México D.F. Miércoles 7 de enero de 2004
Niega la milicia talibán la autoría;
los civiles no son blanco, afirma
Mueren al menos 16 afganos en un atentado con bomba
en Kandahar
La mayoría de las víctimas son niños,
congregados en el lugar luego de otra explosión
AFP, REUTERS Y DPA
Kandahar, Afganistan, 6 de enero. Al menos 16 personas
murieron, la mayoría niños, y varias decenas de personas
más resultaron heridas este martes en Kandahar, la mayor ciudad
del sur de Afganistán, por la explosión de una bomba en medio
de una multitud de es-colares y curiosos.
La
explosión se produjo en el barrio Manzalbath, cerca de un cuartel
de milicianos afganos pro gubernamentales. Una primera bomba localizada
y aislada por la policía afgana había estallado 20 minutos
antes en el mismo lugar, sin causar víctimas.
El segundo artefacto estalló cuando una multitud
de curiosos se había congregado en el lugar. La mayoría de
las víctimas son niños que acababan de salir de una escuela
cercana, según testigos.
El atentado, que el gobierno describió co-mo "ataque
terrorista", se produce dos días después de la adopción
en Kabul de una nueva Constitución.
El general Abdul Wasi, portavoz militar de Kandahar, dijo
que 12 personas murieron, pero luego la televisión estatal señaló
que el saldo había aumentado a 16 y que 52 personas habían
resultado heridas.
Treinta y ocho heridos fueron trasladados al hospital
civil Mirwais, de Kandahar, se-gún el establecimiento. Veinte de
esos heridos tienen menos de 15 años.
Un centenar de personas acudió en la tarde al nosocomio
para tratar de encontrar a un pariente o un hijo. "Para mí es incomprensible,
ni siquiera los rusos nos atacaban así", dijo a la prensa Ahmadulá,
hermano de una víctima.
Autoridades acusaron a los rebeldes del derrocado movimiento
talibán, pero un portavoz de esas milicias negó, en una comunicación
mediante teléfono satelital, su implicación. Los blancos
talibanes "no son civiles", aseguró.
El método del ataque fue similar al de otro ocurrido
en septiembre de 2002, cuando decenas de personas que habían acudido
a ayudar a los heridos de una explosión en Kabul fueron víctimas
de una segunda ex-plosión, aún más grande.
Antiguo bastión de los talibanes, en el poder en
Kabul desde 1996 hasta finales de 2001, Kandahar fue blanco de numerosos
ataques en noviembre y diciembre pasados, sobre todo contra instalaciones
de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Precisamente, hombres armados dispararon ayer en Kandahar
con armas ligeras y arrojaron granadas contra una oficina del Alto Comisionado
de la ONU para los Refugiados.
Poco después del estallido este martes de la bomba,
se divulgó en Nueva York el más reciente informe del secretario
general de la ONU, Kofi Annan, al Consejo de Seguridad del organismo mundial,
en el que ad-vierte que los problemas de seguridad en Afganistán
ponen en peligro la reconstrucción política en ese país.
En el documento, Annan afirma que la violencia actual
hace peligrar las esperanzas de éxito para las elecciones nacionales,
que la cantidad de centros para registrar votantes es insuficiente y que
si los comicios carecen de representatividad para la mayor parte del sur
del país, debido a los problemas de seguridad, ello podría
tener un "trasfondo étnico peligroso".
Las elecciones son parte del vasto plan conocido como
acuerdo de Bonn, negociado en esa ciudad alemana en 2002 por los representantes
afganos tras la invasión encabezada por Estados Unidos que derrocó
al régimen talibán e instauró el gobierno de Hamid
Karzai, acusado de "títere" de Estados Unidos por la oposición.
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