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México D.F. Viernes 25 de junio de 2004
Histórica primera convención nacional
en la violenta ciudad de Newark, Nueva Jersey
En EU el hip hop responde a la industria; en AL habla
por el pueblo
Es hora de tomar las riendas de la empresa multimillonaria
que creamos, dice Angela Wooden, una de las organizadoras Vivimos una
nueva esclavitud, advierte Fred Hampton Jr., hijo del líder de las
Black Panthers Los jóvenes retaron a los raperos: ''si no entienden
el sistema político, ¿cómo quieren ser líderes?''
ELIZABETH COLL ESPECIAL
Newark, Nueva Jersey. Tres mil hiphoperos llegaron
aquí de todas partes del país para acordar una agenda política
de la "generación del hiphop" en la primera Convención Nacional
Política de Hip Hop. Los participantes, en su mayoría afroamericanos
y latinos, más asiáticos y anglos, partieron de una
postura de "resistencia" ante el estado actual de este país, y su
objetivo es transformar el movimiento cultural en una fuerza política
que incida efectivamente en la coyuntura electoral nacional.
En pleno verano en esta ciudad industrial marginada, con
una historia explosiva en los años 60, brotaron expresiones de la
cultura de la calle, representada por raperos, activistas, periodistas,
promotores, ejecutivos de disqueras y académicos quienes discutían
los problemas de la comunidad en búsqueda de soluciones y estrategias
colectivas. En las mesas y talleres a lo largo de cuatro días, la
comunidad entera dialogó tácticas para resolver problemas
como el encarcelamiento de una generación, la guerra contra las
drogas y la violencia entre bandas.
Panteras negras jóvenes
Recién liberado de la cárcel, Fred Hampton
Jr., hijo del líder legendario de las Black Panthers, Fred Hampton,
dirigió unas palabras a los jóvenes en el público.
Propuso un cambio de sintaxis: "Hay que dejar de usar palabras bonitas
para realidades brutales. Estamos viviendo la esclavitud nueva. No son
tácticas policíacas, es terrorismo policiaco. No son prisiones,
son campos de concentración." Los jóvenes, quienes han aprendido
mucha de su historia por medio del rap, conocen a Hampton Jr. por una canción
de Dead Prez, grupo de hip hop de Brooklyn, militante integral de ese movimiento:
Free
Fred / son of a panther that the government shot dead / back 12/4/69/ 4
in the morning / its terrible but its fine / because Fred Hampton Jr. /
walks just like him / talks just like him / and it might be frightening
the feds and the snitches / to see him organizing the gang brothers and
sisters / so he had to be framed / you know how the game goes / 18 years
because the 5-0 said so / they said he set a fire to an arabs store but
he ignited the minds of the young black and poor.
Liberen a Fred / hijo de un pantera que el gobierno
mató / el 4/12 de 69/ 4 de la mañana / es terrible pero está
bien / porque Fred Hampton Jr. se le parece en todo / camina como él
/ habla como él / y espanta a los federales y los soplones / verlo
organizar a los hermanos y hermanas de las bandas / lo tienen que poner
un cuatro /ya sabes como es el juego / 18 años porque la tira dijo
que si / lo acusaron de incendio de la tienda de un árabe pero prendió
las mentes de los jóvenes negros y pobres.
A la WhiteTnation (nación de las playeras
blancas), apodo de la generación nueva que se viste en grandes playeras
lisas, sin marca, Hampton les exigió: "Redirijan la rabia; marquen
la línea entre el estado y el pueblo." Los jóvenes, por su
lado, mostraron una urgencia por cambiar sus vidas que los llevó
a retar a los raperos en las ponencias, a exigirles más. ''Si ustedes
no entienden el sistema político, ¿cómo van a ser
lideres?", insiste un joven de preparatoria al rapero Jim Jones, de Harlem,
quien se define como un ghettolutionist, quien conoce la calle y
las tranzas más que los sistemas políticos. Responde el rapero
y ejecutivo de The Diplomats: "Hay que hacer una campaña política
para cada disco: Así estaríamos en la Casa Blanca."
Así, Newark, una ciudad siempre temida por su historia
de motines y violencia, se convirtió en sede de un encuentro en
que las leyendas caminan entre la gente y la crisis de la realidad no se
detiene por un segundo. En medio del taller sobre acuerdos de paz entre
bandas, una estudiante de preparatoria llegó corriendo y tomó
el micrófono para anunciar que acababa de ver como apuñalaban
a un joven, quien compraba zapatos, con su hijo y su madre, en una tienda
local, a unas cuadras de la convención. Aunque en Newark han logrado
un tratado de paz entre las bandas enemigas, Crips y Bloods, esa tarde
otro charco de sangre derramado por la guerra entre colores manchó
la avenida principal donde pasaron los participantes para asistir a los
conciertos gratis en el Military Park.
Raperos voltean al sur
Más que nunca, los oídos de los hiphoperos
están puestos más allá de las fronteras gringas.
Cedric Muhammad, antes gerente del mega exitoso Wu Tang Clan, exige: "Hay
que voltear hacía la comunidad internacional del hip hop para ver
lo que nos puede enseñar, y reconocer que buena parte del rap más
consciente no viene de Estados Unidos." Chuck Creekmur, fundador del sitio
Allhiphop.com dice que hablando con raperos de Colombia, Brasil, México
y Cuba se dio cuenta que ''lo que dicen ellos es más puro, hablan
por el pueblo, no para la industria, como aquí. En Estados Unidos
el hip hop ha sido colonizado, especialmente el rapero, no tanto los otros
elementos como los DJs, los grafiteros, y los B-boys, quienes todavía
preservan su autonomía. En otros países está floreciendo
todo."
Acordaron los panelistas, entre ellos raperos como MC
Lyte, Boots Riley, de The Coup, y M-1, de Dead Prez, que el potencial del
hip hop es el poder de unificar a la gente de color en todo el mundo. Esta
comunidad de resistencia se comunica vía los casetes de mezcla que
diseminan la música que no cabe en los perfiles comerciales de la
radio. Cada vez se suman más jóvenes blancos al movimiento;
bautizado por las lecciones de Eminem, rapero blanco que domina la industria,
buscan la posibilidad de ser una generación blanca más sensible
que no hará las mismas cosas opresivas que hicieron sus padres.
El voto negro
"Todo es político", dice la co-organizadora Angela
Wooden. "La escuela, la iglesia, el trabajo, la calle, toda la vida es
política. Es hora de darnos cuenta de eso y tomar las riendas de
la industria multimillonaria que creamos." La convención, que está
basada en el modelo de la Convención Nacional Política Negro
de 1972, en Gary, Indiana, buscó consolidar una voz unitaria que
abarcara generaciones y llevar sus demandas a los partidos políticos.
Con ojos puestos en las elecciones, los organizadores
exigían que cada delegado a la convención buscara empadronar
a más de 50 votantes. Esta histórica reunión en Newark
marca la primera vez que el movimiento de hip hop busca organizarse para
cambiar la dinámica política del país en una forma
más directa que a través de las canciones de crítica.
Sin embargo, mucho del público reunido no votará
en noviembre porque aún no estará de edad. Aunque la música
del hip hop ya cumple una generación, siempre pertenecerá
a los jóvenes. Y ellos perciben poca esperanza en las palabras de
Kerry y menos en las de Bush. Más bien, este verano estarán
escuchando el disco nuevo de Jadakiss, Kiss of death (Beso de
la muerte) y si consiguen la versión sin censura, escucharán
versos como, "¿Porque tiró las torres Bush?"
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