México D.F. Sábado 20 de septiembre de 2003
Michael Moore*
Tres sencillas viñetas para un estadunidense decente
Existen muchos estadunidenses, por demás decentes,
que siguen engañados en lo que respecta a George W. Bush; inclusive
declaran que el hombre les cae bien. Son los que constituyen 58 por ciento
de la po-blación que aprueba su administración, y 64 por
ciento que todavía dice que la guerra fue buena idea. Usted conoce
bien a estas personas. Trabajan con usted, o están en el salón
de clases junto al suyo. De he-cho, ¡podrían estar sentados
en su cocina en este preciso instante!
Creo que debemos tenderle la mano a estas personas; no
de manera partisana ni condescendiente. Creo que si compartimos con ellos
algunas informaciones, y lo ha-cemos con sentido común y no por
medios políticos, aún existe la oportunidad de llegar a ellos
y darle un giro a las cosas.
Quizás es mi tonto optimismo en torno a lo bueno
que hay en cada persona y a la habilidad que todos tienen, ultimadamente,
de diferenciar lo bueno de lo malo.
Me gustaría presentar aquí tres pequeñas
viñetas que quisiera compartir con estas personas. Son tan simples
y tan apabullantes en su contenido que si usted las reparte en la oficina,
en la escuela, en su vecindario o en su recámara, podría
lograrse algo. Aquí están:
1.- GEORGE Y LAURA, HABLANDO DEL 11 DE SEPTIEMBRE DE 2001:
UN BARRIL DE CARCAJADAS
Lo que sigue es una entrevista con la primera pareja publicada
en una de mis revistas favoritas, el Ladies Home Journal (de octubre
de 2003). Se les preguntó so-bre lo que los sucesos del 11 de septiembre
de 2001 significaron para ellos en lo personal. Aunque perecieron más
de 3 mil personas ese día, George W. fue capaz de ver la situación
con sentido del humor, cuando terminó el día.
Peggy Noonan (la entrevistadora): Ustedes estaban separados
el 11 de septiembre. ¿Cómo fue volver a verse?
Laura Bush: Bueno, sólo nos abrazamos. Creo que
sentíamos cierta seguridad al es-tar juntos, en vez de separados.
George W. Bush: Pero el día terminó con
una nota de relativo humor. Los agentes me dijeron: "Ustedes van a dormir
en el sótano. Washington sigue siendo un lugar peligroso". Yo les
dije que no. No podría dormir ahí abajo. La cama no parecía
cómoda. Yo estaba cansado, Laura estaba cansada, y nos gusta nuestra
cama. Nos gusta mantener nuestra rutina. Ya sabe, tenemos costumbre de
anidar. Sabía que tenía que enfrentarme a los problemas al
día siguiente, darle fuerza y consuelo al país, por lo que
necesitaba descansar para estar mentalmente preparado. Así que le
dije al agente que dormiríamos arriba, y él lo aceptó,
con muchas re-servas. Laura usa lentes de contacto y estaba profundamente
dormida. Barney (el pe-rro terrier de los Bush) estaba con nosotros.
El agente llegó corriendo de pronto y dijo: "Nos están atacando.
Necesitamos que baje", así que ahí vamos. Yo estaba en shorts
y camiseta, y además descalzo. Traía al perro en una mano.
Laura llevaba al gato, y yo estaba jalando a Laura...
Laura Bush: Y yo no traía mis lentes de contacto
y andaba con pantuflas de peluche.
George W. Bush: Y este tipo estaba sin aliento; íbamos
derecho al sótano porque un avión no identificado venía
volando directo hacia la Casa Blanca. Luego, un tipo dijo que se trataba
de un avión amigo, así que volvimos a nuestra cama.
Laura Bush: (Riendo) Y simplemente nos acostamos pensando
en cómo debimos habernos visto.
Peggy Noonan: Es decir que un día que comenzó
con una tragedia, terminó con los hermanos Marx.
George W. Bush: ES VERDAD. COMO NOS REIMOS. (Fin)
A pesar de que Estados Unidos acababa de sufrir el peor
ataque contra su territorio, de alguna manera este hombre fue capaz de
cerrar el día con una nota graciosa. Me pregunto cuántas
de las 3 mil familias que perdieron a alguien ese día vivieron algo
que les pareció chistoso antes de irse a dormir. Por favor, léanle
la entrevista en voz alta a cualquiera que esté dispuesto a escucharla.
Es sumamente reveladora.
2.- ACABAMOS DE DESTRUIR EL FUTURO DE NUESTROS HIJOS
El primer párrafo de un reportaje publicado el
día 14 de septiembre en el New York Times habla de cómo
Bush ha roto un ré-cord al demoler un superávit sin precedentes
y convertirlo en un déficit histórico. Es una de las mejores
entradas periodísticas que yo jamás haya leído en
un diario.
