México D.F. Jueves 3 de julio de 2003
Junto con Arianne Pellicer restrena desde mañana
la obra en el Teatro de la Ciudad
Las bodas del cielo y el infierno, filosofía
contra mentes cerradas: Jorge Reyes
La puesta es un viaje por las visiones memorables del
poeta inglés William Blake, dice el músico
La música fue concebida como si fuera la banda
sonora de una película, agrega
MARIANA NORANDI ESPECIAL
Hace un año se estrenó en el teatro Degollado
de Guadalajara un espectáculo multidisciplinario basado en el poema
en prosa titulado Las bodas del cielo y el infierno, del poeta inglés
William Blake (1757-1827). Rara vez la obra de este poeta es llevada a
un espacio teatral, debido a la ausencia de dramaturgia en su producción
literaria, a la profundidad conceptual de su obra y al espesor metafórico
de su filosofía.
Pero la exuberante riqueza del pensamiento de Blake representa
una tentación escénica y un reto creativo que no falta, pese
a su dificultad, quién lo acepte. Con el apoyo de la Universidad
de Guadalajara, Las bodas del cielo y el infierno (1791) logró
escenificarse en forma de propuesta vanguardista y reflexiva por los actores
Arianne Pellicer, Tina French y Marco Bacuzzi, con música de Jorge
Reyes, dirección de Antonio Castro y escenografía de Mónica
Raya y Alejandro Colunga. Esta obra representa una invitación a
desatar los yugos de la imaginación y la libertad e intenta acercar
al espectador al intenso y controvertido pensamiento de Blake.
Tras una corta pero exitosa temporada en el Teatro Degollado,
esta puesta en escena se presentó el pasado octubre en el Centro
Nacional de las Artes. Ahora, después de unos meses detenida, se
reestrena en el Teatro de la Ciudad.
Un canto a la libertad
Dos de sus creadores, Arianne Pellicer y Jorge Reyes,
nos platican acerca del montaje.
-¿En qué consiste el espectáculo?
Jorge Reyes: Es un viaje por las visiones memorables de
William Blake que son un canto a la libertad. Es una filosofía vigente
en contra del fundamentalismo religioso, del fanatismo y de las mentalidades
cerradas.
-¿Cómo se conjuga un autor de finales del
siglo XVIII con una puesta tan vanguardista?
Arianne Pellicer: Blake es vanguardista y vivió
adelantado a su tiempo, por eso el espectáculo salió así.
Fue el resultado de empaparnos de su obra, cerrar los ojos, improvisar
y tratar de llamarlo. Es como una reinterpretación de su obra llevada
a la disciplina de cada uno de nosotros.
-¿Cómo es la música que compusiste
para este espectáculo?
JR: Tiene partes apocalípticas, góticas,
oscuras y electrónicas. La música está concebida como
si fuera la banda sonora de una película, hay sonidos incidentales,
efectos y temas preponderantes.
-La música de Los proverbios del infierno,
con la que acabas de ser premiado en el Festival Internacional de Radioarte,
¿es parte de esta obra?
JR: Los proverbios del infierno está inspirada
en la música que hice para Las bodas del cielo y el infierno
pero retrabajada, modificada y adaptada para hacer un radioarte. La música
con la que gané el premio es un altar sonoro, que se presentó
el 2 de noviembre en Radio Educación, y que está dedicado
a todos los muertos de la guerra. Los sonidos están tomados de la
guerra de Kosovo y Medio Oriente.
-¿Desde que perspectiva está presente la
guerra en Las bodas del cielo y el infierno?
JR: Blake menciona las guerras santas y habla sobre la
situación en la que una cultura quiere imponer su dios porque cree
que es mejor que los otros. Entonces se desencadena una serie de guerras
que intentan imponer una verdad absoluta. Es prácticamente lo que
está pasando hoy en Medio Oriente, Irak, Israel o Palestina. Guerras
producto de la cerrazón sistemática, del fanatismo y de la
interpretación unilateral de las cosas.
El bien y el mal
-Arianne, tu personaje aparece como diablo y se convierte
en Blake; ¿qué representa esta transformación?
AP: Blake es un diablo.
JR: Pero no representa la moral como lo muestra el cristianismo.
Aquí encarna la creatividad, la energía motriz y la vitalidad.
AP: Es un diablo que dice que no hay que reprimirse a
nivel creativo, emocional y sexual. Para él la energía sexual
es también espiritual; alma y cuerpo no están separados.
JR: Mientras que el ángel es el conservador, el
que no corre riesgos. Sólo cree en lo que la lógica sistemática
le enseña y eso lo toma como dogma. La discusión entre ellos
no representa el mal como el pecado castigado y el bien como premio para
entrar al paraíso. Aquí el diablo intenta convencer al ángel
de que vive de una forma muy limitada y reprimida.
-¿Qué les está dejando la experiencia
de este montaje?
AP: Como actriz es maravilloso poder decir esos textos.
JR: El hecho de que el público se acerque y se
emocione con la obra de Blake para mí ya es un logro. Y como músico,
me ha dado la oportunidad de hacer algo diferente a lo que suelo hacer,
algo más gótico y oscuro.
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