México D.F. Lunes 10 de mayo de 2004
MEXICO SA
Carlos Fernández-Vega
Asusta a EU alza de petroprecios, pero México no los aprovecha
Los industrializados exigen liberar la producción
EN LA DÉCADA DE LOS OCHENTA los países del entonces llamado Tercer Mundo pidieron clemencia ante las naciones altamente desarrolladas por el constante y desorbitado incremento en las tasas de interés de la deuda externa por ellos contratada, que velozmente deterioraba su de por sí precaria situación económica.
NADIE LES HIZO CASO, pretextando "razones de mercado y rentabilidad", y la "respuesta" de los acreedores se limitó a conceder créditos para pagar créditos y, en el mejor de los casos, renegociar el débito a plazo más amplio pero con mayores intereses. Por ello sucedió lo inevitable: una descomunal crisis que contribuyó de manera decidida a que los países endeudados acumularan una década perdida, como se calificó a los ochenta, en materia de crecimiento y desarrollo.
HAN TRANSCURRIDO DOS décadas, y el delicado problema de la deuda externa no se ha resuelto, pero lo novedoso es que ahora la clemencia se pide desde el otro lado de la mesa, el mismo que rotundamente se negó -se niega- a involucrarse en la solución real de esa explosiva situación.
AHORA SON LAS NACIONES altamente industrializadas (todas defensoras a ultranza de las "razones de mercado y rentabilidad") las que suplican, no sin chantajes, que los precios internacionales del petróleo (los más elevados de los últimos 14 años) están golpeando fuertemente a sus economías, de tal suerte que "es posible una nueva crisis del petróleo" que frenaría "su reactivación" económica, así como su efecto expansivo en el resto de los países.
DE ACUERDO CON LA Agencia Internacional de Energía, si los precios internacionales de los hidrocarburos siguen en aumento, la reactivación económica (léase la de Estados Unidos) estaría en riesgo, por lo que -a su juicio- los países petroleros tienen que liberar alegremente su plataformas de producción y exportación para reducir dichos precios, justo cuando las "razones de mercado y rentabilidad" les son altamente favorables y no -una de cal por las que van de arena- a quienes hace dos décadas se negaron rotundamente a encontrar una salida viable y conveniente para las partes involucradas.
APARENTEMENTE LA reactivación económica en Estados Unidos es un hecho, pero hasta el momento el prometido "efecto expansivo" que ello ocasionaría no se ve reflejado. Cierto es que 40 dólares o más por barril de petróleo es una renta de consideración, pero infinitamente superior fue, ha sido y será la execrable renta por la deuda externa que han cubierto y lo seguirán haciendo los países tercermundistas, aunque ahora les llamen "menos favorecidos" o "menos desarrollados".
MÉXICO HA SIDO UNO de los países más beneficiados con el alza de los precios internacionales del petróleo. Muy lejos parece aquel noviembre de 2001, cuando el barril de la mezcla mexicana de exportación se llegó a vender en 14.18 dólares, en un año en que la prometedora -en el sentido literal de la palabra- nueva administración gubernamental practicó tres recortes presupuestales.
EL PASADO VIERNES EL precio de dicha mezcla cerró a 31.87 dólares el barril, un incremento de 125 por ciento en comparación con aquella fatídica fecha, y de 25 por ciento respecto al cierre de 2003. Para 2004 los criterios de política económica establecen un precio promedio de 20 dólares, pero en los hechos a lo largo del primer trimestre del año se han obtenido ingresos extraordinarios en este renglón por 18 mil 145 millones de pesos. De mantenerse la tendencia, en todo el periodo se habrían captado 70 mil millones de pesos, monto por demás atractivo.
SIN EMBARGO, CON Francisco Gil Díaz en la Secretaría de Hacienda no todo es miel sobre hojuelas y eso lo saben los gobernadores, quienes piden pan y no les dan, en el entendido de que cada peso adicional que se obtenga por aumento en el precio de la mezcla mexicana deberá ser distribuido entre los estados de la República (50 por ciento), el Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros (25 por ciento) y el sector público federal (25 por ciento, siempre con el fin de mejorar su balance presupuestal).
LA SHCP, SIN EMBARGO, le pone peros al reporto y lo explica así: "debido a que los anticipos de recursos a las entidades federativas se deberán realizar con base en una estimación anual, es necesario considerar los siguientes elementos:
"BAJO EL SUPUESTO DE que el precio promedio de exportación del crudo mexicano para 2004 se ubique en un nivel similar al observado en 2003, 24 dólares por barril, se estima que los ingresos excedentes provenientes de un mayor precio del petróleo en 2004 resulten menores a los registrados durante 2003. Lo anterior, debido a que en 2004 la diferencia con respecto al precio promedio del petróleo considerado en la Ley de Ingresos de la Federación sería menor que en 2003; el precio previsto originalmente en 2004 es de 20 dólares por barril, mientras en 2003 fue de 18.5 dólares por barril.
"EL TECHO DE GASTO programable autorizado para 2004 implica un incremento real de 2.7 por ciento con respecto al monto aprobado para el ejercicio fiscal de 2003.
"LOS INGRESOS EXCEDENTES netos observados al primer trimestre del año, provienen prácticamente de la recaudación del aprovechamiento sobre rendimientos excedentes pagados por Pemex en enero. Para los próximos trimestres del año estos recursos no se considerarán, ya que deberán destinarse a inversión en Pemex.
"LOS INGRESOS TRIBUTARIOS no petroleros posiblemente seguirán mostrando un monto menor al del calendario original. El incremento en las tasas de interés observado en las últimas subastas primarias de valores gubernamentales y las expectativas de que continúe esta tendencia en los próximos meses, impactará el costo financiero del sector público.
"POR ELLO, CON BASE en la información disponible hasta el momento, se prevé que durante 2004 se presenten faltantes de ingresos y presiones en el gasto no programable que deberán compensarse con ahorros o economías en el gasto programable. Por lo tanto, al cierre del primer trimestre del año no existen aún los elementos para realizar un anticipo de recursos a las entidades federativas para que los apliquen al fortalecimiento de sus programas de inversión''. [email protected]
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