México D.F. Miércoles 8 de octubre de 2003
Especialistas piden al gobierno una política de Estado
El inmovilismo domina la vida de las universidades públicas
JOSE GALAN ENVIADO
Los Cabos, BCS, 7 octubre. En las universidades públicas impera la lógica de las habilidades políticas por encima de las capacidades científicas. Eso sucede en todo el país como forma de ascender en el escalafón y obtener mayores ingresos. Para evitar problemas, movilizaciones y protestas, no se hace nada. Se cae en el inmovilismo. Por ello, la política universitaria se debe ejercer de otra manera, afirmó Ricardo Gutiérrez Padilla, vicerrector de la Universidad de Guadalajara, quien puso como ejemplo en investigación y desarrollo a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero advirtió también que "suponer que esa casa de estudios no puede mejorar sería un error".
Por otra parte, entre las conclusiones del seminario sobre el desarrollo de la ciencia y la tecnología en las universidades estatales quedó claro que no hay una política clara que coordine los diferentes esfuerzos en esos sectores por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y las universidades estatales, es decir, no hay un gran programa nacional que articule la investigación y el desarrollo a nivel nacional.
Gutiérrez Padilla afirmó en entrevista que existe una planta académica en el país sin hilo conductor y que "hay desencanto" porque los resultados son evidentes: cambian las voces, pero no la situación; la ciencia y la tecnología no son privilegiadas en atención ni en recursos y se intenta propiciar que el sistema de educación superior transite a universidades de investigación pero, se preguntó, "Ƒcon qué dinero, dónde están la tradición científica, los recursos, los científicos?"
Reconoció que en muchas universidades "gran parte del problema" tiene como base que su diseño no obedece a la demanda social del sitio donde se encuentran ubicadas. "Los modelos están en crisis en todo el mundo", dijo.
"En México se insiste en posgraduar a profesores. Pero estamos sólo engordando números, porque no hacen investigación", además de que hay una "fiebre de diplomas y de números alegres de posgraduados. Mejores cifras, pero también hay que ver su producción". Sostuvo que "la gente que está en el gobierno es la más analizada, pero la más significativa en cuanto a la investigación en el país".
Entre las conclusiones del seminario se estableció que las universidades requieren una profunda transformación para responder mejor a los requerimientos sociales, sobre todo del mercado de trabajo, así como a la necesidad de un apoyo decidido, con financiamiento, a los grupos de investigación.
Respecto de autoridades como la SEP y el Conacyt, se planteó que deben apoyar la conformación y consolidación de grupos de investigadores regionales y nacionales en todo el país, así como el apoyo a la formación de redes y consorcios de universidades, inclusive con instituciones privadas, que permitan compartir los costos y crear grupos no muy grandes de investigadores, como se ha hecho en Yucatán.
Respecto del papel de los legisladores, los casi 300 investigadores, académicos y autoridades universitarias provenientes de 89 instituciones de todo el país coincidieron en que se deben simplificar los procedimientos para la importación de equipos, insumos y el pago de impuestos, e impulsar a escala local y estatal la conformación de comisiones y consejos de ciencia y tecnología, además de impulsar el establecimiento de leyes sobre investigación y desarrollo.
Respecto al gobierno federal los asistentes coincidieron en que debe definir ya una política de Estado y planificar, junto con las instituciones, el desarrollo de universidades y centros de investigación, además de otorgar presupuestos suficientes y adecuados para el desarrollo de la investigación y sus aplicaciones en los problemas nacionales.
|