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México D.F. Jueves 17 de junio de 2004
En aras de la competitividad se globaliza la
miseria regional, señala su plan de trabajo
Empobrecimiento y opresión en AL por las políticas
neoliberales: Celam
JOSE ANTONIO ROMAN
La imposición de las políticas económicas
neoliberales, entre ellas las privatizaciones y el adelgazamiento del Estado,
incluyendo la reducción en sus facultades rectoras, es una de las
causas del empobrecimiento y de la opresión que sufren millones
de personas en América Latina, afirma el Consejo del Episcopado
Latinoamericano (Celam).
En el análisis que se presenta en su plan de trabajo
que estará vigente hasta el año 2007, el órgano episcopal
de la Iglesia católica en la región señala que estas
mismas políticas han provocado el creciente distanciamiento entre
los políticos y la ciudadanía, al grado de cuestionar la
viabilidad de la democracia para superar los problemas de bienestar social.
Considera
que la llamada globalización ha trastocado la división y
el control de los poderes políticos y públicos, pero no sólo
en cada país, sino incluso en el ámbito internacional. "Hoy
entre los poderes reales están los medios de comunicación,
los consorcios trasnacionales, los grandes organismos internacionales y
los grupos de poder político. Así, desde estos nuevos poderes
se están impulsando las preferencias electorales más por
la imagen de los candidatos que por sus propuestas políticas y su
moralidad".
El plan de trabajo denuncia también que el costo
de los constantes ajustes económicos, agravados por la corrupción
y la impunidad, tiende a recaer siempre de manera desmedida en nuestros
países, y en especial en sus sectores más empobrecidos, provocando
no sólo un creciente abismo entre las naciones pobres y las ricas,
sino también fuertes diferencias en el ingreso entre las clases
sociales de una misma nación.
Asesorado por un importante grupo de especialistas, el
Celam señala que los grandes consorcios trasnacionales, principales
agentes en el proceso de integración de bloques económicos,
se sitúan en las naciones donde obtienen más beneficios y
son más bajos los salarios o los impuestos y, conforme avanza la
globalización, se funden entre sí, asumiendo más poder
y dominio.
De esta manera, las empresas multinacionales se convierten
en verdaderos poderes financieros que entran en competencia con las economías
de las naciones, las debilitan y destruyen los modos de sustento de las
comunidades marginadas y rurales; así, a la vez que disminuye en
muchos países la generación de riqueza, por la competitividad
internacional, la distribución del ingreso se torna cada vez más
desigual, en perjuicio de los más débiles.
Asimismo, considera que mientras unos países crecen
económicamente, otros están estancados y muchos más
se encuentran en una gravísima situación de declive; el mercado
laboral está devaluado y deprimido, restringido por las emigraciones
controladas por los países prósperos y sujeto a toda clase
de distorsiones por los ajustes oferta-demanda.
"Es decir, para poder competir se globaliza la miseria
laboral, o se globaliza el desempleo; en ambos casos, se deprimen salarios
y prestaciones, afectando el bienestar y el mercado interno local en favor
de los grandes capitales", dice el Celam, que advierte que las crecientes
desigualdades amenazan la cohesión social, el equilibrio ecológico
y la estabilidad política, poniendo en grave riesgo los regímenes
democráticos".
En la política, la globalización ha estimulado,
en buena medida, la expansión de la democracia y la promoción
y defensa de los derechos humanos. En términos generales, los países
de América Latina y el Caribe han avanzado en la construcción
de una sociedad pluralista, en el respeto de los derechos civiles y políticos,
en la elección, por vía democrática, de las autoridades
en sus diversos niveles. Sin embargo, se constata un desencanto de la ciudadanía
por la política, una corrupción galopante, una pérdida
de liderazgo de los partidos políticos tradicionales y el surgimiento
de nuevos partidos o grupos políticos, cívicos o sociales
que no siempre han logrado el efecto aglutinante que esperaban.
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