México D.F. Lunes 10 de mayo de 2004
Incluye un ahorro de $4 mil 600 millones; se
eliminarán 40 subsecretarías
La austeridad del gobierno se sentirá más
en el segundo semestre: Hacienda
No se afectarán los programas de salud, seguridad
social y pública e infraestructura
ANTONIO CASTELLANOS
El impacto de las medidas de austeridad del gobierno federal,
que este año incluirán un ahorro de 4 mil 600 millones de
pesos, la eliminación de 40 subsecretarías, cuatro direcciones
generales, 88 direcciones generales adjuntas, 563 secretarios particulares,
219 asesores o secretarios técnicos y el cierre de casi 13 mil plazas,
se reflejará principalmente en el segundo semestre, informó
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
La
dependencia indicó que no se afectarán los programas de salud,
seguridad social, infraestructura, seguridad pública y procuración
e impartición de justicia. Al cierre del primer trimestre, indicó,
las erogaciones totales del sector público presupuestario ascendieron
a 394 mil 832 millones de pesos, monto superior en 1.5 por ciento a las
del mismo periodo del año anterior.
El gasto total, sin incluir el costo financiero del gobierno
federal, ascendió a 346 mil 250 millones de pesos, lo que representó
un incremento real de 4.6 por ciento con relación a los primeros
tres meses de 2003. La inversión social, que se traduce en beneficios
directos a la población, se incrementó 11.3 por ciento en
términos reales con respecto al primer trimestre de 2003.
De acuerdo con el reporte semanal de las autoridades hacendarias,
la austeridad que prevalecerá en el presente ejercicio fiscal no
afectará los programas en beneficio de las familias de menores ingresos,
porque el papel del gobierno federal en materia de inversión en
infraestructura, se ha transformado como parte del proceso de reforma económica
realizado en las dos últimas décadas.
En varios campos, la administración federal pasó
de ser principalmente un ejecutor de gasto en inversión, a participar
como impulsor de la inversión pública y privada. Ello ha
implicado una descentralización progresiva de programas y recursos
a las entidades federativas, la desincorporación de entidades paraestatales
que habían dejado de cumplir su objetivo, así como la transferencia
creciente de recursos vía subsidios a organismos que apoyan la inversión
de las familias y las empresas.
Hacienda señaló que en la actualidad una
proporción importante del gasto público federal se ejerce
a través de programas de transferencia y subsidios, dirigidos a
grupos específicos de población, cuya aplicación requiere
la concertación con los gobiernos locales, con las comunidades y
con los beneficiarios.
Asimismo, como parte de los programas que canalizan subsidios
que inciden en la infraestructura y su equipamiento, hay acciones que fomentan
la construcción y el mejoramiento de vivienda y también las
que apoyan el desarrollo de proyectos productivos a nivel micro y pequeño,
principalmente.
Por su parte, los gastos de operación en los proyectos
para generación de energía que se financian mediante el mecanismo
de los Pidiregas, constituyen erogaciones que impulsan la inversión
física en el sector de energía.
A pesar de los programas de austeridad en el sector público
que dejará en la calle a casi 13 mil trabajadores, las autoridades
hacendarias señalaron que ''la inversión impulsada por el
sector público contribuye decididamente al fortalecimiento de la
economía, a la creación y al mantenimiento del empleo, así
como a generar oportunidades de ingreso y bienestar para la población''
|