Considera que para abatir la pobreza se debe consolidar el crecimiento económico

OCDE: autoempleo y microempresas no solucionan la exclusión social

El reto para México es pasar de la subvención a las familias más desprotegidas al ingreso

ISRAEL RODRIGUEZ ENVIADO

Jiutepec, Mor., 25 de junio. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) afirmó que para abatir la pobreza en México una condición fundamental es consolidar el crecimiento de la economía para crear empleo, así como lograr una mayor desregulación administrativa. Además dijo que el fomento del autoempleo y la creación de microempresas no pueden considerarse una solución a la exclusión social de grandes segmentos de la población.

Sergio Arzeni, director del Programa de Cooperación para el Desarrollo Económico Local y del Empleo (LEED, por sus siglas en inglés) de la OCDE, explicó que el crecimiento económico permite generar los recursos necesarios para apoyar políticas de creación de empleos, de lucha de exclusión y combate a la pobreza.

En entrevista con La Jornada, el representante del organismo multilateral se mantuvo al margen de validar las cifras recientes que señalan que se ha reducido en 3.4 millones el número de pobres.

-Desde su perspectiva y experiencia internacional, Ƒcree usted que se haya abatido la pobreza en México?

-No tengo elementos para comentar ni confirmar el dato que ha citado el Presidente en torno a que el porcentaje de pobres ha descendido en un periodo de bajo crecimiento con grandes dificultades económicas internacionales. Me pareció un dato impresionante, pero no tengo elementos, no he estudiado las cifras ni los datos, pero si lo dijo el Presidente creo que deben de ser verdaderos.

Interrogado en el marco del seminario Desarrollo local y fortalecimiento de las capacidades comunitarias, organizado por los gobiernos federal y estatal, así como por el Instituto Tecnológico de Monterrey, campus Cuernavaca, Sergio Arzeni consideró respecto los 20 millones de personas que reciben el apoyo del Programa Oportunidades, que es un programa que facilita la subsistencia y la sobrevivencia, pero también recomendó que es oportuno crear mecanismos que incentiven el ahorro de la gente. Es decir, que de cada peso que se ahorre para el futuro de los hijos, el sector público y privado aporten otro tanto igual o dupliquen ese monto para un futuro.

"Creo que México tiene una gran experiencia contra la pobreza porque los problemas de la desigualdad los ha sentido más fuerte que en otros países. Así, México ha desarrollado varios programas que han buscado en el tiempo hacerlos más eficaces", refirió.

El especialista reconoció que el nuevo reto de México es pasar del financiamiento, subvención o apoyo a las familias más desprotegidas al ingreso.

Lo fundamental es que en México las verdaderas desigualdades que persisten no son de ingreso sino de patrimonio. "Entonces en esa línea de reducir las desigualdades patrimoniales es en la que se tiene que trabajar. Por medio de una política de favorecer el ahorro y por otro lado incentivar la creación de fuentes de empleo", destacó.

"El trabajo es la salida maestra de la pobreza, entonces se tienen que aumentar las oportunidades de trabajo. Estas se pueden favorecer empujando el trabajo autónomo, la creación de empresas y el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas." Pero es necesario, agregó, que haya financiamiento del sector bancario. Sin embargo aclaró que la capacidad de los desempleados para operar un negocio exitosamente puede disminuir conforme las aptitudes se van erosionando con el tiempo transcurrido en el desempleo. Por esas razones, el fomento de la iniciativa empresarial tiene pocas probabilidades de mostrar un impacto directo considerable al aplicarse a grandes cantidades de personas pobres y marginadas.

Indicó que la ausencia de financiamiento al sector productivo del país es porque hay un problema conocido como "cultura del no pago" y esto es resultado de la desconfianza que existe. "No se puede reactivar el crédito con medidas técnicas, sino que se requiere un trabajo de mayor profundidad de reconstrucción de la confianza y de erradicar la cultura del no pago. Hay varias costumbres que se tienen que cambiar", aseveró.