México D.F. Domingo 29 de junio de 2003
Proteger y conservar a las ballenas, solicita Greenpeace
Señora directora: Solicito la publicación
de la siguiente carta dirigida al licenciado Vicente Fox, presidente de
la República Mexicana.
Señor Presidente: En mayo del 2002 usted anunció
ante el mundo la creación en México del Area de Refugio para
Ballenas, con lo que convirtió los mares de nuestro país
en el santuario nacional más grande del mundo. Esta área
protege a 21 especies de cetáceos, entre ballenas, zifios y delfines.
Como sabe, todos los cetáceos están clasificados
como especies en riesgo por la Norma Oficial Mexicana NOM-ECOL-059-2001
y la Ley General de Vida Silvestre promueve su protección y conservación.
Desafortunadamente, estas buenas intenciones pueden ser
frustradas por la irresponsabilidad y el desdén hacia la ley de
las autoridades de la Comisión Nacional de la Pesca y Acuacultura
(Conapesca) y del Instituto Nacional de la Pesca (INP), de Sagarpa, como
evidencia el anteproyecto de norma sobre pesquería de tiburones
PROY-NOM-029 PESC-2003.
Al respecto, Semarnat, Profepa, académicos, científicos
y organizaciones que buscan respetar el santuario y proteger a los cetáceos
del daño de las artes de pesca utilizadas en la pesquería
de tiburón, han presentado propuestas que recogen esta preocupación,
pero ninguna de esas propuestas ha sido aceptada.
Existen pruebas de que las redes de deriva usadas en la
pesca de tiburón capturan delfines y ballenas piloto, y hay casos
de ballenas grises y jorobadas enmalladas en chinchorros tiburoneros. De
hecho, Conapesca reconoció ante el Senado que las redes de enmalle
capturan mamíferos marinos.
Expertos en tiburones del INP han solicitado que se prohíban
las redes de deriva por ser poco selectivas y las autoridades de pesca
han aceptado que las redes se tendrían que cambiar, pero no han
tomado medidas al respecto. En realidad, estas autoridades no están
respetando el Area de Refugio para Ballenas e insisten en mantener en la
norma de pesca de tiburón el uso de redes de deriva y redes de enmalle
de fondo.
Con las técnicas de pesca que promueven las autoridades,
el Area de Refugio de Ballenas se convertirá en un santuario de
papel. Urge regular las pesquerías que afectan a las especies que
se busca proteger. No se trata de dejar de pescar sino de sustituir las
técnicas de pesca nocivas para los mamíferos marinos y otras
especies en peligro de extinción, como las tortugas marinas, por
otras menos depredadoras.
Le solicitamos que dé a las autoridades de Pesca
de la Sagarpa instrucciones para que respeten la normatividad vigente y
para que no pongan en entredicho el compromiso que México hizo ante
el mundo para proteger y conservar a las ballenas.
Atentamente
Alejandro Calvillo, director de Greenpeace México
Señala un error en el artículo de Yasmin
Alibhai-Brown
Señora directora: Leí con mucho interés
y atención el artículo "Musulmanas luchan por desterrar el
velo" que Yasmin Alibhai-Brown publicó en La Jornada el miércoles
25 de junio. Creo importante señalar un error que tiene repercusiones
en la comprensión del debate en torno al velo en los países
de tradición musulmana. No sé si es debido a un error de
traducción del texto que apareció inicialmente en inglés
en The Independent o si es un error de la autora del texto.
El texto publicado por ustedes habla del doctor Riffat
Hassan, quien es en realidad doctora. Es muy importante recuperar el género
de la autora de la cita ya que nos permite vislumbrar los debates internos
entre mujeres progresistas y feministas musulmanas. Si la referencia fuera
oponer a un doctor varón a la postura fundamentalista de una mujer
de fe musulmana. La doctora Riffat Hassan es una teóloga musulmana
originaria de Paquistán. Como lo he señalado en algunos de
mis artículos anteriores, ella retraduce, relee y reinterpreta el
Corán. "El Corán tiene un punto de vista menos rígido
que estos brutos..." dice Yasmin Abuhai-Brow citando a Riffat Hassan. A
los creyentes, hombres y mujeres se les llama a comportarse con modestia
y a prestar atención a su dignidad. En ninguna parte dice que los
hombres pueden golpear y matar a las mujeres que se nieguen a andar enjauladas.