Dice así:
"Cuando el presidente Bush informó a la nación,
la noche del pasado domingo, que permanecer en Irak el próximo año
costará otros 87 mil millones de dólares, muchos de los que
tendrán que pagar ese costo no pudieron verlo. Sus padres ya los
habían acostado."
¡Bravo! ¡Viva! ¡Ojalá los niños
nos lo agradezcan algún día!
El siguiente párrafo es como sigue (yo agregué
el énfasis con las mayúsculas):
"Funcionarios de la administración reconocieron
al día siguiente que cada dólar que cueste la operación
será PRESTADO; un crédito que según economistas será
pa-gado por la PROXIMA generación de contribuyentes Y LA GENERACION
POSTERIOR A ESA. Los 166 mil millones de dólares que han costado
HASTA AHORA las operaciones en Irak y Afganistán, que ha dejado
boquiabiertos a muchos en Washington, se sumarán a lo que ya es
el ma-yor déficit presupuestario jamás visto en esta nación."
Sus amigos conservadores llorarán cuando lean esto.
Entonces, abrácelos y dígales que todo va a estar bien, una
vez que hayamos hecho lo que tenemos que hacer.
3.- QUE PUEDE COMPRARSE CON 87 MIL MILLONES DE DOLARES
Yo comprenderé si el lector antes de terminar esta
lista siente ganas de vomitar. Pero de todos modos distribúyala
entre sus co-nocidos. Cualquier individuo cuerdo y pensante considerará
que éste es el último clavo que cerrará la tapa del
ataúd de la guerra contra Irak, sin importar su tendencia política.
(Los datos son cortesía del sitio TomPaine.com y del Center
for American Progress).
Para adquirir perspectiva, he aquí algunos equivalentes
de la vida real de lo que son 87 mil millones de dólares:
Ochenta y siete mil millones de dólares es más
que el total de la suma de todos los déficits estatales en todo
Estados Unidos.
La administración Bush no ha propuesto absolutamente
ningún fondo que ayude a los estados a paliar sus déficits,
a pesar de que los recortes fiscales provocaron una grave baja en las recaudaciones
locales. (Fuente: Centro de Presupuestos y Prioridades Políticas).
Ochenta y siete mil millones de dólares es suficiente
para darle 26 mil 363 dólares a cada uno de los 3.3 millones de
personas que han perdido su empleo durante la ad-ministración Bush.
La extensión de ayudas para el desempleo aprobada
a principios de año por el Congreso no da beneficio alguno a "trabajadores
que han agotado las pensiones de desempleo y no pueden encontrar trabajo".
Cabe destacar que dos tercios de todos los desempleados, efectivamente,
han agotado las pensiones a las que tienen derecho. (Fuente: Centro de
Presupuestos y Prioridades Políticas).
Ochenta y siete mil millones de dólares es más
del doble de la cantidad total que el gobierno gasta en seguridad interna.
Estados Unidos invierte 36 mil millones de dólares
en seguridad interna. Aun así, el senador Warren Rudman (republicano
por New Hampshire) escribió que "a Estados Unidos le faltarán
aproximadamente 98.4 mil millones de dólares para responder a emergencias
durante fases críticas de la seguridad nacional", si no se incrementan
los fondos disponibles. (Fuente: Consejo para Relaciones Exteriores).
Ochenta y siete mil millones de dólares es 87 veces
la cantidad que el gobierno federal invierte en programas educativos extraescolares.
George W. Bush propuso un presupuesto que reduce de mil millones de dólares
a 600 millones de dólares los fondos para este fin, lo que excluyó
de dichos programas a 475 mil niños. (Fuente: el Comité de
Apropiaciones, dominado por los republicanos).
Ochenta y siete mil millones de dólares es más
de 10 veces lo que el gobierno gasta en protección del medio ambiente.
La administración Bush solicitó sólo 7.6 mil millones
de dólares para toda la Agencia de Protección Ambiental.
Esto implicó una reducción de 32 por ciento a los créditos
para plantas potabilizadoras de agua, un recorte de 6 por ciento del personal
de-dicado a la concientización y una reducción de 50 por
ciento en el presupuesto destinado a la adquisición y conservación
de tierras. (Fuente: Consejo de Defensa a los Recursos Naturales).
Ahí lo tienen. En blanco y negro. Algunos millones
de ustedes recibirán esta carta. Por favor, compártanla con
al menos media docena de personas en estos días. Yo, al igual que
ustedes, no quiero ver otro índice de aprobación para Bush
de más de 50 por ciento.
Suyo, Michael Moore
www.michaelmorre.com
[email protected]
*Michael Moore ganó este año el Oscar a
mejor documental con su película Masacre en Columbine, sobre
la cultura de las armas en EU
Traducción: Gabriela Fonseca
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