México D.F. Miércoles 2 de julio de 2003
Además de reforma fiscal, debiera aplicarse
propuesta de Slim, señala Polevnsky
Absurdo, que México pretenda tener menos déficit
que el promedio de la OCDE
El empresario tiene toda la autoridad moral y nacionalismo
para plantear ajustes, afirma
DAVID ZUÑIGA
Aun cuando se apruebe la reforma fiscal, el gobierno federal
no podrá obtener más recursos a menos que reactive la economía
con medidas como las propuestas por el presidente de Carso Global Telecomm,
Carlos Slim Helú, señaló la presidenta de la Cámara
Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Yeidckol
Polevnsky, quien consideró "absurdo" que México pretenda
tener niveles de déficit más bajos que el promedio de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
(OCDE).
En
entrevista, Polevnsky dijo que Slim Helú tiene "toda la autoridad
moral, el compromiso social y el nacionalismo" para proponer un ajuste
al modelo económico. El empresario más rico de América
Latina, agregó, no propone un giro de 180 grados en la política
económica, sino "pequeños ajustes que son indispensables",
como aumentar la inversión pública.
Los países de la OCDE, agregó, tienen un
déficit de 3 por ciento en promedio. "No se vale que un país
con tantos pobres como México quiera no tener déficit e incluso
buscar un superávit, cuando deberíamos mejorar el nivel de
vida de los mexicanos, generar riqueza y empleo."
La dirigente reconoció que México apenas
recauda el equivalente a 11 por ciento del producto interno bruto (PIB),
que "es nada" comparado con países como Suecia, que obtiene 56 por
ciento de su riqueza por la vía fiscal.
Polevnsky coincidió con el gobernador del Banco
de México, Guillermo Ortiz Martínez, en que la reforma hacendaria
que necesita el país no tiene que implicar un aumento de impuestos,
sino ampliar la base de contribuyentes y combatir la evasión. Sin
embargo, insiste, no se puede recaudar más en un país que
no crece. Asimismo, señaló que es necesario utilizar los
recursos públicos de manera más eficiente.
En lo que Polevnsky mantiene sus diferencias con Guillermo
Ortiz es en política monetaria. "Las empresas necesitan mercado.
Seguimos teniendo un peso sobrevaluado que le resta atractivo a los productos
nacionales. Todos los países hacen ajustes monetarios para beneficiar
a sus empresas. Estados Unidos ha dejado que el dólar se devalúe
ante el euro porque le interesa ser competitivo y venderle más a
Europa. El tipo de cambio subsidia las importaciones y castiga las exportaciones
y a las empresas nacionales en el mercado interno."
Asimismo, es necesario reformar la ley de adquisiciones
para que el gobierno financie a empresas mexicanas a fin de que sean sus
proveedoras. México, aseguró, es uno de los pocos países
que no estipulan el desarrollo de proveedores en una ley. "Aquí
se considera un riesgo comprarle a empresas mexicanas. Una empresa que
quiere venderle a Pemex o a la CFE y tiene que hacer grandes inversiones
debe tener la garantía de un contrato a largo plazo, en el cual
se garanticen calidad, precio y tiempos de entrega."
En el sector energético, dijo, se cometió
"el error absoluto" de darle contratos financiados con Pidiregas (Proyectos
de Infraestructura Productiva con Impacto Diferido en el Gasto) a empresas
de Corea del Sur, país que ni siquiera es socio comercial de México.
Según Polevnsky, existen alternativas para modificar la ley de adquisiciones
sin violar los tratados de libre comercio que México ha firmado.
La dirigente empresarial también apoyó la
propuesta de aumentar la edad de jubilación, pues actualmente la
expectativa de vida es mucho mayor y los trabajadores pueden mantenerse
activos hasta 20 o 25 años más. "No hay empresa, sistema
de seguridad social ni país que aguante las condiciones actuales",
advirtió.
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