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México D.F. Lunes 18 de agosto de 2003
Se presentó el número de aniversario de La hija de la palanca y un libro
Carlos Alday y Lalo Marmolejo cerraron de semana cultural del centro Tepito-Lagunilla
JAIME WHALEY
La ausencia del anunciado grupo cubano que debería amenizar la reunión que marcó la clausura de la Semana Cultural del Centro Comunitario Tepito-Lagunilla -que tuvo tintes isleños-, no obstó para que la concurrencia se fuera feliz la noche del viernes del local de la calle de González Bocanegra. La banda del barrio hizo honor a su raigambre fiestera y para pronto dos músicos, Carlos Alday y Lalo Marmolejo, ocuparon el entarimado y se pusieron a rasgarle a la lira en un abanico musical que abarcó varios géneros para agrado de los asistentes.
Además de ponerle fin a las actividades, que incluyeron conferencias, exposiciones y un baile, la reunión sirvió de marco para la presentación del número que conmemora los 10 años de La hija de la palanca, la apreciada "publicación menstrual", que ya se adelanta o ya se atrasa, pero que es mal síntoma cuando no sale, y la aparición de un libro, Un clon llamado Chon, volumen que contiene 22 cuentos de Humberto Vallejo, vecino de la colonia Guerrero, pero identificado, como él lo acepta, con los tepiteños.
Alday y Marmolejo, que proceden de los grupos El Cajón del Muerto y Barrio Blues, hicieron lo suyo, al pulsar la guitarra y darle a la cantada, ambas cosas realizadas con ahínco y aceptable nivel. Unos voluntarios se aposentaron tras una improvisada barra, a un ladito de donde se colocó el sillerío, y prepararon los cubanísimos mojitos. Atendieron bien y sirvieron mejor, dentro de los límites de la permisividad y, desde luego, no faltó el espontáneo que a la menor insinuación del dueto, se hizo del micrófono y demostró sus dotes de canario.
Pretexto para hacer lírica
La hija..., publicación que está garantizada por un sello de Old neutle, Tepito quality y que a lo largo de esta década ha resultado un buen pretexto literario para que tepiteños y no hagan lírica, presenta en este número de aniversario -que aparece luego de una larga ausencia- su departamento de mujeres con trabajos de Concepción Cuevas y Abigail Pedroza; asimismo incluye poesía de Santiago Montobbio, un cuento de Carlos Ortiz y los relatos de Luis Cromvat, Primeo Mendoza y Mario López, el editor.
En lo referente al libro, éste es el primer trabajo de Vallejo, diseñador gráfico de oficio, quien coincidentemente ha publicado en La hija... sobre asuntos disparatados, historias truculentas y relatos de personajes que intentan hacer creíble lo increíble. "El libro es apto para cualquier persona de la familia -explicó el autor-, aún para aquellos que no saben leer, esperando lo aprendan a hacer cuanto antes."
En cuanto al festejo, todo terminó conforme a lo esperado, esto es, en paz, pues no hubo falsas poses de actricillas que se disculparan. El centro anuncia otras actividades antes del cierre de administración delegacional.
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