Es la primera en 15 años

Derrota electoral laborista en GB

DPA, AFP Y REUTERS

Londres, 19 de septiembre. El gobernante Partido Laborista británico sufrió este viernes su primera derrota electoral parlamentaria desde los pasados 15 años, en lo que se interpretó como una caída de la popularidad del primer ministro Tony Blair por su política unirse a la guerra contra Irak.

Aunque se trató de unos comicios locales de la segunda vuelta en el distrito londinense de Brent East, que hasta ahora había sido feudo laborista, se destacó la victoria de la liberal demócrata Sarah Teather porque es fuerte opositora a la guerra y proviene del tercer partido en importancia del país.

Para los observadores se trató de un revés abrumador para los laboristas, pese a la participación mediocre de sólo 36 por ciento del electorado, porque Teather, de 29 años, obtuvo, según la comisión electoral, una mayoría de mil 118 votos frente al laborista Robert Evans, y se convertirá en la diputada más joven de la Cámara baja.

La elección se hizo necesaria porque el diputado local, Paul Daisley, falleció en junio anterior, quien en su momento había ganado las elecciones de 2001 con 63 por ciento de los votos y una mayoría de más de 13 mil sufragios.

Analistas y miembros del Partido Laborista coincidieron en que estos resultados se deben a que la guerra contra Irak tuvo un efecto de "lastre", mientras el presidente de los laboristas, Ian McCartney, señaló que esta segunda ronda ha sido "la más difícil de los pasados 20 años".

La candidata ganadora no dudó en apuntar que su victoria se debió a la postura contraria de los demócratas liberales a la intervención británica en la guerra contra Irak, cuyo primer ministro dio su apoyo incomdicional a las tropas estadunidenses.

Ahora se evalúa también el daño político sufrido por Blair y su partido por el escándalo del suicidio del científico David Kelly, ocurrido en julio, fecha en que el primer ministro comenzó a afrontar una caída en la confianza, según encuestas.

El impacto de esta derrota de los laboristas, que también se atribuye al deterioro de los servicios públicos, apunta en el sentido de que Blair es la primera víctima y el principal responsable de este fracaso.