México D.F. Lunes 10 de mayo de 2004
ENTREVISTA/JORGE CARRILLO
OLEA, FUNDADOR DEL CISEN
Creel muestra ignorancia o miente en el caso de Cuba
"solo un chiquillo puede aceptar su cuento", sostiene
Experto en el área de seguridad nacional, el
ex gobernador de Morelos afirma que el incidente con La Habana deja la
percepción de una terrible incompetencia de autoridades federales
en el manejo de la crisis y oculta el eje de esa actuación: el caso
Ahumada
JESUS ARANDA ENVIADO
Cuernavaca, Mor., 9 de mayo. Experto en el manejo
de información confidencial y conocedor de la actuación de
agentes extranjeros en el país, Jorge Carrillo Olea señala
que el secretario de Gobernación, Santiago Creel, "o no conoce el
tema o está queriendo faltar, de manera muy poco respetuosa, a la
inteligencia de la sociedad mexicana" cuando afirma que las actividades
aquí de funcionarios cubanos pusieron en riesgo la seguridad nacional.
En
entrevista con La Jornada, el director fundador del Centro de Investigación
y Seguridad Nacional (Cisen) señala que la primera percepción
que tiene del conflicto con Cuba es que "resulta muy penoso, pero el gobierno
mexicano se cuelga de un expediente verdaderamente menor para justificar
una agresión cubana que no existe a los ojos de nadie".
El ex gobernador de Morelos manifiesta que en este problema
ha quedado en evidencia la falta de profesionalismo con que se manejan
el Cisen y la propia Secretaría de Relaciones Exteriores, dependencias
en las cuales los servidores de carrera han quedado relegados.
Respecto a la reciente expulsión del consejero
político de la embajada cubana en México, Orlando Silva Fors
-quien además fue declarado persona non grata-, y de José
Antonio Arbesú Fraga y Pedro Miguel Lobaina Jiménez de Castro
(acusados de haber intervenido en asuntos internos de México), jefes
del Departamento de América y de la Sección México
del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, respectivamente,
Carrillo Olea sostiene:
"El hecho de que un funcionario de inteligencia de un
partido o de un país visite otro en busca de información
es una cosa absolutamente normal."
Añade que "sería verdaderamente muy decepcionante,
muy preocupante, que después de tres años, si el secretario
Creel no tenía experiencia, su capacidad de aprendizaje ya debiera
haberle dado algunos sensores para ver que ésa es una actividad
constante, normal y continua".
La actividad de los agentes de inteligencia de países
extranjeros en México y en el mundo se da mediante los consejeros
políticos de las embajadas (quehacer regulado por la Convención
de Viena), que realizan visitas programadas y se entrevistan con funcionarios,
líderes de partidos políticos y empresarios, entre otros.
"Eso no es traición a la patria ni significa convertirse
en mal mexicano; ni siquiera es algo para ser sujeto del Código
Penal por delitos contra la nación. Es algo común y corriente
en todos los países del mundo". Por ello, subraya, es terriblemente
alarmante que el secretario Creel se llame sorprendido de que esto sea
así "o que quiera dormirnos con un cuento que solamente un chiquillo
puede aceptar".
Además, añade, es deber de las organizaciones
políticas del país ofrecer su versión de lo que está
sucediendo para evitar, hasta donde sea posible, interpetaciones erróneas
de otros gobiernos sobre el acontecer nacional.
-Pero Creel cuestiona que los cubanos no buscaron al gobierno
mexicano -se le plantea.
-Da muestras de una gran ignorancia. Al gobierno, al de
hoy y al de mañana, le es muy importante determinar cuál
es la realidad desde el punto de vista oficial, y eso genera cierto escozor
porque se buscan otras opiniones, pero uno tiene que entender que así
es la situación, así es este juego.
-Ahora se habla del caso de los cubanos que vinieron a
México, pero también agentes mexicanos viajan a Cuba.
-Yo pregunto: qué cosa estarían haciendo
si no contradecir los criterios del secretario de Gobernación los
agentes del Cisen en Madrid, en París, en Nueva York, en Los Angeles,
en Guatemala, en Cuba. El secretario está enredado en un laberinto
del cual no puede salir y por eso se está cubriendo de una manera
bastante infantil, bastante torpe, con el argumento de la ley de transparencia
y que sabremos qué pasó, pero dentro de 12 años. Pero,
si corriéramos el video dentro de 12 años, veríamos
que en realidad no había nada que esconder y que los cubanos buscaban
una interpetación de gente experimentada sobre lo que estaba ocurriendo
en el país. Nada más.
En la entrevista, que transcurre en el despacho de su
casa, Carrillo Olea explica que al acreditar como funcionarios diplomáticos
o consulares a los agentes de inteligencia se busca protegerlos al meterlos
en las reglas de conducta que deben seguir los funcionarios del servicio
exterior.
"A finales de los años sesenta tuvimos a un funcionario
de la embajada de México en Cuba que servía a los intereses
de la CIA y que en un momento fue delatado ante México. Sin romper
relaciones ni expulsar embajadores, se le retiró del servicio exterior,
se le sancionó, pero no hubo ningún escándalo".
-¿Conoce algún caso en que la estabilidad
nacional hubiera estado en riesgo por la actividad de un agente extranjero?
-De manera más absoluta esto se vincularía
mucho con nuestras vulnerabilidades. Para que un agente extranjero -o tres
o seis o nueve- pudieran poner en jaque la seguridad nacional, pues esto
querría decir que México tiene algunos puntos de grandes
vulnerabilidades. Esto evidencia que el señor secretario Creel no
conoce el tema o está queriendo engañarnos e insulta la inteligencia
de la sociedad mexicana.
-¿La información que entregó el Cisen
a Creel no es confiable?
-Recibió información cruda que no fue valorada,
analizada, ni interpretada por el Cisen, lo cual es sumamente grave.
-Si compara los estándares anteriores con la forma
como se ha manejado este incidente con Cuba, ¿qué percepción
le queda?
-La de una terrible incompetencia. Yo no quisiera hablar
de personas, pero el actual director del Cisen, Eduardo Medina-Mora Icaza,
es un empresario que por primera vez en su vida tiene contacto con esta
materia. De haberse procesado la información, la interpretación
hubiera sido que alguien de tercer nivel del gobierno hablara con alguien
de tercer nivel de la embajada cubana y le dijera que se estuvieran quietos
sus funcionarios. Y punto.
-Tal pareciera que fue un pretexto, ¿no?
-Haber inflado este tema de la presunción, de la
"desestabilización", fue un pretexto para tapar el asunto que los
tiene tan preocupados, que es el caso Ahumada. Ese es el fondo del problema.
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