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México D.F. Domingo 22 de junio de 2003
A PLENO ZOCALO
José Agustín Ortiz Pinchetti
šArriba la democracia!, ayer y hoy
AL ACERCARSE LAS elecciones de mitad de sexenio, es inevitable hacer balances, cotejos y profecías. A pesar de haber concretado la "tierna ilusión" de ser nombrado como candidato a diputado, no puedo dejar de ver las cosas -y de escribir sobre ellas- con un sentido crítico. Mi primer acercamiento es nostálgico.
ME HA DADO por recordar los artículos que escribía Jorge Ibargüengoitia sobre las elecciones mexicanas en la edad dorada del PRI. Repasando los trabajos de Don Jorge, todos ellos chispeantes y bien escritos, me doy cuenta de que a pesar de la alternancia, el tránsito a la democracia y todo lo demás, las cosas no se han modificado salvo en un aspecto: las elecciones son creíbles. En los años setenta y ochenta el voto no era respetado o por lo menos, nadie creía que su voto fuera a ser respetado. Los que no han cambiado son los votantes. La abrumadora mayoría de señoras y señores que van a ir a las urnas, no saben con claridad para qué sirven los diputados y senadores, ni saben cuáles son los planes de los diferentes candidatos.
NO HAY LA menor presión de parte de los electores hacia sus representantes, ni hay comunicación directa entre ellos. Si lo duda, lo invito a hacer una pequeña encuesta entre sus amigos: ƑCuántos saben los nombres de sus diputados o de los cuatro senadores de su entidad? ƑCuántos mexicanos conocen las propuestas de sus representantes ƑCuándo y cómo le piden cuentas a sus legisladores por el dinero gastado en las campañas y en su desempeño en el Congreso? Casi podría decir que son escalofriantes las semejanzas de las viejas elecciones de carro completo con las elecciones plurales, respetadas y respetables de la nueva República.
HAGAMOS UN RECUENTO: 1) Hay tanta proliferación de partidos y candidatos, que saber quién es quién resulta complicado aún para los especialistas. 2) Las campañas carecen de contenido y de proyecto y, por lo tanto, es muy difícil saber qué propone cada quién. 3) Son más que superficiales. El proselitismo en los medios ha desplazado las giras y el contacto personasl. 4) Se anuncian medidas que se tomarán (préstamos para vivienda, atención médica gratuita, becas escolares) en caso de ser elegido, a sabiendas de que es imposible cumplirlas. 5) Difícilmente los votantes pueden saber por quién votan, es decir, no están familiarizados con nosotros los candidatos y, lo que es peor, ni les importa ni quieren conocernos. 6) Algunas caras que aparecen en los postes son realmente de terror y bastarían para no votar por el partido que las propone. ƑPara qué tanto plástico no reciclable en cada poste? ƑPara qué tanta pared, muralla, cerro, pintarrajeados?
COMO SE VE, sólo existe un elemento nuevo, sano e indisputable: la incertidumbre democrática. Aunque las encuestas nos permiten prever el perfil de la elección, aquella sólida e indestructible seguridad que volvía diputados a los que estaban en las listas elaboradas en Presidencia, y/o en Gobernación y/o en el PRI, ha desaparecido.
šAfortunadamente! [email protected]
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