México D.F. Miércoles 2 de julio de 2003
En este disco la banda de San Francisco integra a Robert Trujillo en el bajo
St. Anger revela el lado vulnerable de Metallica, afirma Lars Ulrich
"Encontramos una forma de comunicarnos, de considerar los puntos de vista de cada quien" La producción contiene 11 canciones que dan fe del sonido clásico de la agrupación
JORGE CABALLERO
Luego de 20 años de ser una de las bandas de heavy metal más grandes de la historia del rock, Metallica lanza su nuevo disco, St. Anger, y estrena integrante en el bajo, Robert Trujillo.
En este disco el grupo hizo un agujero en el tiempo para reconocerse/rencontrarse, es sin duda una de las franjas más radicales por las que la banda ha caminado, pues sus fanáticos se habían afrentado de ellos después de que sus anteriores producciones originales (Load, Re-Load y Garage Inc.) causaran que los amantes (han seguido al grupo desde que eran unos mozalbetes) del sonido Metallica tuvieran que asistir al sicólogo para sanar del daño perpetrado por la banda de San Francisco y, al final, aceptar que esos materiales eran buenos.
Metallica no vendió 80 millones de discos alrededor del mundo por adoptar una personalidad afectiva y blanda, sino por manufacturar himnos sombríos generacionales, como Creeping death y Seek and destroy, entre otros muchos; por proyectar en sus actuaciones en vivo una pinta de invencibilidad, inyectando, golpeando con su infinito poder musical a sus irreductibles fanáticos. No obstante, su nuevo disco St. Anger, que ya está en los anaqueles, "revela un lado vulnerable en los recién iluminados músicos", dijo el baterista Lars Ulrich, en una entrevista reciente en San Francisco antes de la salida del cidí.
Este agujero en el tiempo hecho por Metallica con St. Anger, comentó Ulrich, "nos obligó a ver la manera en que estábamos haciendo las cosas, y fue bien claro que para que la banda tuviera futuro y continuara haciendo algo bajo el nombre de Metallica, tenía que cambiar radicalmente". Para tal empresa contrató a Phil Towle (instructor de actuación que se especializa en hacer que los equipos deportivos se lleven bien); al mismo tiempo el cantante y guitarrista James Hetfield pasó varias semanas del año en rehabilitación debido a su alcoholismo... parecía que nunca regresaría... pero regresó.
Trabajo colectivo
Desde que Ulrich y Hetfield, ahora cuasi cuarentones, fundaron Metallica, se pelearon por controlar la banda. Las ausencias de Hetfield permitieron a Lars Ulrich tomar el control absoluto y acaparar el poder; Towle enseñó a la banda, completada por la guitarra líder de Kirk Hammett y el bajo de Robert Trujillo, puso a trabajar de manera colectiva para su sobrevivencia. "Ahora no gastamos la mitad de la energía peleando por una posición estelar, porque hemos encontrado una forma de comunicarnos, hablarnos y sentarnos a considerar los puntos de vista de cada quien", dijo Ulrich.
Ulrich y Hetfield eran los responsables de la mayoría de las canciones de Metallica. Ahora, en St. Anger, compartieron créditos de todo con Hammett y el productor de largo tiempo Bob Rock, quien tocó el bajo, antes de que Metallica eligiera a Trujillo, como nuevo integrante.
Todos los temas de St. Anger fueron creados durante largas sesiones de improvisación en el búnker de Metallica, San Rafael, cerca de San Francisco.
A nadie se le permitió traer su propio material. Después de cada sesión, Ulrich y Rock se sentaron ante la computadora, amoldando los mejores bits en una canción; Hetfield agregó luego las letras, con la ayuda de sus compañeros. Dejó al descubierto su alma en canciones como I want my anger to be healthy (Quiero que mi ira sea saludable) y Dirty window (Ventana sucia).
En el material de prensa Ulrich califica al disco de "recolección de momentos". Ninguna de las canciones, 11 en total, está por debajo de los cinco minutos, y tres de ellas pasan los ocho minutos, lo que habla del clásico sonido de Metallica, antes de que enojara a sus fanáticos en los años 90, al grabar canciones adecuadas para el mercado; aunque con el tiempo esos discos han sido revalorados y hasta perdonados por sus seguidores.
En St. Anger lo que más preocupa a los fans es la nulidad de solos de guitarra. Aunque tienen innumerables cambios de ritmos en todas las canciones, Ulrich dijo "tratamos desesperadamente de agregar sonido, pero abarataba la calidad musical".
Metallica inició la gira para promover St. Anger el 6 de junio en Europa y el pasado sábado 28 logró que brillara de nuevo el Festival de Roskilde de Dinamarca al reunir a 75 mil personas, luego de la tragedia de hace tres años cuando murieron aplastadas nueve personas en el concierto de Pearl Jam. Después de la gira europea, comenzarán el Summer Sanitarium Tour, arrancando el 4 de julio en Detroit.
Incluye DVD
El St. Anger fue lanzado en versión digipack, el primer disco de Metallica que no viene en caja de plástico, e incluye un DVD con las 11 canciones del álbum tocadas en vivo, desde el estudio donde fue grabado; será lanzado en todo el mundo y no es una edición limitada. Contiene un link para bajar conciertos de Metallica, que serán actualizados periódicamente, convirtiéndose en un site de música intercambiable entre fanáticos. Para ingresar es necesario tener el disco original que contiene una clave única por usuario.
El video de la canción St. Anger fue filmado en un concierto en la prisión de St. Quentin, al principio en la parte de afuera, durante la hora de almuerzo de los prisioneros, para terminar en el interior de una celda. Fue algo único, pues todos los involucrados fueron oficiales y prisioneros auténticos. Uno de los policías de más alto rango que ha trabajado ahí cerca de 22 años, explicó que nadie había hecho lo que hizo Metallica el pasado primero de mayo en la prisión, pues si hay algo en común entre encarcelados y oficiales es la música. Al final de la noche, cuando la banda regresaba a casa, James dijo a los demás integrantes de Metallica: "Este es el mejor video de todos...wow".
St. Quentin también representa el gran debut de Robert Trujillo en el bajo. El cuartero también ofreció un gran concierto para los internos.
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