México D.F. Lunes 18 de agosto de 2003
Inventado por Leonard Judson, cumple 110 años
El cierre, básico en la ropa, hoy también es accesorio para el cabello
DPA
Hamburgo, 17 de agosto. Todo el mundo la conoce, y probablemente todos tengan al menos una. Es fácil de usar, aunque también suele trabarse en el momento menos indicado y aun así no podemos imaginarnos nuestra vida cotidiana sin ella.
El martes, esta pieza con muchos dientecillos celebra su cumpleaños: la cremallera cumple 110 años de existencia.
Fue inventada por el ingeniero estadunidense Whitcomb Leonard Judson, quien en 1893 registró una patente para un "nuevo cierre de ganchos o abridor de zapatos". Ese mismo año presentó públicamente su innovación en la muestra mundial de Chicago.
Junto con su socio Lewsi Walter, Judson fundó un año después en Hoboken, cerca de Nueva York, la primera fábrica de cremalleras del mundo: la Walker Universal Fastener Company.
Sin embargo, el éxito tardó en llegar. La cremallera todavía no estaba completa, se trababa con demasiada frecuencia o se volvía a abrir sin que su dueño lo deseara. Veinte años después, el ingeniero estadunidense Gideon Sundback, proveniente de Suecia, mejoró el invento de Judson y le dio prácticamente el aspecto que tiene hoy, 90 años después. Dos tiras de género flexibles en cuyos laterales hay una fila de dientes de metal o plástico que son presionados unos contra otros por una chaveta.
Lo que nadie sabe en la actualidad es cuántas cremalleras se producen anualmente en el mundo. Expertos parten de la base de una cifra tres veces millonaria. Alrededor de 80 por ciento de las cremalleras son fabricadas por trabajadores mal remunerados en distintas partes del mundo y frecuentemente son niños que laboran a destajo en grandes fábricas textiles.
En los países industrializados este producto masivo también se fabrica a diario por miles de unidades. Según la Asociación Profesional de Técnicas de Ensamblaje y de Sujeción (Alemania), el año pasado los fabricantes germanos de estos cierres produjeron cremalleras con dientes metálicos y plásticos por un valor total de 80 millones de euros (más de 90 millones de dólares).
Hace mucho tiempo que las cremalleras no sólo se usan en pantalones, chaquetas o ropa de cama. En los últimos años, muchos diseñadores famosos les dieron una amplia gama de aplicaciones; incluso se incorporó en la moda de accesorios para el cabello.
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