México D.F. Jueves 3 de julio de 2003
Militarizar comunidades y ejidos no es una respuesta
adecuada: Martínez Garza
Afrontará el gobierno los 14 focos rojos
agrarios, sostiene el procurador
Grupos de trabajo institucionales propondrán
alternativas de solución a pobladores
MATILDE PEREZ U.
Militarizar las comunidades indígenas o los ejidos
donde los conflictos agrarios derivan en enfrentamientos no es la respuesta
adecuada; en esos lugares debe prevalecer el diálogo "y tenemos
que presentar una cantidad importante de acciones alternativas. Debemos
ser cautos y ponderar el uso de la mano dura", destacó el titular
de la Procuraduría Agraria (PA), Valdemar Martínez Garza.
El gobierno federal, agregó, ha tomado la determinación
de afrontar todos los "puntos rojos" agrarios con el propósito de
terminar con las confrontaciones entre ejidatarios, comunidades e inclusive
entre gobernadores, pero no debe esperarse "que resolvamos todos este año,
porque los recursos no alcanzan".
Al presentar un balance de la problemática campesina
en el país, Martínez Garza manifestó que Chiapas y
Oaxaca "son el centro de atención agraria por muchas circunstancias".
Dijo que en esas entidades "la labor será mayor y más prolongada",
se necesitarán más tiempo y más recursos, pero eso
no significa que la PA desatienda los conflictos en otros estados. Aclaró
que las alternativas dependerán de las circunstancias de cada caso,
porque "no es lo mismo atender un asunto en el sureste que en el norte
del país".
En
entrevista, afirmó que la decisión y la estrategia para afrontar
los "14 puntos rojos agrarios" ya está tomada. Explicó que
se integrarán grupos de trabajo especializados, con personal de
las secretarías de la Reforma Agraria, Gobernación, Medio
Ambiente y Recursos Naturales y Desarrollo Social, así como del
Registro Nacional Agrario y de la Comisión Nacional de Pueblos Indígenas,
entre otras instancias, los cuales se trasladarán a los lugares
específicos "con la consigna de quedarse ahí y no regresar
hasta que tengan alternativas de solución".
Destacó que para realizar esa tarea existe un fondo
de 300 millones de pesos, pero se debe "recordar que la problemática
agraria es heredada; los grandes conflictos datan de tiempo atrás.
Hay que pensar que en el proceso de reparto agrario hubo muchos errores,
algunos humanos y otros de carácter técnico, que generaron
una situación conflictiva, en particular en los núcleos indígenas".
Algunos de esos "focos rojos, con características
explosivas y alto riesgo de enfrentamiento, son Chimalapas (Oaxaca) y Montes
Azules (Chiapas). Tenemos la voluntad de solucionarlos, pero a veces no
se apegan estrictamente a un punto de vista jurídico". Dijo que
el caso Chimalapas, por ejemplo, jurídicamente está resuelto,
porque "el Tribunal Agrario dictaminó que las 13 mil hectáreas
que disputan la colonia agrícola ganadera Cuauhtémoc y Santa
María Chimalapa pertenecen a los colonos".
Pero esa sentencia no se tradujo en los hechos. Ahora
hay que explorar la sensibilidad social, "considerar o ponderar la situación
más allá de lo estrictamente legal, ya que lo que debemos
buscar es justicia y justicia es equilibrio".
Como defensor de los derechos agrarios de los habitantes
de las zonas rurales, Martínez Garza destacó que en conflictos
de naturaleza colectiva -como los de Chimalapas y Montes Azules- es necesario
buscar que "nadie resulte perdedor-perdedor, porque eso lastima".
Insistió en que lo importante "es encontrar soluciones
y tener presente que ni los recursos ni los equipos que tenemos van a dar
solución total a esa problemática. Este es un tema que nos
corresponde abordar de aquí hacia delante y demostrar que sí
hay esa intención".
Consideró que una muestra de esa voluntad es la
solución del conflicto de Bernalejo, en Zacatecas, y dijo que todos
los gobiernos estatales deben incorporarse a la búsqueda de soluciones.
"Los estados deben ser los primeros interesados en asumir la responsabilidad,
porque la solución de cada asunto es un logro para cada gobierno
pues contribuye a la paz social. Esperamos que no haya reticencias, sino
comprensión, y cuando no sea así, habremos de caminar solos
porque la problemática agraria es responsabilidad federal."
-¿Cómo convencer a las personas directamente
afectadas, a quienes tienen muertos entre sus familiares?
-Es verdad que en las comunidades no aceptan la posibilidad
de ceder superficie, porque su vinculación con la tierra es muy
estrecha. El reto es encontrar soluciones que satisfagan a indígenas
y mestizos. Quizá porque el sentido de apropiación de estos
últimos es un poco más occidentalizado, la estrategia consiste
en dirigirnos a ellos para buscar que acepten una compensación,
porque la riqueza y los bienes materiales no son tan perceptibles para
los indígenas.
"Si el conflicto involucra sólo a indígenas,
debemos entenderlos e incorporarnos a su mentalidad y su pensamiento, a
su idiosincrasia, para encontrar el punto de equilibrio. Los expertos tendrán
que hacer propuestas y meterse en los vericuetos de sus usos y costumbres,
no hay de otra. Debemos tener paciencia para platicar y volver a tejer
la confianza."
|