México D.F. Martes 25 de mayo de 2004
Acción Nacional va por el 7% que obtuvo
el PRD en 2001; PRI, por el 5% de PT y PVEM
PRI y PAN, liderando coaliciones, buscan posicionarse
para los comicios en Chihuahua
MIROSLAVA BREACH VELDUCEA CORRESPONSAL
Chihuahua, Chih., 24 de mayo. La disputa por el
poder en Chihuahua es una lucha de bloques que protagonizan Javier Corral
Jurado, candidato de la Alianza Todos Somos Chihuahua -que integran Acción
Nacional, el PRD y Convergencia- y José Reyes Baeza Terrazas, abanderado
de Alianza con la Gente, que el PRI consolidó con los partidos del
Trabajo y Verde Ecologista de México.
Con las coaliciones que encabezan, PRI y PAN buscan ampliar
su posibilidad de triunfo en los comicios del 4 de julio entrante, con
los que se renovarán la gubernatura, el Congreso local y los 67
ayuntamientos.
Con Todos Somos Chihuahua, el PAN, en teoría, tendría
el 7 por ciento de la votación que el PRD obtuvo en los comicios
de 2001 y el porcentaje emitido para Convergencia. Por su parte, el PRI
iría por 3.5 y 1.5 por ciento que lograron el PT y el PVEM, respectivamente.
En
las votaciones extraordinarias de 2002, la alcaldía de Ciudad Juárez
se definió en favor del PAN por menos de 2 mil votos, y el PRI retuvo
el ayuntamiento de la capital hace tres años con una diferencia
de apenas 3 mil papeletas. Debido a este escenario, los sufragios que aporten
partidos pequeños parecen fundamentales en la actual contienda.
Consciente de ello, el priísta José Reyes Baeza aseguró
que tras la candidatura, que obtuvo en una elección abierta a la
ciudadanía, existe una gran alianza social entretejida con priístas,
partidos afines y organizaciones civiles.
En opinión de analistas locales, la candidatura
de Reyes Baeza, diputado federal con licencia y ex alcalde de la capital,
salió de un pacto político entre su tío, el ex gobernador
Fernando Baeza Meléndez (1986-1992), y el actual mandatario, Patricio
Martínez García, quien sacrificó a su delfín,
Víctor Anchondo Paredes, por mantener la unidad del tricolor
y ampliar la probabilidad de triunfo en la elección de julio.
Con Fernando Baeza como pilar de la candidatura de José
Reyes se recuerda el verano caliente de 1986, cuando Baeza Meléndez
se impuso al panista Francisco Barrio Terrazas en votaciones marcadas por
acusaciones de fraude y conflictos poselectorales.
El dirigente estatal panista, Jesús Manuel Tarín
Baca, afirmó que por su tío Fernando, Reyes Baeza está
"genéticamente ligado al fraude electoral". Además, Javier
Corral, es "hijo político" del ex gobernador Barrio Terrazas (1992-1998),
cabeza del grupo panista chihuahuense La Happy Family (La Familia
Feliz).
Barrio Terrazas apadrinó en agosto pasado la precandidatura
de Corral Jurado, al ignorar compromisos previos con el secretario de la
Función Pública, Eduardo Romero Ramos, a quien hace seis
años intentó convertir en el candidato panista al finalizar
su mandato.
El lastre de las alianzas
Javier Corral admitió en marzo pasado que le era
difícil estar en campaña con el PRD ante la crisis política
que aqueja al sol azteca por el videoescándalo de corrupción
en el gobierno perredista del Distrito Federal.
"Eso nos afecta en la construcción de la imagen
de la alianza. La gran diversidad que tiene el perredismo en sus corrientes
hace pesado el andar y construir acuerdos", comentó en gira proselitista
por Delicias, cuna de su adversario priísta.
A esto se agrega la crítica del líder moral
del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, ante los acuerdos que su partido
logró con el PAN en Chihuahua y Oaxaca.
Más allá de las fricciones, aseguró
Corral, la alianza PAN-PRD-Convergencia avanza en Chihuahua para integrar
"un movimiento ciudadano, con la participación de mucha gente que
no depende necesariamente de los partidos".
Añadió:
"nos enfrentamos a una clase política inescrupulosa, representada
por un gobernador autoritario, como lo es Patricio Martínez, lo
que se traduce en una serie de hechos cuestionables de la política
estatal. Desde la integración facciosa, amañada, del Instituto
Estatal Electoral (IEE), en el que prevalece una línea ligada al
PRI, hasta la inequidad en el manejo de medios".
No menos complicada resulta la alianza del PRI con el
PT, que en Chihuahua es como un negocio familiar del dirigente estatal
Rubén Aguilar Jiménez, quien pactó diputaciones plurinominales
para su hijo Rubén y uno de sus empleados de confianza. El otro
convidado a la Alianza con la Gente es el PVEM, que desde su fundación
dirige a nivel estatal Jesús Ordóñez.
Los dos aliados del PRI no han aportado dinero a la campaña
ni participan en giras proselitistas.
En busca de presentar una imagen plural y política,
Reyes Baeza ha procurado vestir a la coalición con otras siglas,
y recientemente firmó un acuerdo con lo quedó del antiguo
Partido Popular Socialista y el Frente Cardenista. El priísta aseguró
que su candidatura es incluyente, con una plataforma política y
propuestas de gobierno que atienden "los intereses superiores de la ciudadanía".
Paralelo a las campañas, PRI, PAN y PRD viven sus
propios conflictos internos.
En el PRI, el primer círculo del candidato busca
sustituir a la presidenta estatal Graciela Ortiz González, identificada
con el gobernador Martínez García, quien afirmó que
conservará el control político de su partido hasta el 4 de
octubre, cuando concluya su administración.
En el PAN permanece el enfrentamiento entre La Happy
Family del ex gobernador Francisco Barrio y el ala radical que dirige
el empresario Enrique Terrazas ,que ahora apoya la candidatura de Juan
Blanco a la alcaldía de Chihuahua, dejando de lado sus aportaciones
a la campaña por la gubernatura.
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