México D.F. Lunes 18 de agosto de 2003
Denuncia intimidación de la Femospp
Estimada Carmen: Agradezco un espacio en El Correo
Ilustrado para la siguiente denuncia.
El 28 de agosto de 2001 interpuse una demanda ante la
PGR contra todos los que resulten responsables por la detención
y desaparición de mi esposo Rafael Ramírez Duarte, que ocurrió
el 9 de junio de 1977. Esta demanda la levantamos una vez más los
familiares del Comité ¡Eureka! Como respuesta a ello, 27 desaparecidos
fueron citados a comparecer ante la PGR, entre los cuales se encontraban
Jesús Piedra, Javier Gaytán, José de Jesús
Avila, y mi esposo. Facsímiles de dichos citatorios fueron publicados
en la primera plana de La Jornada (6 de diciembre de 2001). Es importante
señalar que la demanda que nosotros levantamos es por el delito
de desaparición forzada (delito imprescriptible), no por privación
ilegal de la libertad (delito que prescribe), como hasta ahora de manera
sesgada ha argumentado la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales
y Políticos del Pasado (Femospp).
En esta ocasión quiero denunciar las acciones intimidatorias
que la citada fiscalía ha realizado contra mi familia en días
recientes: la semana pasada, después de llamadas telefónicas
extrañas en casa de un familiar, quisieron entregar en su domicilio
un citatorio para mí. Se les informó a quienes lo llevaban
que yo no vivía ahí. Días después llevaron
al mismo domicilio otro citatorio, pero dirigido a mi hijo, quien tampoco
vive ahí. En esa ocasión actuaron indebidamente y con dolo:
sustrajeron un documento de identidad de mi familiar y amenazaron diciendo
que de no presentarse mi hijo lo iban a detener en cualquier lugar que
lo encontraran. Por tercera ocasión llevaron otro citatorio, pero
ahora a nombre de mi familiar, a quien le robaron su documento. Con esta
actitud y "forma de trabajo", la fiscalía demuestra que no sólo
no resolverá los problemas de justicia e impunidad, sino que continuará
con el amedrentamiento hacia los familiares de los desaparecidos po- líticos.
Resulta increíble que después de haber sufrido la desaparición
forzada de mi querido esposo sigamos siendo hostigados por los "supuestos"
responsables de hacer justicia. ¿Cómo confiar en una fiscalía
que sólo da palos a ciegas?
Sara Hernández de Ramírez Duarte
Protesta por atentado contra patrimonio histórico
de Cuautla
Señora directora: Me permito distraer su
atención y la de los lectores para informar a la opinión
pública de un grave atentado contra el patrimonio histórico
de los mexicanos.
Ante la inacción del INAH, el actual director de
Banobras, licenciado Felipe Calderón Hinojosa, para la liquidación
de los ferrocarrileros nacionales, sometió a licitación el
desmantelamiento de la histórica vía angosta de Cuautla Viejo
a Cuautlixco.
Esta miope decisión burocrática resulta
particularmente grave, dado que la estación de Cuautla se encuentra
en un entorno museográfico privilegiado, junto al ex convento de
San Diego, que alberga el museo del generalísimo José María
Morelos y Pavón, y que la creación de un museo del Ferrocarril
en dicha estación ya se encuentra en trámite.
En vez de potenciar el desarrollo turístico y la
conservación del patrimonio cultural del centro histórico
de Cuautla con el desarrollo de un recorrido panorámico con la locomotora
de vapor preservada y funcional, la visión neoliberal de algunas
autoridades mutila irreparablemente el patrimonio cultural de la nación,
privando a las nuevas generaciones de bienes de incalculable valor histórico
a cambio de una bagatela.
Por este medio externamos nuestra más categórica
protesta y exigimos que se ponga inmediato fin a este bárbaro atropello
y la inmediata reposición de los tramos levantados.
María Elena Gaitán Cervantes, Comité
Pro Patrimonio Cultural Ferroviario, Club Amigos del Ferrocarril AC
Aclaración a artículo acerca del ex Sutaur
Señora directora: El 12 de agosto pasado,
en la página 36 de la sección La Capital, fue publicado un
artículo de Nora Patricia Jara con título "Ex Sutaur 100:
asunto público", en el que narra una serie de imprecisiones y afirmaciones
calumniosas que nos obligan a aclarar lo siguiente:
El negro historial al que se refiere, ¿es aplicable
al sindicato o al organismo Ruta 100? Porque si no lo sabe el organismo
Ruta 100 fue declarado en quiebra bajo la administración del regente
Oscar Espinosa Villarreal, torciendo la interpretación y aplicación
de la ley para acabar con una organización sindical combativa y
ejemplar, hechos que podemos argumentar y documentar en el momento que
Nora Patricia Jara guste.
