México D.F. Lunes 10 de mayo de 2004
Funcionarios de ambos gobiernos emiten declaración
conjunta en Arizona
Acuerdan México y Washington reforzar la lucha
contra las drogas
NOTIMEX
México y Estados Unidos emitieron una declaración
conjunta con el propósito de continuar los esfuerzos de cooperación
para impedir la producción, transportación y distribución
de drogas ilícitas.
En la quinta Conferencia Binacional sobre Reducción
de la Demanda de Drogas, en Phoenix, Arizona, los representantes de ambos
gobiernos reiteraron su compromiso por reducir el impacto devastador del
uso de drogas en individuos, familias, comunidades e instituciones.
Los
funcionarios reconocieron la importancia de los resultados obtenidos en
ésta y las cuatro conferencias anteriores, en las cuales se establecieron
los mecanismos para trabajar conjuntamente y fomentar el diálogo
en el futuro.
En representación del secretario de Salud, Julio
Frenk, asistió el subsecretario de Prevención y Promoción
de la Salud, Roberto Tapia Conyer, y por Estados Unidos estuvo John Walters,
director de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas.
En el encuentro se estableció que se seguirá
facilitando la labor de mayor número de instituciones, tanto de
México como de Estados Unidos, como muestra del fortalecimiento
que se ha dado en la cooperación bilateral.
En la declaración conjunta se determinó
rechazar las corrientes que buscan minimizar las sanciones legales hacia
el consumo de sustancias adictivas peligrosas y así facilitar su
accesibilidad.
Se reconocen las contribuciones en materia de reducción
de la demanda desarrolladas por numerosas organizaciones no gubernamentales
y grupos comunitarios, ante la pandemia causada por la adicción
a las drogas que afecta a todas las naciones.
En la conferencia México y Estados Unidos destacaron
la importancia del trabajo conjunto para encontrar soluciones a problemas
compartidos en el propósito de reducir el consumo de drogas.
Entre las conclusiones y recomendaciones que ahí
surgieron destacan el conducir los esfuerzos en la reducción de
la demanda de un enfoque sobre programas a uno integral basado en las políticas
nacionales.
Se acordó mantener el contacto bilateral de alto
nivel, mediante el uso de videoconferencias en los próximos meses,
así como beneficiarse del conocimiento que pueden proveer los expertos
en reducción de la demanda.
Se planteó incorporar nuevas formas para obtener
apoyo público y financiero, para programas que reduzcan el abuso
de sustancias entre los ciudadanos de ambos países y beneficiar
a la población a través de una accesibilidad más efectiva
de servicios de prevención y tratamiento científicamente
reforzados.
Se destacó la necesidad de comenzar a planear la
próxima conferencia, para continuar con los progresos alcanzados
y nutrir mejores políticas que apoyen las metas de nuestros países
para reducir el abuso de drogas.
Tapia Conyer, en la inauguración del foro, señaló
que para México es una prioridad el intercambio de información
y experiencias que permita realizar acciones de cooperación en la
lucha contra el consumo de drogas, el cual perjudica el desarrollo y se
convierte en factor de inestabilidad social, política y económica.
Subrayó que ambos países enfrentan las consecuencias
devastadoras del consumo, por lo que es fundamental la participación
conjunta de autoridades, investigadores, así como del sector social
y privado, para el diseño de programas contra las adicciones.
Sostuvo que México y Estados Unidos son conscientes
de que a pesar de los grandes esfuerzos realizados, junto con la sociedad
civil, el sector privado y las organizaciones no gubernamentales, el consumo
de drogas prevalece como una amenaza de dimensiones globales que lacera
a los países, al deteriorar la salud y la calidad de vida de la
población.
Recalcó que el consumo de drogas roba la esperanza
de millones de familias que sufren la pérdida irreparable de seres
queridos, y que el abuso de estas sustancias amenaza con convertirse en
parte de una mal entendida subcultura de la modernidad.
Destacó la obligación de heredar a las nuevas
generaciones un mundo libre de adicciones, para así preservar la
integridad de la región, de nuestros connacionales, comunidades
y familias.
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