México la debe aplicar en la frontera sur, recomienda

Celebra ONG entrada en vigor de la convención pro migrantes

CAROLINA GOMEZ MENA

La Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) consideró que la entrada en vigor de la Convención Internacional sobre Protección de los Derechos de los Trabajadores Migratorios y sus Familiares no sólo es algo ''muy positivo y un avance importante'' en los ámbitos internacional y local -pues México la ratificó-, sino también obliga a que el instrumento ''se traduzca en leyes y políticas que protejan a nuestros migrantes'', y sirva de precedente para el establecimiento de un acuerdo migratorio con Estados Unidos.

Ximena Andión Ibáñez, coordinadora del área de denuncia de la CMDPDH, estimó que este documento implica que en el país ''haya congruencia en el trato que se da a los migrantes centroamericanos en territorio nacional'', pues los abusos son recurrentes.

En entrevista, descartó que el hecho de que Estados Unidos no haya ratificado la convención complique la consolidación de un pacto migratorio bilateral, como lo previó ayer un funcionario de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), pues que lo hayan ratificado 22 países ''se vuelve condición de respeto''.

''Con todo y que Estados Unidos no la aceptó, que se esté reconociendo hace que se estime en el ámbito internacional; se convierte en jus cogens. Por eso no consideramos que lograr un pacto migratorio se relacione con la no ratificación estadunidense. Más bien, que hasta ahora no tengamos acuerdo se relaciona con falta de voluntad política''.

El instrumento, impulsado por Naciones Unidas y que otorga a los trabajadores migrantes reconocimiento de la personalidad jurídica, derecho a regresar a su Estado origen, prohibición de realizar trabajos forzosos, acceso a tribunales y prohibición de la destrucción o confiscación de documentos de identidad, entre otros, es un paso "trascendental" para el reconocimiento de las garantías individuales de los migrantes, indicó Andión Ibáñez.