese a los temores previos de que se desataría
la violencia.
En Lima se desarrolló la mayor movilización
contra el presidente Alejandro Toledo en sus dos años de gobierno
al grito de: "va a caer, va a caer", mientras que en Arequipa la marcha
retumbó con el sonido de ollas y cacerolas durante una jornada que
estuvo acompañada de un paro cívico regional de actividades.
Pese a las fuertes medidas de seguridad con el ejército
y la policía vigilando en puntos estratégicos de las ciudades
donde se efectuaron las protestas, los grandes sindicatos lograron la participación
de decenas de miles de sus agremiados entre maestros, campesinos, obreros
de la construcción, empleados diversos, así como de estudiantes.
Entre
las exigencias de los sindicalistas destacaron el levantamiento del estado
de emergencia -impuesto hace una semana para detener las huelgas y protestas
populares-, un cambio en el gabinete ministerial de gobierno y solución
a la huelga de los maestros, que lleva 23 días.
En paralelo se realizaron otras concentraciones pacíficas
en Trujillo, Chiclayo, Puno, Cuzco, Huancavelica y Tacna, entre otras capitales
departamentales, sin que se reportaran incidentes. Incluso, la misma policía
y los militares permitieron que los manifestantes avanzaran hasta sitios
estratégicos.
El ministro del Interior, Alberto Sanabria, quien había
expresado temor por eventuales estallidos de violencia y se quejaba de
que las protestas eran una "transgresión de la ley", admitió
que hubo movilizaciones en diversas ciudades del país, "pero dentro
de un marco de corrección".
En Lima, los manifestantes llegaron hasta el Congreso
y una delegación de líderes de la Confederación General
de Trabajadores de Perú (CGTP), Juan José Gorriti, y del
Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación de Perú,
Nílver López, entre los convocantes a las protestas, se dirigieron
al palacio de gobierno para entregar a las autoridades su pliego petitorio.
Mario Huaman, otro de los dirigentes de la CGTP, reafirmó
el reclamo de que el gobierno levante el estado de emergencia y solucione
la huelga de los maestros. Además, advirtió, las marchas
se efectuaron porque no se puede recortar el derecho de los gremios laborales
a manifestarse contra el estado de excepción.
"No buscamos la salida del presidente"
Destacó el carácter pacífico de las
marchas y subrayó que la intención de los sindicatos no es
precipitar la caída de Toledo sino, por el contrario, "fortalecer
la transición democrática". No obstante, subrayó que
los trabajadores sienten que Toledo los traicionó al no cumplir
sus compromisos de campaña, siendo que ellos lo apoyaron para "tumbar"
al régimen de Alberto Fujimori.
Pero entre los manifestantes una de las consignas más
escuchadas fue: "Y va a caer, y va a caer, el mentiroso va a caer", a lo
que se sumaba el estribillo "con marchas te pusimos, con marchas te sacamos",
en una protesta que los medios de prensa limeños estimaron en unas
30 mil personas.
Uno de los líderes del sector juvenil, Eduardo
Montenegro, señaló que Toledo decepcionó porque no
cumplió con cambiar la política económica que produce
"hambre, miseria y bajos sueldos". Dijo que la única forma que tiene
el pueblo para expresarse es mediante las marchas porque la gente no se
va a quedar callada.
Mientras, un reporte de prensa señaló que
sólo en Trujillo y Huancayo la policía utilizó gas
lacrimógeno para dispersar manifestantes, sin que se confirmara
la versión por parte de los sindicatos o el gobierno.
Por lo pronto, el jefe de gabinete, Luis Solari, dijo
que se ha "tomado nota" de los reclamos y reiteró que se podría
estudiar poner fin al estado de emergencia.
La víspera se formó un acuerdo nacional
con representantes del gobierno, los partidos y la sociedad civil, que
estudia los planteamientos de los sindicalistas y de los diversos sectores
sociales que se han manifestado en las calles.
La CGTP considera que en los cambios de gabinete se debe
incluir a Solari y al titular de Economía, Javier Silva Ruete. Y
en cuanto a la huelga de los educadores, se estableció una mediación
con el obispo de Chimbote, Luis Bambarén, quien en el pasado ha
cumplido papeles similares de concordia.
El partido de izquierda Patria Roja negó en un
comunicado de prensa que esté vinculado a prácticas de sabotaje
o terrorismo, en rechazo a informes periodísticos. El partido aseveró
que esas denuncias, basadas en ausaciones del departamento de antiterrorismo
de la policía, más bien forman parte de "un plan abiertamente
represivo y fascistoide" puesto ya en marcha.
Por otra parte, el ex hombre fuerte del fujimorismo,
Vladimiro Montesinos, fue condenado a cinco años y cuatro meses
de cárcel por un tribunal anticorrupción por el delito de
tráfico de influencias en un caos relacionado con un empresario
de televisión. Además, dispuso una multa por unos 144 mil
dólares en favor del Estado.
|