.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
CineGuía
Lunes en la Ciencia
Suplementos
Perfiles
Fotografía
Cartones
La Jornada en tu PALM
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo Electrónico
Búsquedas
C A P I T A L
..

México D.F. Domingo 29 de junio de 2003

Angeles González Gamio

El notable Humboldt

Este año se conmemoran los dos siglos del arribo a playas de Acapulco del barón Alejandro de Humboldt. Nacido en Alemania en 1769, de cuna noble y opulenta, recibió esmerada educación de los talentos europeos de la época y la supo aprovechar convirtiéndose en un científico notable que recorrió tierras lejanas, entre otras México, en un afán de conocimiento que lo llevó a investigar diversos aspectos de la naturaleza y la ciencia, con los conocimientos avanzados que tenía el ilustre barón, quien llevaba amistad personal y profesional con personajes como Lavoisier, Gay-Lussac, Goethe, Cuvier y Schiller.

Precedido de gran fama, fue recibido en la ciudad de México con grandes honores; además del virrey y su séquito, todas las familias de prosapia lo agasajaban en sus mansiones y haciendas. La marquesa Calderón de la Barca, que vivió en México años más tarde, como esposa del primer embajador español, después de la Independencia, describe en una de sus deliciosas y célebres cartas, el encuentro que sostuvo con la legendaria Güera Rodríguez, en el que le platicó acerca de su cercana amistad con Humboldt. De ella decía el barón que "era la mujer más bella" que había conocido en el curso de sus viajes. Tras la graciosa reseña de la Güera, que a pesar de ser ya una mujer madura conservaba plena su hermosura, que impresionó a la marquesa, dice: "Conforta pensar que, a veces, hasta el gran Humboldt sucumbe".

En el año que pasó en nuestro país, además de explorar minas en Hidalgo y Guanajuato, escalar y medir volcanes, tomar muestras de plantas, insectos y minerales, Humboldt estudió a profundidad los censos que había mandado realizar el virrey Revillagigedo, y los archivos del Real Colegio y Seminario de Minería, antecedente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

En su obra magna, por su contenido y extensión (tres volúmenes), Los veneros de la ciencia mexicana, la talentosa historiadora y cronista de la UNAM Clementina Díaz y de Ovando, habla de la presencia de Humboldt en el Real Colegio; dice: "El suceso más importante del año (1803) fue la presencia en el seminario del viajero prusiano; en ese año el barón de Humboldt dictó la cátedra de geología y fue examinador invitado de la de mineralogía(...) Asimismo,"congregó a todos los sabios del virreinato" en el Real Seminario. Allí realizó varios trabajos y los alumnos más destacados colaboraron con él para levantar y delinear cartas y mapas del país, que ilustran su famoso Ensayo político sobre el reino de la Nueva España".

Hace unas semanas salió a la luz el libro Humboldt y el turismo a 200 años de su viaje, investigación de uno de los cronistas de Azcapotzalco, Martín Borboa, publicado por la editorial Romanesca.

Antes de trasladarse al imponente Palacio de Minería, el Real Colegio ocupó una soberbia mansión que le alquilaban los agustinos, ubicada en la calle Guatemala 88. Al abandonarla los ingenieros, tras usos diversos, la casona terminó en vecindad, hasta hace cerca de 20 años, cuando la Sociedad de Exalumnos de la Facultad de Ingeniería (SEFI) se abocó a rescatarla. Como es usual, surgió el problema económico. Con ingenio, a uno de los miembros de la SEFI, el ingeniero Roberto Heatley, se le ocurrió acudir a la embajada alemana, que al conocer que en ese sitio había trabajado Humboldt, aceptó dar un generoso donativo que sirvió para empezar la obra, que finalmente se concluyó con contribuciones de ex alumnos, contratistas y el apoyo del entonces Departamento del Distrito Federal.

La restauración requirió un laborioso trabajo que incluyó degollar el edificio y desmontar las columnas de cantera del patio para ponerles un interior de concreto y volverlas a cubrir con la hermosa piedra original. El resultado final es espectacular. Desafortunadamente la bella mansión está prácticamente sin uso; ojalá los dinámicos ingenieros le busquen una función, aprovechando el ambicioso proyecto de rehabilitación del Centro Histórico, que impulsan el gobierno de la ciudad y el Consejo Consultivo que encabeza el empresario Carlos Slim.

Como homenaje al ilustre alemán, hoy vamos a comer al Salón Luz, en el lugar que ocupa desde hace 80 años, situado en la esquina de Gante y Venustiano Carranza, justo enfrente de un hermoso edificio decimonónico que antiguamente alojaba la Compañía de Luz, lo que inspiró al germano que lo fundó para bautizar su establecimiento. Los platillos característicos son el perejil frito con salchichas, excelente para acompañar el tarro de cerveza. La sopa de la casa, con pollo, queso, verduras y huevo duro, para revivir crudos, y es de fama la carne cruda con anchoas.

[email protected]

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4445 y 4110
Email