México D.F. Martes 8 de julio de 2003
Reflexiones sobre el proceso electoral y el régimen
político
Señora directora: Podría resultar
una simpleza pensar que 41 por ciento de votantes que asistieron a las
urnas es la población que mantiene viva a las instituciones políticas
del país. Lo que puede resultar con mayor validez sería suponer
que la presente coyuntura electoral establece tendencias que podrían
revelar que la crisis del régimen político se ha mantenido
latente y que la alternancia en el gobierno sólo ha sido un impasse
de la misma. La caída del priísmo no pone fin al régimen
político, porque sólo constituye una parte de él.
Los grandes problemas nacionales y los del régimen
político mexicano permanecen vigentes (el dinosaurio sigue vivo):
el estado de derecho es una ficción política para la mayor
parte de los mexicanos, los crímenes de Estado continúan
sin resolverse, la impunidad es la garantía del sueño apacible
para el establishment y los derechos indígenas siguen atados
al paternalismo estatal.
Por otro lado, la disolución del presidencialismo
no cedió su lugar a formas democráticas de hacer política,
sino a una trivialización de las formas de gobierno. Los enredos
conyugales de la presidencia hacen aparecer la figura de la pareja
presidencial. Sobre todo, emergen formas no institucionales de gobierno:
¿qué etapa política abre la recuperación de
Salinas de Gortari?
La separación de poderes que debe dar paso a una
presencia de la sociedad en la conducción política del país
a través del Congreso sólo ha perpetuado el divorcio entre
la sociedad civil y el Estado. No son menos estimulantes los avances de
la porción más beligerante y conservadora de la Iglesia en
la política mexicana. El respeto al voto, que ciertamente representa
un avance en el proceso de democratización, no lo es cuando sólo
legítima el continuismo: más de lo mismo, esto es lo que
muestra la abstención.
La crisis del régimen político mexicano,
que ha puesto nuevamente a flote el fracaso de la alternancia y que se
expresa en la enorme mayoría de mexicanos que no ve sentido a participar
en las elecciones, muestra que una parcela muy significativa de los procesos
políticos transcurre fuera de las instituciones políticas.
El dilema que se abre es el siguiente: o bien el bloque en el poder (es
decir la clase política y los grupos económicos hegemónicos)
continúa manejando la crisis política como una cuestión
de gobernabilidad; o bien da cabida a formas políticas nuevas que
permitan avanzar en el proceso de democratización que impulsa la
sociedad mexicana desde hace varias décadas. Un primer paso de esta
segunda opción sería el reconocimiento a los acuerdos de
San Andrés.
Atentamente
Alfonso López
Denuncia anomalías durante las votaciones en
Huiloapan, Veracruz
Señora directora: A las 11:50 horas del
domingo las casillas auxiliares ubicadas en las secciones electorales 1668,
1669 y 1670 del municipio (076) de Huiloapan de Cuauhtémoc, Veracruz,
que pertenece al 15 distrito electoral de Orizaba, del estado (30) de Veracruz,
fueron visitadas por diez personas vestidas con uniforme de policía
municipal de Orizaba, Ver. A bordo de la patrulla P-10 sin placas visibles,
con el logotipo del municipio de Orizaba, que colinda con el pequeño
municipio de Huiloapan, dijeron que iban a emitir su voto porque "como
andaban en recorrido no podían votar en sus casillas".
Antes de entrar a las casillas se aplicaron una sustancia
química en las yemas de los dedos que les daba un sujeto que tenía
una lista de casillas y sus ubicaciones.
La presidenta priísta del DIF municipal de Huiloapan
se dio a la tarea de visitar las humildes "viviendas" de las familias marginadas
a para presionarlas: "¿Ya fue usted a votar?, recuerde que la
maestra tiene un compromiso de seguirlos apoyando y estamos pendientes
de que usted le corresponda. Estamos muy pendientes, así que apúrese,
allá en la entrada de la casilla los estamos anotando", decía.
En la entrada de las casillas electorales y en lugares visibles, personal
del ayuntamiento de Huiloapan registró la entrada y salida de los
escasos votantes, a los del "partido" y a los "enemigos" del Partido Revolucionario
Institucional.
Atentamente
Juan Alberto Flores Rosales
Reconoce calidad de la atención en el hospital
de Lomas Verdes
Señora directora: Le solicito y agradezco
de antemano la publicación del siguiente mensaje en El Correo Ilustrado.
