ASTILLERO

Julio Hernández López

Shame

Declives internos y externos

LA MUERTE POR propia mano de un dirigente campesino surcoreano en Cancún agregó tensión y desgastó aún más la conferencia ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) a la que Ernesto Zedillo había previamente declarado inútil y a la que Vicente Fox concurrió con poco eficaces posturas inaugurales de apertura y comprensión hacia los llamados globalifóbicos (o altermundistas).

FRACASOS E INCIDENTES en el plano internacional que subrayan la transformación a la baja del sueño protagónico de un gobierno que se creyó llamado a primerísimos planos y ahora vive una notable devaluación generalizada. Recuérdese, para no ir tan lejos, que dos años atrás Vicente Fox se sentía con fuerza suficiente como para emplazar a George W. Bush en el mismísimo Washington para que aprobara acuerdos migratorios favorables para los mexicanos. Eran los días de gloria del presidente "del cambio" y su tal "bono democrático", y de funcionarios estelares como Jorge Castañeda y su tutela evidente sobre el guanajuatense.

HOY, EL PRESIDENTE Fox sobrelleva un gobierno de rutinas declinantes. Cada vez que él o su ineficaz secretario de Relaciones Exteriores pretenden reabrir el expediente migratorio reciben un palmetazo público (el más reciente, a cargo de Colin Powell, que canceló toda posibilidad de acuerdos sobre la materia, al menos durante la actual administración estadunidense). La caída de las Torres Gemelas fue también la caída de los sueños protagónicos del primer presidente mexicano panista. El 11-S acabó con el falso espectáculo de las amistades vaqueras entre los presidentes de dos países asimétricos, y lanzó a Estados Unidos a la reordenación de sus prioridades y alianzas. Desde entonces, México y su presidente derechista pasaron a un purgatorio agravado por la reticencia foxista a acompañar a Bush en la parte de sus venganzas mundiales referida a Irak.

POR ELLO RESULTA notable la palabra coreada ayer por opositores a ese foro mundial mientras Luis Ernesto Derbez leía un discurso sin sal, previo al del propio presidente Fox: shame, que en español significa vergüenza. Vergüenza debemos tener todos porque se haya producido una muerte (la del activista de 56 años que formaba parte de la directiva de la Liga Campesina Coreana) para subrayar la injusticia de las relaciones comerciales mundiales y la diaria agresión corporativa al medio ambiente y a la agricultura. Y en especial los mexicanos no debemos ver esa forma de protesta como algo ajeno o distante. Recuérdese, para no ir tan lejos, que el pasado 14 de julio Gustavo Guerrero, un ejidatario de 70 años procedente de la Comarca Lagunera, sólo alcanzó a prenderse fuego en el brazo izquierdo de su chamarra luego de que había amenazado con quemarse por completo si no le permitían vender melones en el Zócalo de la ciudad de México. Guerrero decía protestar por la falta de apoyos del gobierno federal a sus compañeros laguneros y pretendía mantenerse en la capital del país haciendo gestiones para su causa, con la venta de la mercancía que, finalmente, pudo ofrecer por única ocasión en el Zócalo, luego de que policías de Seguridad Pública apagaron su ropa que comenzaba a quemarse. Tampoco deben anotarse en renglones foráneos las múltiples y cada vez más traumáticas formas de protesta a que la desesperación lleva diariamente a lo largo del país. Shame, vergüenza.

ASTILLAS: LA PERIODISTA Guadalupe Báez ha sido nombrada coordinadora de Comunicación Social de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Con tal decisión, la mayoría perredista tratará de remontar deformaciones como las habidas en la legislatura anterior, en la que Armando Quintero entregó esa oficina estratégica a los panistas a cambio de que le dejaran controlar áreas relacionadas con dinero y administración. El cambalache de Quintero permitió que el área de prensa fuese entregada a José Antonio Pérez Stuart, un columnista de negocios identificado con grupos de ultraderecha, que mantuvo su sección mientras era funcionario y que luego fue acusado formalmente de malos manejos con los recursos a su disposición (entre otras cosas, de dar embutes para que texto e imágenes de la Asamblea y su líder fuesen favorablemente reproducidas en medios). Con Guadalupe Báez no habrá chayos ni duplicidad de funciones ni manejos oscuros... En la ciudad de México el secretario de rectificación, Santiago Creel, alardeaba ayer de que nunca más habrá congresos federales sumisos o sometidos al Ejecutivo (Creel insumiso, al que Marta hizo echarse atrás en cuanto a renuncias a Vamos México dadas antes por buenas por el bisoño ocupante de Bucareli)... El lector Raúl Rodríguez ha hecho llegar a esta columna un sabroso texto denominado "El pato que cruzó la carretera", en el que diversos personajes de la política, la filosofía y la religión dan su interpretación del porqué de aquellas andanzas palmípedas. Dada la amplitud del escrito, Astillero ha habilitado al susodicho Rodríguez (sin siquiera avisárselo, pero confiado en su generosidad) para que en su correo [email protected] reciba las solicitudes de quienes deseen conocer el mencionado texto y que desde allí les sea enviado. Gracias anticipadas a Raúl por ese servicio de intermediación... Luego de patinar al elogiar a esta columna, y considerar que las opiniones aquí vertidas son "razonables, juiciosas y bien fundadas", el ingeniero Jesús Barrios ([email protected]) incita a este tecleador a que deje de hacerse pato (que no quiere cruzar la carretera) y que diga con todas sus letras que tras Carlos Slim está Carlos Salinas de Gortari. Asegura don Jesús (profesor del Instituto Politécnico Nacional durante muchos años, según menciona en su carta) que en 1988 Teléfonos de México estaba valuada por las principales corredurías internacionales en alrededor de 23 mil millones de dólares y que "dos años después, Salinas de Gortari la vendió en 6 mil millones de dólares", así es que Ƒdónde quedó la diferencia? "Todos, en la empresa 'adquirida' por Slim, sabían que éste era tan sólo el prestanombres del real ejecutor de la transacción". El ingeniero Barrios exhorta a este calumnista a imitar el buen ejemplo investigador de Jaime Avilés, para cazar no sólo a peces pequeños, sino "a los grandes tiburones"... Bueno es que el premio Príncipe de Asturias haya sido asignado este año a J.K. Rowling, la autora de la serie de Harry Potter, tanto para demostrar la importancia de alentar la imaginación en los chiquillos y chiquillas como para reconocer un fenómeno literario al que más de un especialista desdeña por su carácter masivo y presunta falta de calidad... Y, por hoy, es todo.

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