El género de esta doctora y teóloga -y no sólo erudita-
nos permite acercarnos a toda una nueva tradición de mujeres religiosas
musulmanas que cuestionan la forma fundamentalista de interpretar al Islam.
No son externas a la religión, son mujeres de fe que sienten que
el Corán ha sido desfigurado y distorsionado por las interpretaciones
contemporáneas fundamentalistas que especialmente se ceban contra
las mujeres.
El hecho de que ella, Riffat, "ha sido atacad(o)a por
una nueva fanática Paquistán, Farhat Hashimi, mujer cuya
influencia se extiende por ese país y Gran Bretaña" cambia
totalmente si se trata de dos mujeres, ambas de fe musulmana y de Paquistán
y que representan posturas radicalmente diferentes. En mi artículo
reciente en la Triple Jornada "Mujeres religiosas del mundo denuncian
el totalitarismo policiaco a Bush", 2 de junio, 2003, señalaba una
confrontación de interpretación sobre el velo comparable
entre la egipcia Nawal el Saadawi (premio Catalunya 2003) y otra egipcia,
Leila Ahmed, historiadora y profesora en la Universidad de Harvard. Nawal
rechaza el velo mientras que Leila introduce una revisión histórica
que nos permite comprender porqué el uso del velo por las mujeres
se ha transformado en símbolo del reclamo de descolonización
histórica y económica de los pueblos musulmanes. Aún
sin compartir esta postura sin reserva, se ha de reconocer que explica
las connotaciones profundas que su uso tiene para las cientos de mujeres
musulmanas que, en muchos países, demandan el derecho a usarlo.
Es un asunto complejo y remito a los lectores a leer alguno de mis artículos
sobre el tema. Las variaciones de esta indumentaria van desde el uso de
una simple pañoleta hasta las verdaderas jaulas de la burka
de los talibán. Las afganas, al desechar la burka, eligieron
otro velo -ahora las vemos en las imágenes contemporáneas-
un simple velo blanco, ligero que las cubre sin tapar el rostro. Las oposiciones
tajantes son frecuentemente pregonadas por mujeres ajenas a la cultura
y que se posicionan como críticas virulentas de todo lo que no pueden
comprender. El artículo de Yasmin Brown es el ejemplo de ello.
Atentamente
Sylvia Marcos
Denuncia tala de árboles en la delegación
Cuajimalpa
Señora directora: Mucho le agradeceré
la publicación del presente escrito en el Correo Ilustrado.
En esta bella delegación de Cuajimalpa, DF, coloreada
por sus bosques y manantiales que proporciona a toda nuestra querida ciudad
un alto grado de oxígeno y el más preciado líquido
que da vida, todavía se producen hechos atroces como es la criminal
tala de árboles hecha no sólo por talamontes clandestinos,
sino con autorización de las mismas autoridades administrativas
de esta delegación política actualmente de extracción
panista, como es el director de Obras Urbanas, el arquitecto José
Francisco Reygadas Valdés, quien se atrevió a autorizar el
derribe de seis árboles clasificados como "cedros" cerca de la Secundaria
Técnica no. 73 de San Lorenzo Acopilco, y en donde al acudir personal
de recursos naturales de la delegación para hacer la verificación,
no pueden consignar a nadie porque quien hace el derribe porta su correspondiente
permiso. ¿Qué deveras las autoridades tienen tal o tanto
poder hasta para perjudicar a toda una ciudad con actos como éste?
Otro error de costo delegacional de esta administración es el hecho
de que se gastan 3 millones de pesos en cambios viales en un puente identificado
como "El contadero", y en donde no sólo no se corrige el caos vial
sino que se acentúa, y lo que es peor, se coloca en alto riesgo
a toda la población escolar que transita a diario desde el centro
de Cuajimalpa hasta el pueblo de "El contadero" y que forzosamente tienen
que asistir a más de cinco escuelas entre kínders, primarias
y secundarias.
¿Cuál orden y cuál seguridad de la
cual hace gala ante los medios de comunicación el jefe delegacional,
Francisco Desouza Mayo, y sobre todo para las personas de escasos recursos
económicos?
Atentamente
Jairo Hernández Cordero
El
Correo Ilustrado
|