Es frecuente que nos quejemos de las instituciones de
salud. En esta ocasión, quiero hacer público un amplio reconocimiento
y agradecimiento al personal en general y a los médicos cirujanos
del hospital de traumatología y ortopedia de Lomas Verdes del IMSS,
en particular a los doctores Sergio A. Oliva Ramírez y Ricardo Esquivel
Gómez por su gran calidad humana y su responsable desempeño
profesional.
Debido a que mi madre fue intervenida para colocarle un
remplazo articular de rodilla tuve la oportunidad de atestiguar, durante
varias jornadas, que en este hospital cientos de personas (sobre todo adultos
mayores) recuperan su movilidad y autosuficiencia, pero más que
nada su dignidad. Ojalá todos los mexicanos tuvieran acceso a estos
niveles de calidad en los servicios de salud.
Laura E. Valverde Melgosa
Negligencia en La Raza pone en peligro la vida de
enfermos, acusa
Señora directora: Atentamente le solicito
la publicación de la siguiente denuncia:
En el área de terapia intensiva del hospital de
especialidades del Centro Médico Nacional La Raza del IMSS hay cucarachas
en el piso, batas sucias, ambiente insalubre, amarres en las manos, sarcasmo
de enfermeras y doctores, así como descuido médico.
Ante el mal diagnóstico y la negativa del servicio
en el área de urgencias de La Raza, interné a mi madre, de
77 años, en un hospital privado para una operación de vesícula.
Aunque se complicó con el síndrome de Guillian Barre, de
ambos problemas salió bien. Luego, ante el agotamiento de los ahorros
familiares, decidimos -como derechohabientes del IMSS- utilizar y confiar
los cuidados postoperatorios de mi madre al hospital de La Raza. ¡Grave
error!
Ingresó el 1º de julio a dicho hospital, únicamente
para concluir su recuperación; sin embargo, en tan sólo 36
horas su condición cambió drásticamente a grave, ante
el maltrato y la falta de higiene. Incluso fue diagnosticada y tratada
como sicótica; la sedaron y amarraron. Frente a esto me vi forzada
a sacarla para salvarle la vida.
Lo anterior es sólo un esbozo de la situación
general que viví en dos días, pero son muchos más
los sucesos que en su momento denunciaré.
Hoy mi madre se debate entre la vida y la muerte a causa
de una neumonía y agua en los pulmones. Está en otra institución
privada donde ya tiene nuevamente el trato digno que cualquier mexicano
debiera recibir. Yo tengo comprometidas mis pertenencias para salvarle
la vida.
¿Cuántos mexicanos mueren por no tener la
opción de un hospital mejor? ¿Cuántos se quedan callados
por ignorancia o simple "confianza en el gobierno"? ¿Cuántos
más tienen que morir para que el gobierno haga algo al respecto?
¡Ni uno más por negligencia!
Sandra del Valle Díaz, pintora
Molestia por doble discurso de Diego Fernández
de Cevallos
Señora directora: Es una verdadera burla
para el pueblo mexicano el caso en el que el despacho privado de Diego
Fernández de Cevallos gana a la Secretaría de la Reforma
Agraria una querella.
La burla proviene de un personaje que, con su doble discurso
y su doble moral, dice ser, como legislador, representante del pueblo.
Sin embargo, a la vez lo afecta severamente cuando como litigante afecta
a una dependencia gubernamental con esa cuantiosa cantidad que sin importar
si se paga en uno, dos o cuarenta años constituye un fuerte agravio
para los mexicanos. Esa cantidad podría destinarse a obras de beneficio
social.
Creo que no debe darse como un caso cerrado, pues al menos
quedan, o debieran quedar, los espacios de crítica y análisis
que ejercen los medios de comunicación, tanto escritos como electrónicos,
en los cuales ahora podemos expresarnos los mexicanos para denunciar los
abusos y las arbitrariedades de funcionarios y legisladores, como Diego
Fernández, quien además, con tal de hacerse notar en la prensa,
mantiene distintos frentes de batalla y polémica (fuera y dentro
del PAN) con diversos actores políticos. Simplemente no se vale,
Diego.
Mucho agradecería que fuera publicada esta carta
en el espacio del lector, pues puedo asegurarle que representa el sentir
y la molestia de muchísimos mexicanos.
Alberto Mazari Rodríguez
El
Correo Ilustrado
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