ASTILLERO

Julio Hernández López

La marcha y sus marchantes

Una izquierda aislada y a la defensiva
La derecha, al asalto de espacios baldíos
Chiapas, represión a periodistas

EL DISCURSO DE lo que generosamente podría ser calificado como centroizquierda mexicana no ha sido capaz de explicar satisfactoriamente a la sociedad la razón por la cual persisten la inseguridad y los secuestros. Aparte de las argumentaciones ideológicas, que ligan el deterioro de la economía con el incremento de la delincuencia, los líderes del país izquierdista de las declaraciones complacientes sólo han atinado a denunciar conjuras y a defenderse con estadísticas y papeleo. Así como jamás se han aceptado con todas sus letras las evidencias de corrupción en el aparato de gobierno capitalino (de la que Gustavo Ponce ha sido solamente un botón de muestra), y por tanto nunca se han reconocido errores y mucho menos ofrecido cuando menos una disculpa pública por permitir tan feos trasiegos con los dineros chilangos, así tampoco el gobierno capitalino ni el PRD se atreven a dar por cierta la extendida percepción popular de que los actos delictivos se multiplican y que las autoridades poco de verdad hacen en contra.

EN ESA CERRAZON aislante de la, digamos, centroizquierda, está la clave que ha abierto la puerta para que segmentos empresariales conservadores, clases medias asustadas, televidentes inducidos, militantes de organizaciones públicas y clandestinas de ultraderecha y, sobre todo, respetables ciudadanos genuinamente preocupados, hayan formado el coctel dominical que desde ahora tan mal han digerido los principales funcionarios de la administración lopezobradorista y los encargados del fideicomiso de liquidación del PRD. Los espacios políticos que esa mescolanza de izquierda no ha podido ocupar han quedado disponibles para grupos de derecha que ven en esta manifestación dominical no sólo una manera de bajarle bonos al puntero de la temprana lucha por el 2006 sino, además, una oportunidad de ganar control en el aparato de Los Pinos que creyeron serviría con eficacia a los intereses de esos grupos ultraconservadores pero que la increíble impericia foxista ha maltratado o desatendido. En ese diseño de reacomodo político, la derecha extrema está por ganar una amplia base popular inconforme con los resultados y las explicaciones hasta ahora dadas por autoridades que se han opuesto abierta o encubiertamente a la marcha, como las capitalinas (a diferencia de las federales, que oportunamente se han colocado en el mismo sentido de la preocupación ciudadana que este día caminará por varias ciudades). Hay suficientes indicios de la presencia de activistas de la derecha extrema en la organización de la marcha, y a nadie puede escapar el hecho de que los grandes beneficiarios de un sistema económico injusto se espanten hoy de las consecuencias criminales de la desigualdad que han propiciado, pero también hay suficientes indicios de que mucha gente está harta de discursos, explicaciones y pretextos, y que la inseguridad y los secuestros ofrecen hoy un campo de acción política que la izquierda no ha sabido ni podido ocupar.

ASTILLAS: DIVERSOS FUNCIONARIOS federales y estatales prometen en Tijuana que se castigará a los asesinos de Francisco Ortiz Franco, el editor del semanario Zeta. Pero, aparte de que la historia mexicana de los crímenes políticos está llena de declaraciones emotivas y realidades desastrosas, vale la pena mencionar que el camino hacia la violencia contra periodistas suele estar precedido de advertencias y amenazas hechas desde el poder. En Chiapas, por ejemplo, en el poder público hay oídos sordos a los reclamos internacionales, nacionales y locales que han criticado las reformas aprobadas por el Congreso local para incrementar las penas aplicables a quienes difamen o calumnien. No se trata de defender ese ejercicio delictivo, y queda claro que en el gremio periodístico hay suficientes ejemplos de corrupción fundada en el chantaje a cuenta de difamaciones y calumnias. Pero una cosa es el castigo en los términos civilizadamente aceptables y otra la creación de legislaciones pensadas para atemorizar al periodismo en general. A contrasentido de lo que sucede en toda Latinoamérica, donde esos delitos contra el honor han sido llevados del ámbito penal al civil, en Chiapas no sólo se les ha mantenido en ese terreno penal, sino que se les ha impuesto el máximo castigo de toda América Latina: mil días de salario mínimo como multa, o entre tres y nueve años de cárcel. Los destinatarios de ese mensaje, los periodistas, han hecho manifestaciones que no han sido atendidas, y varios organismos internacionales de gran prestigio en defensa de los posibles afectados han advertido la insensatez de las reformas legales, pero en el poder chiapaneco nada ha sido escuchado. Por el contrario, el ánimo represivo del gobernador Pablo Salazar se ha extendido a otros niveles, y de la última semana de mayo a la fecha (cuando entró en vigor la modificación) se han multiplicado los casos de funcionarios y políticos que arremeten contra periodistas, echándolos de sus medios, golpeándolos y amenazándolos con entablar demandas a la luz de la nueva normatividad ante cualquier crítica o información que les incomode. Un caso extremo de persecución se ha dado contra el diario Cuarto Poder, que dirige Manuel de la Cruz... Hasta el rey Juan Carlos I anda metido en debates políticos de altura. Durante una visita a una comunidad vasca hizo señas con los dedos de una mano en posición penal (es decir, el medio simulando un pene y los otros... los otros a cada lado) a manifestantes que le increpaban... Lo que faltaba: que la esposa del secretario de Energía, Verónica Ortiz de Elizondo, comisionada para dirigir el Partido Vamos México, que preside la esposa del Presidente de la República, Marta Sahagún, quisiese convertir el milagro de triangulación de fondos en acto de fe. Y, además, que dijera que la promoción de Vamos Marta, que hace el vocero de su esposa en distintos actos oficiales, sea, simplemente, una "gentileza". šAy, qué caballero resulta ser el mencionado vicepresidente Xof!... Y, mientras se le sigue enredando a la SEP su presunta reforma a la educación secundaria, šfeliz fin de semana!

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