En el curso de los años 1995 y 1996 fueron liquidados
12 mil 4 trabajadores del organismo Ruta 100 con motivo de la quiebra;
todos fueron invitados por la dirigencia sindical a participar en proyectos
productivos, única alternativa que dejó el gobierno de Espinosa
Villarreal a los despedidos, pero bajo esquemas de sociedades mercantiles
que la ley establece.
Aceptaron un promedio de 7 mil trabajadores, quienes aportaron
voluntariamente 30 por ciento de sus liquidaciones y constituyeron unidades
de producción, entre ellas Servicios Metropolitanos de Transporte
17 de Marzo SA de CV y Autotransportes Urbanos Siglo Nuevo SA de CV, que
fueron objeto de la "toma" a que hace referencia Nora Patricia Jara por
un grupo de sujetos encabezados por Jorge Cuéllar Valdez, con lo
que cometieron delitos en contra de las empresas, pues incluso cuando tengan
el carácter de socios no los exime de responsabilidades legales.
Afirma Jara: "Cientos de familias comprometieron sus bienes
y futuro, en una liquidación que aún no llega, porque ocho
años después y gracias a los amparos interpuestos..." ¿A
qué se refiere con una liquidación que aún no llega?
¿Al capital social de las empresas? Una liquidación, ¿de
qué o por qué? Nora Patricia Jara confunde, no sabemos si
por ignorancia o por dolo, lo que es el funcionamiento de las sociedades
mercantiles con el patrimonio del Sutaur 100.
Agrega: "Los mismos dirigentes sindicales acusados por
el gobierno local hoy de corrupción (...) los dirigentes sindicales
son casi dueños de las empresas constituidas con patrimonio sindical
(...) quedaron descubiertas (los dirigentes sindicales) al conocerse públicamente
sus riquezas y mansiones obtenidas con el resultado de corruptelas y la
sujeción de sus representados (...) el hijo de Ricardo Barco recibe
hasta 300 mil pesos mensuales en ganancias". Exigimos a la autora sostener
sus aseveraciones ante la autoridad judicial correspondiente, porque una
cosa es el derecho a la información y otra muy distinta la calumnia
a personas abusando de ese derecho.
Jorge Cuéllar Valdez y su grupo, con la toma de
autobuses e instalaciones de manera totalmente ilícita, pretenden
presionar a las autoridades del sector trabajo para que les otorguen un
reconocimiento que no pueden acreditar como comisión liquidadora
y, de paso, chantajear a las autoridades del DF para que les entreguen
concesiones para autobuses y placas para taxi, argumentando falsamente
tener derechos. Ningún funcionario del Gobierno del Distrito Federal
ni de tribunal alguno nos ayuda ni asesora. Les exigimos, eso sí,
la aplicación estricta de la ley.
Gabino Camacho Barrera
Sobre el fuego amigo
Señora directora: Un comentario marginal
a la columna de León García Soler del domingo 17, en la que
el autor afirma, con relación a un dicho del senador Fernández
de Cevallos, que la expresión inglesa friendly fire debería
traducirse por "fuego amistoso" -no amigo- puesto que friendly "es
adverbio". No es así: friendly es primordialmente adjetivo,
pese al sufijo -ly. De hecho, manuales de estilo en inglés
consideran incorrecto el uso adverbial, aunque es tan común que
los diccionarios acabaron doblando las manos y lo incluyeron (en los países
de habla inglesa no existe una burocrática academia de la lengua
que tarde siglos en darse cuenta de que una palabra o una acepción
existen).
En todo caso, si fuera adverbio se traduciría por
"amistosamente". Como adjetivo quiere decir, en efecto, "amistoso (a),
amigable", pero en la expresión eufemística friendly fire
se emplea en contraposición a enemy fire (fuego enemigo),
y la traducción correcta, por consiguiente, es "fuego amigo", como
se ha venido utilizando en La Jornada y otros medios. Fuego amistoso
serían, por ejemplo, los 21 cañonazos con que solía
recibirse en otros tiempos a los dignatarios visitantes. Aquel otro fuego
nada tiene de amistoso, lleva las peores intenciones, sólo que se
dirige por error -o por otra cosa, en el caso de nuestros políticos
locales- a alguien que presuntamente pertenece al mismo bando de quien
dispara.
Jorge Anaya
El
Correo Ilustrado
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