México D.F. Miércoles 2 de julio de 2003
Grupos humanitarios empiezan a dar atención a heridos y desplazados; hay brotes de cólera
Aumenta la presión para que Estados Unidos encabece fuerza de paz en Liberia
El ACNUR analiza la posible repatriación de unos 15 mil refugiados a Sierra Leona
REUTERS
Monrovia, 1Ɔ. de julio. Trabajadores de organizaciones humanitarias comenzaron a brindar ayuda a miles de civiles que quedaron heridos o enfermos tras los combates en la capital de Liberia, en momentos en que Estados Unidos aún analiza si encabeza una fuerza multinacional de paz en el país africano.
La presión ha aumentado para que Washington, concentrado en sus operaciones en Irak y Afganistán, lidere una iniciativa que ponga fin a casi 14 años de conflicto en Liberia, fundada hace 150 años por esclavos liberados procedentes de Estados Unidos.
"Discutimos activamente sobre la mejor manera de apoyar los esfuerzos internacionales para ayudar a Liberia a encontrar nuevamente la paz y el estado de derecho", subrayó el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer.
Funcionarios de la Organización de Naciones Unidas (ONU), dirigentes de Africa occidental, Francia, Gran Bretaña y los liberianos quieren que Estados Unidos encabece dicha fuerza multinacional, pero Washington no parece en favor de ello. Funcionarios estadunidenses recuerdan bien la penosa retirada de su misión a Somalia en 1993.
El tema del papel que jugará Estados Unidos en Liberia estará presente en la visita de cinco días que Bush efectuará al continente africano la próxima semana. Sin embargo, el mandatario estadunidense no irá a Liberia pero ya instó al presidente Charles Taylor, ex caudillo y ahora acusado ante un tribunal por crímenes de guerra, a que renuncie a su cargo.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, señaló que se necesita una fuerza multinacional "robusta" para evitar "una tragedia humanitaria de grandes proporciones".
En el barrio diplomático de Monrovia, trabajadores de la organización independiente Médicos Sin Fronteras instalaron tiendas de campaña para atender a miles de personas que han huido al centro de la capital durante los ataques de los rebeldes en junio, que costaron la vida a 700 personas.
Los asistentes sociales tuvieron que clavar soportes para que se pudieran elevar las tiendas blancas en el fango y así atender a pacientes con cólera y heridos de bala. "Durante una semana más o menos nadie pudo hacer nada (por ayudarles)", declaró Dominique Liengme, directora del Comité Internacional de la Cruz Roja en Liberia.
El cólera ya ha afectado a gente exhausta que ha pasado los meses recientes al aire libre, a veces bajo lluvias torrenciales y con poca comida y escasa agua potable. En las últimas cuatro semanas fueron detectados alrededor de 620 casos del mal.
En Ginebra, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indicó que podría comenzar a repatriar a Sierra Leona a unos 15 mil refugiados que quedaron atrapados en Liberia, si persiste el alto el fuego actual.
Muchos residentes de Monrovia temen que vuelva a estallar la violencia entre rebeldes y tropas gubernamentales leales al presidente Taylor, a pesar de la tregua declarada por aquellos el pasado viernes.
La llegada de un equipo de inspectores para establecer una línea de separación entre los combatientes de ambos bandos quedó aplazada hasta el miércoles, señalaron funcionarios regionales.
El ministro de Defensa liberiano, Daniel Chea, indicó que la llegada de monitores, conocidos como Equipo de Verificación Conjunta, señalaría el comienzo de otras actividades relacionadas con el alto el fuego.
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