México D.F. Lunes 16 de junio de 2003
Diez mil personas protestan en Basora contra la ocupación angloestadunidense
Emboscan iraquíes convoy de las fuerzas invasoras cerca de Balad
Anuncia el ejército de EU nuevo operativo para "cazar a simpatizantes de Saddam Hussein"
REUTERS Y AFP
Cerca de Balad, 15 de junio. Un grupo de iraquíes emboscó este domingo un convoy militar estadunidense en la región norte de Bagdad, con saldo de varios soldados heridos, mientras una nueva misión de Estados Unidos fue lanzada para perseguir a simpatizantes del derrocado presidente Saddam Hussein, a quienes se acusa de los recientes ataques contra las fuerzas invasoras, en momentos en que unas 10 mil personas se manifestaron en Basora contra la ocupación.
Un camión estadunidense ardía en llamas en la carretera al sur de la localidad de Balad, tras ser atacado con una granada. Helicópteros Apache sobrevolaron el lugar en busca de los atacantes, mientras algunos soldados apuntaban sus armas hacia las orillas de la carretera y otros retiraban a los heridos del camión.
Los militares indicaron que el convoy se dirigía de Bagdad hacia Balad, y fueron emboscados cuando faltaban 20 kilómetros para llegar a su destino.
Al cierre de esta edición no estaba claro cuántos soldados resultaron heridos, ni la gravedad de sus lesiones.
Arranca Escorpión del Desierto
La emboscada ocurre en momentos en que el ejército estadunidense inició la operación Escorpión del Desierto, que tiene el objetivo de eliminar a milicianos leales a Hussein tras una serie de ataques que han causado la muerte de unos 40 soldados estadunidenses desde que se declaró el fin de las operaciones militares el 1Ɔ de mayo.
La nueva misión militar siguió a la llamada Península, que se llevó a cabo la semana pasada -la más grande en Irak desde el 1Ɔ de mayo- cuando una serie de incursiones fue montada en las fértiles planicies alrededor de Balad, cerca del río Tigris.
El ejército de Estados Unidos informó que mató a 70 personas en un asalto por aire y tierra contra un "campo de entrenamiento terrorista" en Shal, oeste de Irak el jueves pasado; aunque ayer, el jeque Gharbi Abdel Aziz sostuvo que ese operativo dejó 82 muertos.
Durante la acción militar del viernes también fueron abatidas en Balad siete personas y no 27 como se informó inicialmente, refirió este domingo el diario The Washington Post. El rotativo citó al teniente coronel Andy Fowler, comandante de la unidad emboscada, quien declaró siete muertos confirmados. El Post aludió también a testigos iraquíes que dijeron que cinco de los muertos, un pastor anciano y sus familiares, no participaron en la emboscada.
El Comando Central (Centcom) informó que la operación Península, efectuada en una región de mayoría sunita al norte de Bagdad, estaba destinada a "capturar o a liquidar a elementos terroristas".
Agregó que unas 400 personas fueron arrestadas y fueron incautadas numerosas armas y municiones. Alrededor de 60 iraquíes aún están detenidos, y cuatro soldados estadunidenses resultaron heridos durante la operación, junto con dos "civiles hostiles" iraquíes.
En Balad, habitantes se quejaron de que los soldados estadunidenses registraron viviendas y atacaron a los residentes y afirmaron que la operación, iniciada el lunes pasado y que concluyó este fin de semana, sólo serviría para alimentar la hostilidad hacia ellos.
Así, el ejército estadunidense indicó que la operación Escorpión del Desierto iniciada este domingo, está dirigida a ganar los corazones y las mentes del pueblo iraquí, lo mismo que a cazar a los guerrilleros. Un comunicado del Cenctom señaló que está "diseñada para identificar y derrotar a seleccionados miembros leales del Partido Baaz, organizaciones terroristas y elementos criminales, mientras se entrega ayuda humanitaria simultáneamente".
En la ciudad de Fallujah (60 kilómetros al oeste de Bagdad) cerca de mil 300 soldados participaron en esta operación, la cual no dio resultados positivos, según el sargento John Morales, un portavoz del ejército estadunidense en el lugar. "Sólo encontramos en una vivienda a una familia que poseía un revólver y dos armas ligeras para protegerse."
La población de Fallujah -cuyos habitantes son predominantemente sunitas, fue considerada un baluarte de Hussein y un importante foco de la resistencia iraquí- no opuso resistencia alguna al operativo militar, que duró unas tres horas.
No hay éxito en decomisos de armas
Las acciones se iniciaron poco después que venciera el plazo (a la medianoche del sábado), para que los iraquíes entregaran sus armas bajo un programa de amnistía diseñado para devolver la seguridad al país. Pero según los primeros informes, el ultimátum fue prácticamente ignorado y sólo se pudo recoger una pequeña cantidad de armamento.
Por su parte, el Centcom desmintió un ataque con mortero este domingo contra el cuartel general de las fuerzas estadunidenses en la ciudad de Al Raadi (100 kilómetros al oeste de Bagdad), como lo anunció el canal de televisión por satélite qatarí Al Jazeera.
Mientras, en la sureña ciudad de Basora, unos 10 mil iraquíes se manifestaron para exigir el derecho a autoadministrarse. Encabezados por dignatarios religiosos chiítas, los manifestantes se reunieron frente a la sede del mando de las fuerzas británicas, responsables del sur de país. El 24 de mayo el ejército británico disolvió al ex "consejo de Basora", instalado justo después de la rendición de la ciudad, y lo remplazó por un comité presidido por un oficial británico. Tras la movilización, las fuerzas británicas garantizaron a los manifestantes que tendrán una respuesta "de aquí al martes".
Por lo pronto, oficiales estadunidenses empezaron a entrenar a una unidad del nuevo ejército iraquí en un campo situado en las inmediaciones de Dohuk, unos 55 kilómetros al norte de Mosul, en el Kurdistán iraquí. La televisión KTV del Partido Democrático del Kurdistán de Masud Barzani emitió el domingo imágenes del entrenamiento de una unidad compuesta por casi 130 miembros, 90 de ellos árabes, entre los que hay soldados del ejército del régimen depuesto de Hussein, y más de 40 kurdos, en el campo de Zaweta, bajo supervisión de oficiales estadunidenses.
Mi padre vive: Raghad Hussein
Mientras, la hija mayor de Saddam Hussein, Raghad, quien vive en Bagdad, estimó que su padre está vivo, en una entrevista con el diario británico Sunday Times. Raghad señaló, sin embargo, que el último contacto que tuvo con su padre se remonta a cinco días antes del inicio de la guerra, el 20 de marzo.
Asimismo, Richard Myers, jefe del Estado mayor conjunto estadunidense, declaró la noche del sábado que Hussein podría estar vivo, y que el ejército estadunidense necesita incrementar sus esfuerzos para capturarlo. "Probablemente la opinión mayoritaria es que está vivo, y que es algo con lo cual debemos tratar", indico Myers, a la cadena Fox News.
El jefe del Congreso Nacional Iraquí, Ahmed Chalabi, afirmó el miércoles que Hussein y sus hijos Udai y Qusai siguen vivos y están en Irak.
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