México D.F. Jueves 3 de julio de 2003
El problema es que creamos unas escuelas para ricos y otras para pobres: Ana Machado
"Desigualdad, principal causa del bajo rendimiento escolar en AL"
A los bajos presupuestos se agrega la manera deficiente en que se gastan, dice representante de UNESCO
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
Detrás de los bajos resultados que obtuvieron los estudiantes de América Latina en las pruebas de desempeño escolar que realizó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se asoman dos problemas centrales de la región: la desigualdad social y la creciente diferenciación entre escuelas de pobres y escuelas de ricos, afirma la directora de la oficina de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en la zona, la brasileña Ana Luiza Machado.
La especialista en educación advierte que los resultados del estudio de la OCDE revelan que la situación de los latinoamericanos es "mala", pero considera que esto no debe provocar desaliento. "Tenemos que alabar el valor que tuvieron los países para participar, sabiendo que se encuentran en desventaja en muchos aspectos, incluyendo los montos de los presupuestos educativos".
Machado, quien está al frente de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC) en la ciudad de Santiago de Chile, desde 1998, fue entrevistada vía telefónica a propósito de la presentación del informe del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), que fue elaborado con apoyo de la UNESCO.
El hecho de que México, Argentina, Chile, Brasil y Perú, los cinco de América Latina que participaron en el estudio, hayan quedado ubicados entre los últimos ocho lugares (de 41), demuestra que en nuestra región hay problemas estructurales que es urgente atender, afirma la experta graduada en ciencias sociales por la Universidad Federal de Minas Gerais.
Lo injusto
Al preguntarle si es injusto comparar a países tan diferentes, expresa que "lo injusto es la manera como se utiliza la información para decir que nuestros países son malos"; lo que se debe hacer es tratar de aprender de quienes están mejor.
"Nuestros países tienen que prestar atención al tema de la desigualdad, porque nuestra región es la más inequitativa del mundo y eso se refleja en los resultados de los estudiantes", asegura.
El problema de la desigualdad es tan serio, añade la experta, que el año pasado la OREALC efectuó una reunión que llamó En búsqueda de la equidad. En este asunto el tema clave es conseguir que todas las escuelas ofrezcan el mismo nivel de calidad, sin importar el grupo social de niños que atiendan.
Para ilustrar esas disparidades explica que en la OCDE la diferencia en desempeño de lectura entre 25 por ciento de alumnado más rico y 25 por ciento más pobre es de apenas 34 puntos, mientras que en América Latina esta cifra llega hasta 91 puntos.
Como reflejo de la desigualdad social, explica, en el continente ha crecido la brecha entre unos planteles y otros: "estamos haciendo escuelas para ricos y escuela para pobres, que no favorecen a nadie, porque los resultados son igual de malos en unos y otros centros educativos".
Explica que este fenómeno no sucede en Europa, porque en las escuelas están mezclados niños de diferente nivel económico, social y cultural. Los buenos puntajes que obtuvieron países como Finlandia se explican en la existencia de planteles que mezclan a los niños, lo que favorece el aprendizaje.
Por ello considera que el estudio denominado Aptitudes básicas para el mundo del mañana dejó una enseñanza: que no conviene separar a los niños ricos de los pobres, sino mantenerlos juntos, porque la diversidad cultural y social promueve el aprendizaje mutuo.
En adelante, dice, los países latinoamericanos tienen la tarea de hacer "escuelas incluyentes", como ha ocurrido en Estados Unidos, donde la mezcla entre jóvenes afroamericanos y anglosajones ha sido saludable para la educación.
"Si los pobres y los ricos se quedan en guetos nunca va a haber sociedades interculturales ni se va a lograr la inserción y la aceptación de ambos lados", afirma Machado, quien también ha sido consultora en organización de empresas para los sectores público y privado.
Las evaluaciones han demostrado que las diferencias sociales no se llevan bien con el buen desempeño escolar. "Los latinoamericanos tenemos que aprender a dividir mejor nuestra riqueza", asegura.
Sin embargo, señala que los resultados del PISA también son esperanzadores, porque revelan que la desigualdad entre niñas y niños dejó de ser un problema en el mundo y en la región, ya que las primeras obtienen los mejores puntajes en lectura, quedan un poco debajo de sus compañeros en matemáticas y están en situación pareja en ciencias.
Además, demuestra que si bien el aspecto socioeconómico influye en las malas calificaciones de los alumnos, la escuela y otros factores, como la preparación de los maestros, las características del plantel escolar y el desempeño del alumno pueden ayudar a compensar la desigualdad social.
Si el alumno hace un esfuerzo personal, lee por placer y con frecuencia y aprende los contenidos, más que memorizarlos, se puede romper con estos malos resultados. Adicionalmente, los gobiernos y la sociedad tienen que procurar que haya docentes bien formados y comprometidos con su tarea; que las escuelas tengan un alto grado de autonomía, y que haya un clima escolar favorable para el aprendizaje.
La otra dificultad para subir el desempeño escolar de los alumnos, añade, son los bajos presupuestos que la región destina a educación, pero sobre todo la manera cómo los gasta. "Si comparamos el gasto educativo de Chile con el de Polonia, los chilenos deberían estar en el mismo nivel, pero no sucede así, porque los recursos no se aprovechan de la misma manera", explica.
Refiere que por eso es importante incrementar la inversión en educación, sobre todo en países como Perú, donde además de los recursos se tienen que establecer planes innovadores.
En el caso de Perú, que se ubicó en el último lugar y lejos del resto de América Latina, refiere que su situación es "muy grave", porque 80 por ciento de los alumnos examinados tienen niveles bajos de comprensión de lectura, que no les va a permitir avanzar en esta sociedad del conocimiento.
En opinión de la directora de la OCDE para América Latina, el problema de fondo de los peruanos es que no han logrado insertar a los grupos indígenas al sistema educativo, que tiene un presupuesto muy bajo con respecto a su producto interno bruto y gasta menos por alumno con respecto al resto de la región.
A pesar de las noticias negativas para Latinoamérica, Machado considera que los resultados no deben conducir a los países a la "depresión", sino a reformar sus sistemas educativos y aprender de aquellos que lo han logrado en poco tiempo, como ha ocurrido con las naciones asiáticas.
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