México D.F. Jueves 3 de julio de 2003
Los xeneizes, muy superiores, terminaron con
marcador global de 5-1
Boca Juniors, pentacampeón de la Libertadores;
ganó 3-1 al Santos
Tévez, Delgado y Schiavi, los anotadores por
los argentinos; Alex marcó por los brasileños
AFP
Sao Paulo, 2 de julio. El argentino Boca Juniors
ganó el miércoles su quinta Copa Libertadores, la tercera
en los últimos cuatro años, al derrotar 3-1 al brasileño
Santos, en el partido de vuelta de la final de la edición 2003 del
máximo torneo regional de clubes. El marcador global fue 5-1.
El pasado 25 de junio, en su cancha de La Bombonera, los
xeneizes habían doblegado al once santista por 2-0 en el juego de
ida, con dos tantos del Chelo Delgado, quien esta noche anotó
uno.
Los goles de Boca fueron marcados por los atacantes Carlos
Tévez a los 20 minutos, Marcelo Chelo Delgado a los 83 y
el zaguero Rolando Schiavi a los 94, de penal. Para Santos descontó
el zaguero Alex a los 75.
Boca Juniors ya había ganado la Copa Libertadores
en 1977, 1978, 2000 y 2001, las últimas dos dirigido por Carlos
Bianchi, hoy nuevamente al frente del equipo.
Este miércoles, como ya había ocurrido en
el partido de ida, Santos controló el balón por más
tiempo pero sus jóvenes jugadores no lograron convertir ese dominio
en una ventaja efectiva en el marcador. En contrapartida, Boca no perdonó
y liquidó el partido en las pocas oportunidades que tuvo.
Santos parecía capaz de intentar la reacción
luego del empate de Alex, pero el gol de Delgado tuvo para el equipo brasileño
el efecto de un nocaut. Desdibujado en el terreno, acabó cediendo
un tiro penal en los minutos finales del partido.
El partido se jugó ante 73 mil 103 espectadores,
bajo la dirección del árbitro uruguayo Jorge Larrionda.
El atacante Carlos Tévez y el volante Sebastián
Battaglia fueron piezas claves en la victoria del Boca.
Tévez, que ya había tenido una actuación
superlativa en el encuentro de ida, convirtió incluso un gol en
directa colaboración con Battaglia.
El atacante jugó en punta junto al Chelo
Delgado y se las ingenió para convertirse en problema insoluble
para la retaguardia santista.
Protegió el balón, metió pases acertados
y encaró a los zagueros brasileños mano a mano, generalmente
con buen resultado.
Por su lado, Battaglia multiplicó esfuerzos por
todos los sectores de la cancha y tuvo condición para llegar al
ataque, como en la ocasión del tanto de Tévez.
Entonces fue Battaglia quien recogió un pase de
Delgado y casi frontal al arco tocó con Tévez, para que éste
marcara el tanto de apertura.
En la lucha por el mediocampo puso pierna fuerte y a la
hora de lanzar a los puntas metió buenos pases en profundidad o
intentó acompañarlos en el ataque.
Dentro de un equipo que no tuvo puntos flacos, tanto Tévez
como Battaglia brillaron con luz propia, pero también se destacaron
el propio Delgado y los zagueros Rolando Schiavi y Nicolás Burdisso.
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