México D.F. Jueves 11 de septiembre de 2003
Error, conferir demasiada importancia al IVA, destaca
Fracasó la primera generación de reformas en México, afirma Stiglitz
DAVID ZUÑIGA
El premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz, aseguró que la primera ola de reformas estructurales en México y otros países de América Latina fue un fracaso, pues sólo sirvió para que 10 por ciento de la población más rica obtuviera beneficios "desmesurados" mientras empeoraba la situación del 30 por ciento más pobre.
En un artículo titulado El rumbo de las reformas. Hacia una nueva agenda para América Latina, divulgado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Stiglitz también cuestiona la propuesta de aplicar una tasa generalizada del impuesto al valor agregado (IVA), elemento clave de la reforma fiscal planteada en México.
El también catedrático de la Universidad de Columbia explica que las reformas privatizadoras en América Latina expusieron a los países a más riesgos sin darles elementos para enfrentarlos y fortalecieron al sector privado a costa del debilitamiento del Estado.
Por ello, señala, las nuevas reformas deben promover un mayor equilibrio entre el mercado y el Estado, superar el excesivo énfasis en el control de la inflación para atender más la creación de empleos, concentrarse más en el surgimiento de empresas nuevas que en la privatización de las estatales, y hacer énfasis en la reducción de la pobreza en lugar de seguir creyendo que la riqueza concentrada termina por derramar sus beneficios al resto de la sociedad.
Stiglitz sostiene que la liberalización económica no ha generado crecimiento, sino que ha provocado en los países de la región recesiones, depresiones y crisis, aun en los países considerados alumnos ejemplares, como Brasil y Argentina, lo que se ha traducido en más desigualdad y pobreza. "Una estrategia de reforma que prometió una prosperidad sin precedente ha fracasado de una manera casi sin precedente", señala. Como ejemplo menciona que más de 70 por ciento de los empleos generados en América Latina y el Caribe en la década de los 90 fueron informales.
El economista explica que el fracaso de la primera generación de reformas no implica que se deba volver al pasado; sin embargo, destaca que no existe una solución única y que cada país debe adaptar las nuevas reformas a sus características y necesidades.
Quien fuera parte del equipo económico del ex presidente Bill Clinton, también pone en entredicho las supuestas bondades de la apertura comercial. "La liberalización del comercio -señala- ha fomentado la movilidad de los trabajadores, que no han pasado de empleos de baja productividad a empleos de alta productividad, sino de empleos de baja productividad al desempleo (...) Es evidente que el injusto sistema de comercio internacional no ha hecho más que empeorar las cosas. ƑCómo podrían competir los agricultores pobres de Chiapas con el país altamente subsidiado de Estados Unidos?"
Por lo que respecta a la propuesta de aplicar el IVA inclusive a medicinas y alimentos, Stiglitz advierte que conferir demasiada importancia a este gravamen para incrementar la recaudación limita la función del gobierno en la redistribución del ingreso. El IVA, sostiene, es un impuesto inequitativo; en la mayoría de los países en desarrollo no es compatible con la eficiencia económica ni promueve el crecimiento, porque grava al sector formal en lugar de promoverlo.
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