México D.F. Miércoles 7 de enero de 2004
Primera ruptura en 10 años de la única instancia oficial de diálogo entre ambos
Cancela Washington ronda semestral de pláticas migratorias con La Habana
Se trata de "nuevos pretextos" para agravar la tensión, dice la cancillería de la isla
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 6 de enero. Estados Unidos canceló en forma unilateral la ronda semestral de pláticas migratorias con Cuba, que debía celebrarse aquí esta semana, en la primera ruptura en una década de la única instancia de diálogo oficial entre ambos países.
Funcionarios de la Sección de Intereses (oficina diplomática) de Estados Unidos en La Habana y del Departamento de Estado informaron el lunes que las autoridades de Washington "no consideraban posible la celebración de una nueva ronda de conversaciones migratorias", informó la cancillería cubana en un comunicado esta noche.
Desde la firma de los vigentes convenios migratorios (septiembre de 1994 y mayo de 1995), delegaciones gubernamentales de ambas partes revisan su aplicación en reuniones semestrales, que se realizan alternadamente entre Nueva York y La Habana.
El Ministerio de Relaciones Exteriores rechazó la decisión estadunidense, a la que consideró una "irresponsable acción que no favorece los verdaderos intereses nacionales de Estados Unidos, y que sólo intenta contentar las ansias de venganza y odio de un minúsculo grupo de elementos ultrarreaccionarios interesados en estimular la política de agresiones y de hostilidad de los Estados Unidos hacia Cuba".
Con esa fórmula la cancillería aludió al núcleo anticastrista radicado en Miami, de fuerte influencia en el gobierno del estado de Florida y en algunos sectores de la administración del presidente George W. Bush.
La decisión de Estados Unidos inyecta un nuevo e inesperado ingrediente de tensión al conflicto con Cuba, al eliminar el único punto de contacto formal entre los dos gobiernos, que carecen de relaciones diplomáticas desde 1960.
Técnicamente los convenios pueden continuar vigentes, pero la marginación de su instancia supervisora bilateral los coloca en una situación precaria. Esos acuerdos son un apoyo jurídico para que la emigración cubana hacia Estados Unidos se realice en forma ordenada, legal y pacífica, y no de manera desordenada e ilegal, como hacen los balseros o facilitan los traficantes de personas mediante lanchas rápidas.
La nota cubana indicó, citando la comunicación oficial estadunidense, que Washington no aceptaría una nueva ronda "hasta que las autoridades cubanas no mostrasen un verdadero interés en abordar seriamente aspectos 'muy importantes' para el logro de un flujo migratorio ordenado, legal y seguro entre ambos países".
La cancillería de Cuba replicó que "se trata simplemente de nuevos pretextos, totalmente insostenibles, dirigidos a agravar las tensiones entre ambos países".
Estados Unidos ha llevado a las rondas migratorias su inconformidad por la política cubana de impedir la emigración legal del país de médicos o algunos profesionales calificados, una decisión que La Habana considera legítima para impedir el "robo de cerebros".
La nueva mesa de trabajo sobre migración debió realizarse en diciembre pasado, pero fue pospuesta para enero, a petición de Estados Unidos, que alegó "problemas de calendario".
Según los convenios migratorios, Estados Unidos debe entregar al menos 20 mil visas anuales a cubanos que desean radicar en ese país. También se compromete a repatriar a cubanos interceptados en alta mar en intentos de viaje ilegal, a quienes La Habana debe facilitar su reinserción social sin represalias.
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