Los instrumentos de evaluación de la SEP, policiacos

Apremia especialista a reforma pedagógica

No hay claridad sobre los conocimientos y las habilidades que se esperan del alumno: Angel Díaz Barriga, de la UNAM

KARINA AVILES

La Secretaría de Educación Pública (SEP) creó el proceso de evaluación como ''un sistema policiaco para exhibir lo mal que está la escuela'', y mientras no entienda que para mejorar los resultados en el aula debe hacer una reforma pedagógica en la que el maestro modifique sus métodos de enseñanza, los resultados en los exámenes internacionales seguirán muy bajos, como se demostró en la reciente evaluación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sostuvo el investigador del Centro de Estudios para la Universidad (Cesu) de la Universidad Nacional Autónoma de México, Angel Díaz Barriga.

El autor del libro Didáctica y currículum, y coordinador de los textos Institucionalización y evaluación de la actividad académica y evaluación académica, expresó que la llamada "reforma educativa" realizada desde el gobierno de Miguel de la Madrid hasta la actual administración foxista es "aparente", ya que consiste en "pintar la escuela, ponerle fachada", pero "nunca en poner la estructura, porque no trabaja con el maestro".

El investigador destacó que el problema de fondo tiene que ver con lo pedagógico, lo cual no ha entendido la autoridad educativa. De nada sirve, insistió, decir que un alumno sacó cuatro de calificación cuando no se precisa dónde están las fallas y qué métodos se aplicarán para las resolverlas.

La diferencia entre analizar y contar cocadas

Díaz Barriga ofreció un panorama en el que identificó varios problemas de urgente revisión. Para empezar, dijo, la SEP tendría que definir qué tipo de aprendizaje quiere establecer en las escuelas: "Ƒva a enseñar a los alumnos a repetir, a pensar, a memorizar, a analizar?"

En este sentido, dijo, la dependencia "da una respuesta esquizofrénica, porque por un lado dice que los programas deben ser constructivistas y cognoscitivos, y por otro, a la hora de los exámenes, éstos son de memorización, y cuando llegan las evaluaciones, como la de la OCDE, ocurren resultados desfavorables, porque esas pruebas no se basan en la memorización", sino en la capacidad de análisis del estudiante y de usar información en situaciones específicas.

De ahí que las autoridades deben realizar un trabajo pedagógico con los docentes, ya que el maestro mexicano está acostumbrado a pedir memorización al alumno, añadió. Para citar un ejemplo, comparó una pregunta de las evaluaciones que hace la OCDE con otra del programa de primaria en el país.

En el primer caso, el cuestionamiento es: "El presupuesto de defensa de un país es de 30 millones de dólares para el año 80, mientras que el presupuesto nacional fue de 500 millones de dólares. Al año siguiente el presupuesto de defensa fue de 35 millones de dólares, mientras que el nacional llegó a 605 millones de dólares. La inflación fue de 10 por ciento. a) Si te invitan a dar una conferencia a una asociación pacifista, Ƒcómo explicarías que el presupuesto militar disminuyó?, y b) si te invitan a dar una conferencia en una academia militar, Ƒcómo argumentarías que el presupuesto militar aumentó?"

En el segundo caso, la pregunta es: "en la dulcería se recibió un pedido de cinco cajas de cocadas. Cada caja tenía 10 paquetes y cada paquete una docena de cocadas, Ƒcuántas cocadas se recibieron? a) 25, b) 50, c)100 y d) 500".

De ahí que el estudiante mexicano no esté preparado para enfrentarse a una nueva generación de exámenes, precisó. Por otro lado, en México se sigue con una prueba de preguntas cerradas que califica la computadora, mientras en los exámenes internacionales las preguntas son de argumentación y de respuestas abiertas.

Por otra parte, indicó, el trabajo del examen que se realiza en el país "también es muy policiaco para cuidar que no se lo roben, que no haya fugas, cuando un examen bien elaborado difícilmente podría tener fugas", porque no se pueden aprender las respuestas de memoria, ya que requieren de argumentación y de un banco de reactivos muy grande.

El sistema educativo, insistió, ''no ha entendido que o trabaja con el maestro o no habrá ninguna reforma o calidad real". Pese a ello, "se ha desconfiado mucho del maestro y se cree que no trabaja bien a menos que se le controle", lo cual también supone "una especie de sistema policiaco".

El investigador manifestó que "un sistema de exámenes por sí sólo jamás podrá resolver el problema pedagógico, es decir, lo que estuvo mal enseñado... Si quieres tener buenos alumnos sencillamente tienes que enseñarles bien".