México D.F. Miércoles 2 de julio de 2003
Si coordina la bancada priísta, los cambios energético y laboral tienen futuro, opina
Gordillo, clave para reformas: Merrill Lynch
Sin modificaciones al sector eléctrico, riesgo de apagones en 2006, vaticina la firma bursátil
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
washington y Nueva York, 1o. de julio. Las elecciones en México podrían abrir la posibilidad de que el nuevo Congreso apruebe reformas en los sectores eléctrico y laboral en el segundo semestre de este año, pero mucho depende de quién encabece la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, pronosticó Merrill Lynch esta semana.
Aunque hay sectores interesados en los resultados de los comicios del 6 de julio, éstos no son tema de debate en el gobierno de Estados Unidos, según varios funcionarios entrevistados, y de hecho no enviará observadores electorales.
Esto se debe en gran medida a que muchos creen que los resultados serán como los pronostican las encuestas: la composición de la Cámara de Diputados quedará más o menos con el mismo equilibrio aritmético entre los partidos, explicó un funcionario estadunidense entrevistado por La Jornada.
Empero, los analistas del sector empresarial y expertos en la relación bilateral sí están interesados en lo que ocurrirá después del 6 de julio. "Las elecciones pondrán en movimiento una realineación política, y eso sí vale observarlo", declaró Armand Paschard-Sverdrup, director del Proyecto México del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
Varios analistas más comparten la perspectiva de que las pugnas poselectorales para puestos de liderazgo legislativo y realineaciones dentro de PRI, PAN y PRD podrían tener un impacto en las relaciones con Estados Unidos.
Esta es la perspectiva de Merrill Lynch, la firma bursátil más grande de Estados Unidos. "El nuevo líder del PRI en la Cámara de Diputados será de importancia suprema para la aprobación de reformas estructurales este año", reportó en un análisis difundido hoy. "En nuestra opinión, si Elba Esther Gordillo se convierte en coordinadora del tricolor en San Lázaro, una versión diluida de las propuestas gubernamentales de reformas en electricidad y ley laboral tienen 60 por ciento de posibilidad de ser aprobadas este año".
El equipo de Roberto Madrazo y Gordillo tendría la mejor posibilidad de unificar al PRI en torno de la aprobación de una de estas reformas estructurales y evitar las divisiones que han afectado a ese partido en estos años, considera Merrill Lynch en el informe a sus clientes. "En contraste, Manlio Flabio Beltrones es más de línea dura, cercano a la vieja guardia del PRI y, por lo tanto, en nuestra opinión es menos probable que negocie con el PAN", comentan los analistas.
Para la firma, estas reformas estructurales tendrán una mejor posibilidad de lograr su aprobación en el segundo semestre de este año, cuando los políticos estarán buscando tener una imagen de que rinden resultados y antes de las 10 elecciones de gobernadores estatales que se realizarán en el curso de 2004.
"Una última razón por la cual creemos que el nuevo Congreso será más constructivo que el actual es que los tres partidos principales en México -PRI, PAN y PRD- creen que pueden ganar la próxima elección presidencial", informó la firma.
Así, agrega, los tres partidos desean demostrar que no sólo se dedican a obstaculizar al gobierno de Vicente Fox, sino también ofrecen programas positivos y resultados concretos. Con esto, Merrill Lynch sugiere que si no hay alguna reforma del sector eléctrico, México correría el riesgo de enfrentar apagones en 2006. "Ningún partido político, en nuestra opinión, arriesgará ser culpado por esta amenaza potencial", concluye.
Sin embargo, no todos comparten esta evaluación. "Ningún partido espera ganar una mayoría absoluta y el Congreso permanecerá dividido, lo cual obligará al gobierno a construir alianzas políticas con legisladores para promover la agenda de reformas", indicó la empresa financiera JP Morgan Chase en un informe de investigación dado a conocer esta semana.
El grupo Diálogo Interamericano, en un comentario difundido esta semana, también consideró que las reformas promovidas por Fox serán aún más difíciles de aprobar este año si los resultados son los que se pronostican.
De hecho, varias reformas y privatizaciones del sector energético continúan como prioridades para grupos empresariales en Estados Unidos. En un reciente foro en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales coordinado por Paschard-Sverdrup, a representantes de los tres principales partidos mexicanos se les preguntó al respecto.
Pero la privatización es sólo una de las prioridades mencionadas. Para los encargados de analizar el panorama político mexicano dentro y fuera del gobierno estadunidense, estos comicios serán evaluados como un indicador clave para lo que ocurrirá con las próximas elecciones presidenciales en México.
"Washington está más preocupado por el sistema de partidos políticos y cómo navega este próximo periodo", indicó Paschard-Sverdrup en entrevista con La Jornada. "ƑPodrá el PRI consolidar su poder? ƑSe mantendrá unido el PRD? ƑPodrá el PAN hacer algunos ajustes para actuar más como un partido en el gobierno que uno de oposición? Estas son el tipo de preguntas que de aquí en adelante tendrán más relevancia".
Paschard-Sverdrup consideró que el periodo entre el 7 de julio y el fin de las sesiones legislativas, a mediados o finales de diciembre, será una de grandes realineaciones dentro de cada uno de los partidos existentes, y eso será observado de cerca desde este lado de la frontera.
Pero un funcionario del gobierno estadunidense entrevistado por La Jornada estimó que pase lo que pase en México en esta coyuntura, el agrio sabor de la disputa por Irak también ha contribuido a una disminución del interés en las elecciones del país vecino. "Definitivamente hay algunos en el gobierno de George W. Bush que todavía están muy molestos por lo del voto en la ONU", explicó esta fuente. "También hay quien podría desear hacer algo, pero teme presentarlo por miedo a que alguien los decapite".
El embajador de Estados Unidos en México, Tony Garza, pareció confirmar esta percepción esta semana. "Es improbable que podamos recrear la exuberancia irracional de los primeros días de las presidencias de Bush y Fox", declaró al New York Times.
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