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Obituario   - NUEVO -

P O L I T I C A
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México D.F. Sábado 3 de julio de 2004

Aline Pettersson

Obedézcase pero no se cumpla

Claro que ser pobre no te hace delincuente, probablemente no te hace si tus derechos mínimos están protegidos por las instancias que marca la ley, empezando por el policía a quien puedes recurrir, la delegación que te apoya, el trabajo que te permite dar sencilla casa y comida a tu familia. Y aquí recuerdo un viejo dicho: "pobre, pero honrado". Luego, la pobreza debe ser problemática ya que la frase es muy vieja. Y algo se habrán sospechado quienes la urdieron, en cuanto a lo que induce la pobreza. Y, luego, Ƒla miseria? Raskolnikov acabó matando a la vieja usurera. Dejo de lado los conflictos de conciencia que aquí no vienen a cuento. ƑO sí?

Es imposible negar la presencia de mafias poderosas que se han apropiado del terreno. Y las cantidades gigantescas de dinero hablan de una industria dividida -quizá no del todo- en crímenes de diversa índole. Los millones de dólares, estatus de las víctimas, la misma crueldad con que se llevan a cabo dichos crímenes los hacen noticia.

Pero las cosas no se acaban ahí. Porque la gruesa mayoría de la gente, la gente de a pie, o casi, está llena de historias que no llegan a la prensa o a la televisión. Vaya, ni siquiera llegan a la denuncia. Hay miedo a las represalias de hacerse visible, hay, también, la certeza de lo inútil del esfuerzo. Se es despojado de la cartera, pero también del terreno o de la minúscula habitación que de buena fe le fue vendida por alguna otra mafia, abusando de esa buena fe.

Tampoco aquí acaban las cosas, la escala de pobreza sigue su imparable descenso. Descenso en la escala social, pero también descenso en las grutas interiores cada vez más oscurecidas. Y de nuevo recurro a la literatura. Esa niña de los cerillos que miraba detrás del vidrio hacia el interior de una casa. Esa niña que fue consumiendo los fósforos hasta el último, hasta morir aterida de frío en la calle frente a una ventana.

La muerte de la niña era inevitable, no tenía más alternativa. Su vida duraría lo que la caja de cerillos. ƑPero, y si ella hubiera apedreado el cristal y hubiera entrado hasta el calor de la estancia? Es posible que no hubiera muerto de frío en ese momento, sino que hubiera sido castigada por su crimen. ƑHabría habido algún ser comprensivo que reflexionara sobre el hecho? ƑAlguien que la viera regresando -desahuciada- al más elemental instinto de supervivencia? Porque habría que imaginar que se trataba de una niña a quien de pronto la miseria la llevó a cometer una enorme falta. Y tal vez esa niña seguiría rompiendo ventanas como un acto de supervivencia. Tal vez, posteriormente, esa niña haría cosas más graves al saberse nacida en desventaja, pero también segura de que la ley no le sería aplicada.

šNo! Yo no disculpo el estado de inseguridad que se ha apoderado del país. ƑCómo podría, si yo misma he sufrido sus efectos? Es sólo que pienso que debió ser la clase pudiente la que al sentirse agraviada con tan lamentable frecuencia, decidió hacerse oír. Qué la marcha reunió a gente de todo tipo es sabido. Y celebró el hecho, ya que el país se nos está haciendo garras como el vestido de la niña de los cerillos. Porque la inmensa mayoría suele ser una que, para efectos de las autoridades, es -ha sido- una mayoría silenciosa o silenciada. Y sus marchas suelen ser vistas con desagrado y como un ataque al fluir del tránsito.

Y ese "no veo, no oigo" parece ser la actitud oficial. Porque si los pobres no son delincuentes, según acaba de ser afirmado por el secretario del Trabajo, Ƒqué hacer si no hay trabajo? ƑCómo allegarse de los mínimos recursos? ƑPrendiendo cerillos? ƑVendiendo chicles? Por muy ahumados que estén los vidrios de algunos automóviles, el círculo de la miseria hace sentir su tufo, como también lo hace el pequeño círculo de oro que vuelve el rostro para otro lado.

El respeto a la ley es más que letra muerta. Y en eso hay acuerdo. Y cada quien, en su respectiva medida, busca la manera de darle la vuelta, o la espalda. ƑSerá que necesitamos leyes nuevas? ƑO bastaría con obedecer las que tenemos? Obedecerlas los de cuello blanco, los de chamarra, los uniformados, los togados, los filántropos, los burócratas, los que gobiernan, los que ejercen cualquier profesión u oficio, y también los que no ejercen porque perdieron su puesto, aunque aquí la obediencia solicita de mayor entereza. "Pobre, pero honrado".

Y repito que no descarto la invasión de las mafias, vaya, si mafias bien cohesionadas hay hasta en la cultura. Las mafias que manejan cantidades impresionantes de dinero que compra impunidad y abre caminos cada vez más blanqueados. Caminos que suelen cruzarse con los de quienes se alzan con indignación por el estado de las cosas mientras no se asome en su horizonte alguna jugosa componenda. Porque mafia no es sólo la del narcotráfico o el secuestro -terribles como son-, mafia es la complicidad de grupo que busca sólo su exclusivo beneficio. El empresario corrupto de la industria automotriz, por ejemplo, y sus iguales y el que roba los tapones de las llantas y los suyos. La diferencia estaría en el monto de las "ganancias".

La falta absoluta de respeto a las leyes nos ha traído hasta la situación actual. Así hemos sido educados durante muchas generaciones, quizá desde la Colonia, con aquello de "obedézcase, pero no se cumpla", que pervive hasta hoy. En caso de que el desacato llevara a la lapidación, ésta sería tierra de suelo intacto, porque si el libre de culpa lanzara la primera piedra, nadie habría sido descalabrado. Es decir, nadie que pudiera pagar los servicios de un "buen" abogado.

ƑCómo pasamos de "la bolsa o la vida", a "la bolsa y la vida"? Algo debimos hacer todos. La culpa no es de los otros, es de nos-otros que nos fuimos corrompiendo alegremente. La conciencia es cosa de los libros, y Raskolnikov, como la niña de los cerillos, a ellos pertenecen. Y por fortuna ya casi nadie lee.

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