Se dijo satisfecho de los "beneficios tangibles" conseguidos para las familias mexicanas

Fox: 4 años, demasiado pronto para hablar de promesas incumplidas

Aseguró que su triunfo electoral será recordado como una de las "grandes hazañas de la historia moderna"

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Al cumplir cuatro años de su triunfo electoral, el presidente Vicente Fox afirmó que es un día para festejar "con orgullo", porque en México hay estabilidad económica, política y social, pero aseguró que es "demasiado pronto" para pensar en los primeros resultados del cambio como promesas no cumplidas de la democracia.

En una reunión con los integrantes de su gabinete legal y ampliado, el mandatario reiteró su optimismo y se declaró satisfecho porque se avanza hacia una "democracia fuerte", la estrategia económica "está dando frutos", comienza a traducirse en "beneficios tangibles" para las familias mexicanas y en la recuperación del empleo.

Recordó el día 2 de julio de 2000, cuando fue electo Presidente de la República, como una de las "grandes hazañas de la historia moderna" y afirmó: "vamos por el camino correcto".

Las palabras de Fox contrastan, sin embargo, con los resultados de su administración. El primero de diciembre de 2000, al tomar posesión como jefe del Ejecutivo federal, prometió dar respuesta a siete "reformas medulares", entre las que incluyó poner fin a la corrupción, acabar con el conflicto en Chiapas, reformar el sistema de seguridad y cancelar la impunidad, y que "nadie se quedara sin cumplir su proyecto educativo por falta de recursos".

Ese día también se comprometió a consolidar el avance democrático que después se traduciría en un pacto político y la reforma de la Constitución, avanzar en el combate a la pobreza y en la igualdad social y educativa, en garantizar el crecimiento con estabilidad económica y fortalecer los estados, municipios y comunidades rurales.

A pesar de que estos objetivos no se han alcanzado, Fox celebró los avances en política, economía y bienestar social, si bien reconoció que se vive un proceso de "adaptación política que contempla ensayos y errores".

Afirmó que el día de su triunfo en las urnas será recordado como el "día de la participación y de la esperanza en la que todos confirmamos nuestra voluntad de vivir en un estado de derecho y asumir la responsabilidad de trabajar juntos por el bien de México".

En ese contexto advirtió que el 2 de julio fue el día de la "alternancia", y que en ese proceso de cambio democrático la tarea más delicada del gobierno ha sido ser fiel intérprete de la ciudadanía.

Esta no ha sido una tarea fácil. Hemos hecho al ciudadano parte de la toma de decisiones para construir el bien común, afirmó el mandatario, quien ayer también cumplió 62 años de edad.

"Siempre he defendido los procesos públicos abiertos, que fomentan la discusión libre, que permiten el uso de la persuasión y no de la manipulación ni de la coerción".

En numerosas ocasiones utilizó el término "democracia fuerte", que definió como un "poder transformador", porque se trata de la democracia que hacen los ciudadanos capaces de perseguir objetivos comunes y que es capaz de sustituir intereses privados por bienes públicos.

La democracia fuerte, insistió, no se agota en lo político y lo electoral. El principio de equidad que rige en el ámbito político debe tener su plena realización también en el campo social.

Aseguró que por eso su administración ha apresurado el paso, para hacer realidad el ejercicio pleno de todos los derechos sociales de los mexicanos. "Mi gobierno ha asumido su responsabilidad social, ha trabajado intensamente para mejorar las condiciones de vida de quienes están al margen del progreso para abrir mayores oportunidades de educación, de salud, de vivienda y generar las condiciones para el desarrollo de las personas y las comunidades".

La democracia fuerte, aseguró, es también consolidar una economía vigorosa, moderna, competitiva, generadora de empleos y con rostro humano. Y aseguró que a lo largo de estos cuatro años México ha caminado en esa dirección.

Su proyecto, dijo, es impulsar una "economía de mercado con responsabilidad social" que se ha sustentado en cuatro ejes: mantener la estabilidad ante un entorno difícil, impulsar el cambio estructural, fortalecer el mercado interno como motor del crecimiento y mejorar la competitividad del país.

Se dijo confiado en que la estrategia "ya está dando frutos", ha comenzado la recuperación económica y se tienen las bases sólidas para mantener un ritmo de crecimiento sostenido y generalizado que abarca todos los sectores.

En lo que va de este gobierno, añadió, el salario real "ha aumentado, modestamente, sí, pero ha aumentado, marca un punto de inflexión en la tendencia del deterioro del nivel de vida de los trabajadores que prevalecía desde hace más de 25 años".

Convocó a los mexicanos a que sin perder identidades políticas ni capacidad crítica avancen en lo mucho que los une. Sumemos las mejores capacidades individuales y colectivas para consolidar una democracia en la que cada uno pueda desarrollar sus aptitudes intelectuales, emocionales y morales.

A pesar de su mensaje optimista, dijo que en este proceso de adaptación política, que contempla ensayos y errores, debe imperar la prudencia en estos momentos de ajuste de las prácticas y de las instituciones políticas.