Advierte al Movimiento de los Sin Tierra que "por la fuerza nadie logrará nada"

La reforma agraria se hará en el momento adecuado, sostiene Lula

Las políticas del mandatario brasileño crearán una "crisis fenomenal", alerta sociólogo

AFP Y DPA

Brasilia, 17 de agosto. El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, aseguró que la reforma agraria se va a llevar a cabo en el momento adecuado, pero advirtió al Movimiento de los Sin Tierra (MST) que "por la fuerza, nadie hace nada.

"La reforma agraria va a hacerse en el momento adecuado y en la medida de lo posible", señaló Lula da Silva en entrevista publicada en la última edición del semanario Veja.

"Sigo creyendo que vamos a lograr un gran acuerdo con los trabajadores que luchan por la reforma agraria de nuestro país, pero no podemos repetir el error cometido hasta ahora", respondió al ser consultado sobre la política del MST, su histórico aliado, que en los últimos tiempos ha endurecido su discurso e incrementado las invasiones.

Precisamente este domingo campesinos de ese movimiento ampliaron un campamento en Río Grande do Sul, desoyendo la decisión del Tribunal Supremo Federal que esta semana anuló una expropiación de esas haciendas decretada por el gobierno.

El presidente sostuvo que los gobiernos anteriores se limitaron a repartir tierras sin dar a los agricultores condiciones para producir. "Cuando sólo se da la tierra, el gobierno se libra de un problema urbano y crea uno rural", por lo que el Estado debe proporcionar a los nuevos asentados asistencia técnica, créditos a bajo costo y precios de garantía para los productos agrícolas, aseguró.

Por otro lado, Lula desmintió rumores sobre una supuesta dimisión del ministro Antonio Palocci, quien cuenta con su "entera confianza" para dirigir la economía del país.

En tanto, el secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), el sociólogo argentino Atilio Borón, adviritó que las políticas adoptadas por Lula "van a producir un holocausto social y una fenomenal crisis económica".

En entrevista que publica este domingo el diario Folha de Sao Paulo, Borón sostuvo que el ex dirigente sindical tiene ahora poco tiempo -"diez u ocho meses"- para "reorientar el rumbo de las políticas económicas y avanzar profundamente en las sociales", en especial la reforma agraria.

Si el mandatario tarda en dar ese giro "será demasiado tarde" porque "después los adversarios históricos del cambio del progreso social, estarán fortalecidos y las bases sociales del Partido de los Trabajadores y el pueblo brasileño estarán desmoralizados para hacer frente a un proceso de cambio".

Según Borón, quien esta semana en Río de Janeiro participará en un seminario que reunirá a intelectuales de izquierda de varios países, la "idea absurda de pretender gobernar calmando a los mercados provoca la desgracia y la ruina de los países".

Varios intelectuales de izquierda han manifestado su decepción por el rumbo adoptado por Lula. El estadunidense Immanuel Wallerstein compara la elección del ex líder obrero como presidente de Brasil con la llegada al poder del Congreso Nacional Africano en Sudáfrica: "Ambos descubrieron que había que alcanzar una serie de acuerdos para poder gobernar", dijo el sociólogo estadunidense, para quien el ejercicio del poder tiene "limitaciones inherentes" y el Estado no es tan poderoso como se cree.

Por otra parte, una investigación del asesor técnico de la Cámara de Diputados, Flavio Tonelli, reveló que el gobierno dejó de utilizar entre enero y junio 28 por ciento de los 30 mil 700 millones de dólares de la recaudación de Seguridad Social, que deberían ser destinados a programas sociales.

"Los gastos obligatorios, como pago de salarios y de pensiones del sistema previsional, aumentan cada día, lo que obliga a las autoridades a cortar en su propia carne", dijo el economista Raul Velloso al diario O Globo.

Según el rotativo, los 8 mil 800 millones de dólares que dejaron de ser invertidos en el sector social corresponden a 95 por ciento del total de recursos presupuestarios bloqueados por el programa de ajuste fiscal.