"Seremos duros" con quienes violen la tregua, promete Mahmoud Abbas

Transfiere el ejército israelí a las fuerzas de seguridad palestinas el control de Belén

Bush, "contento" por los progresos hacia la paz; desmantelar grupos terroristas, exige

AFP, REUTERS Y DPA

Belen, 2 de julio. El ejército israelí transfirió este miércoles a las fuerzas de seguridad palestinas el control de la ciudad de Belén, en el sur de Cisjordania, en un primer paso para aplicar el mapa de ruta.

El regreso de las diversas fuerzas de seguridad palestinas a las calles de Belén co-menzó poco antes de las 16 horas (13 horas GMT), cuando un todoterreno con las si-glas de la Seguridad Preventiva, el principal servicio palestino de ese tipo, pasó por la Plaza del Pesebre, enfrente de la Basílica de la Natividad.

Seis hombres iban a bordo del vehículo, con las sirenas ululando. Luego, policías palestinos armados con fusiles de asalto Kalashnikov, encargados sobre todo de la protección de los turistas, tomaron posición frente a la Basílica de la Natividad.

Era la primera vez desde noviembre de 2002 que efectivos de las fuerzas de seguridad palestinas se aventuraban en sus calles vestidos con uniformes y armados.

Esta transferencia de poderes se produjo después de una primera retirada, el domingo, del ejército israelí de los sectores de la franja de Gaza que había reocupado desde el comienzo de la intifada, a fines de septiembre de 2000.

El primer ministro palestino, Mahmoud Abbas, en entrevista con la agencia Reuters prometió que "seremos duros" con aquellos que violen la tregua.

Mientras, un alto responsable militar is-raelí citado por las radios estimó que la tregua anunciada por cinco movimientos pa-lestinos, entre ellos Hamas, Jihad Islámica y Fatah, de Abbas y el presidente Yasser Arafat, estaba siendo respetada y podría suponer "el fin de la intifada".

De hecho, este miércoles sólo hubo unos cuantos incidentes esporádicos. Tres colonos israelíes fueron alcanzados por un disparo de obús de mortero cerca del asentamiento de Kfar Darom en el sur de la franja de Gaza. Un guardia israelí resultó herido levemente por impacto de balas cerca de Tulkarem, en el norte de Cisjordania.

Por último, dos artefactos estallaron, uno en el norte y otro en el sur de Cisjordania, sin causar heridos ni daños materiales.

Al anunciar la transferencia de poder en Belén, el ejército de Tel Aviv afirmó que estaría atento a "la actividad de las fuerzas de seguridad palestinas" y que seguía decidido a "proteger la seguridad de los ciudadanos israelíes".

Por su parte, las fuerzas de seguridad palestinas se comprometieron a impedir los ataques antisraelíes en las zonas situadas bajo su responsabilidad.

La región de Belén seguía acordonada por las fuerzas israelíes, lo que significa que los habitantes de la localidad no pueden circular libremente hacia el resto de Cisjordania ni viajar a Jerusalén, situada unos kilómetros al norte.

La zona de Belén fue reocupada por primera vez en abril de 2002, como la mayoría de las restantes localidades autónomas de Cisjordania, pero las tropas se retiraron el 19 de agosto de 2002, dejando la seguridad a cargo de la policía palestina.

Se trataba de un proyecto piloto que debía ser ampliado a otras ciudades de los territorios autónomos palestinos, pero que se quedó en letra muerta.

El ejército israelí reocupó de nuevo Belén el 22 noviembre, al día siguiente de un atentado suicida contra un autobús en el sur de Jerusalén, perpetrado por un atacante procedente de la primera ciudad, que se saldó con 11 muertos.

El presidente estadunidense, George W. Bush, dijo que estaba "muy contento" con los progresos hacia la paz en Medio Oriente, pero volvió a llamar a los palestinos a desmantelar las organizaciones terroristas.

Agregó que se comunicó vía telefónica con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y con el rey de Jordania, Abdallah II, para hablar sobre los esfuerzos para poner fin a la violencia entre israelíes y palestinos.

Al término de una reunión con Dov Weisglass, jefe de gabinete del primer ministro israelí, el ministro de Relaciones Exteriores jordano, Marwan Moasher, afirmó que el ejército israelí debía retirarse de los territorios palestinos hasta las posiciones que ocupaba en septiembre de 2000, cuando estalló la intifada.

Este estimó que esta transferencia de control era "el primer paso en el terreno para el restablecimiento de la confianza entre is-raelíes y palestinos".

"Hemos insistido en la necesidad de liberar a los prisioneros palestinos y jordanos", dijo Moasher, y precisó que Weisglass había "prometido ocuparse del tema".

Ochenta y cuatro jordanos están detenidos en las cárceles israelíes y algunos de ellos purgan penas de cadena perpetua, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Jordania.

Una encuesta difundida hoy por la radio militar israelí encontró que dos de cada tres israelíes estiman que la tregua de los ataques antisraelíes formalizada el domingo no durará más de un mes.

Por otra parte, un sondeo realizado por el Centro Palestino de Estudios Políticos y Estadísticos señaló que 80 por ciento de los palestinos está de acuerdo con la tregua.

Finalmente, un jefe local de las Brigadas Mártires de Al Aqsa, grupo armado de Fatah, fue muerto la noche del miércoles al jueves en un tiroteo con soldados israelíes en Qalqiliya, norte de Cisjordania.