Defensores de inmigrantes esperan que la propuesta incluya la regularización

Presenta hoy Bush iniciativa migratoria que ampliaría el programa trabajador huésped

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Nueva York, 6 de enero. En vísperas de que el presidente George W. Bush dé a conocer su iniciativa migratoria, promotores de reformas en la materia advirtieron hoy que rechazarán cualquier propuesta que no incluya un adecuado mecanismo de legalización para indocumentados, garantías plenas de derechos laborales, un componente de reunificación familiar y medidas efectivas de seguridad pública que no resulten en más muertes y abusos de los que cruzan la frontera.

Bush tiene programado anunciar este miércoles una iniciativa para lograr cambios "significativos" en la ley migratoria de Estados Unidos, incluyendo un programa de "trabajadores huéspedes" más amplio, tal vez con un mecanismo limitado para ofrecer la oportunidad de legalización a algunos indocumentados.

La Casa Blanca anunció que el presidente dará a conocer su iniciativa, y ayer su vocero, Scott McClellan, indicó que Bush hablará sobre la forma en que desea abordar el asunto de que se encuentren "trabajadores dispuestos con patrones dispuestos".

Hasta el momento todo indica que el anuncio será una declaración de metas y principios, más que una propuesta legislativa elaborada, informaron este martes el diario Los Angeles Times y varios expertos en política migratoria.

Tras declarar que evaluarán la iniciativa que presentará Bush, representantes de organizaciones en favor de una reforma comprensiva advirtieron que analizarán si el anuncio tiene intenciones reales de promover una verdadera reforma o si sólo es parte de la estrategia electoral de los asesores del presidente.

Frank Sharry, director ejecutivo del Foro Nacional sobre Inmigración, insistió en que hay un consenso en este país de que la política migratoria está "rota" y que urge un régimen para la inmigración "seguro, legal y ordenado". Para esto, agregó, se necesita que los inmigrantes puedan llegar a Estados Unidos "con una visa y no con un contrabandista, y con derechos laborales en lugar de ser explotados". Para conseguirlo, subrayó, se necesita una política que resulte de negociaciones bilaterales o multilaterales, y no la imposición de una política unilateral.

Sharry, junto con Cecilia Muñoz, vicepresidenta del Consejo Nacional de la Raza, y Jeanne Butterfield, directora de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración, declararon hoy que cualquier iniciativa real para una reforma migratoria tendría que incorporar componentes básicos: un mecanismo de legalización para los indocumentados que también lleve a la reunificación de familias; derechos laborales plenos y específicos para los trabajadores inmigrantes, y la aplicación efectiva de medidas de seguridad para crear "fronteras inteligentes" y no abusos y muertos.

Fracaso

Los tres subrayaron que las políticas migratorias promovidas por quienes sólo se centran en la aplicación de medidas de seguridad, tanto en la frontera como en el interior, han fracasado durante los pasados 20 años, ya que hay más indocumentados y las fronteras son más inseguras. Con la continuación de estas políticas, añadió Sharry, "sólo se crea un mercado negro en migración".

Pero nadie sabe los detalles específicos que anunciará este miércoles Bush, ya que ha habido cierto hermetismo en la propuesta. Estos líderes aseguraron que ni ellos ni representantes del sector privado ni varios legisladores interesados en el tema han sido consultados por la Casa Blanca, y cunden sospechas de que la iniciativa está a cargo de la oficina política de la Casa Blanca, o sea bajo la supervisión del principal estratega político-electoral de Bush, Karl Rove.

Hasta el momento, señaló Cecilia Muñoz, lo poco que se sabe indica que será la presentación de un marco o una serie de principios para una reforma migratoria, y no una propuesta legislativa detallada. Agregó que la Casa Blanca tiene la intención de presentarla ahora para coincidir con la reunión de Bush con el presidente Vicente Fox, la próxima semana en Monterrey.

De esta manera, indicó, se evaluará si sólo se trata de "un juego político y si en verdad tiene la intención de generar resultados de política". Advirtió que la comunidad latina y los inmigrantes entienden que es "un año electoral, pero que este tema no debería ser algo para un juego político". Insistió en que la iniciativa también será evaluada para saber si se tiene la intención de lograr este año la aprobación de una reforma de ley en la materia.

Para Muñoz, un aspecto clave es si incluirá un mecanismo de legalización para los inmigrantes que ya están trabajando y contribuyendo aquí, y si hay un acceso tanto para los indocumentados como para los trabajadores temporales a una calidad de residencia permanente.

Muñoz y los otros especialistas insistieron en que no aceptarían sólo un nuevo programa de "trabajadores huéspedes", ya que no resolvería los grandes problemas actuales y conduciría "a más explotación de los inmigrantes".

El asunto, señaló Sharry, es si se busca promover algo que resulte en "un régimen de regularización migratoria que aborde la realidad del mercado laboral", de una forma que empiece a resolver el problema de 10 millones de inmigrantes indocumentados (60 por ciento de ellos mexicanos), y el ingreso de 250 mil inmigrantes más cada año. Butterfield indicó que sólo una extensión de trabajadores temporales no cumple con ese objetivo, y reiteró que si la iniciativa de Bush no contiene un mecanismo suficiente de legalización, no avanzará.