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México D.F. Sábado 3 de julio de 2004
El DF, espacio excepcional para el ejercicio
de las libertades democráticas, afirma
Entrega el jefe de Gobierno el Reconocimiento Ciudad
de México
Carlos Monsiváis, Roberto Meli y Jorge Olea,
los merecedores de la distinción
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
Pese a todo lo que se diga de ella, la capital del país
es un espacio excepcional para el ejercicio de las libertades democráticas,
la cultura y el esparcimiento, afirmó el jefe de Gobierno del Distrito
Federal, Andrés Manuel López Obrador, al entregar ayer el
Reconocimiento Ciudad de México al escritor Carlos Monsiváis,
al ingeniero Roberto Meli y al reportero Jorge Olea.
En
el Salón de Cabildos del antiguo palacio del Ayuntamiento, el mandatario
capitalino resaltó que entre los habitantes de esta ciudad hay una
tradición de solidaridad que "es lo que hace posible que el Distrito
Federal funcione, a pesar de que somos muchos y cotidianamente nos tenemos
que enfrentar a las más diversas, complejas y peculiares circunstancias".
Entre los múltiples problemas, Meli Piralla, uno
de los galardonados, puso el acento en el hundimiento de la ciudad a consecuencia
del excesivo bombeo de agua del subsuelo, e hizo un llamado a aplicar medidas
para limitar la extracción del líquido.
Alejandro Encinas, secretario de Gobierno, hizo una semblanza
de los reconocidos: Meli Piralla, profesor e investigador de la Facultad
y el Instituto de Ingeniería de la UNAM, respectivamente, ha colaborado
en la elaboración de reglamentos y normas de construcción
para la ciudad y a escalas nacional e internacional; participa en los trabajos
de reforzamiento estructural de la Catedral Metropolitana y el Templo de
Corpus Christi, así como en el diseño y seguridad estructural
del distribuidor vial de San Antonio y el segundo piso de Periférico
y Viaducto.
A su vez, Roberto Meli dedicó el reconocimiento
a la UNAM e hizo un llamado a la conservación de los edificios históricos,
"responsabilidad que cada generación debe asumir como parte de una
cadena cuya continuidad garantice la permanencia de estos testimonios para
las futuras generaciones".
Sobre Jorge Olea, Encinas refirió que desde 1956
se desempeña como periodista radiofónico especializado en
información policiaca y tránsito vehicular, actualmente en
el noticiario Monitor.
El periodista demandó al jefe de Gobierno que se
ponga en orden a los taxistas y microbuseros; "ojalá se haga un
esfuerzo para educar a estos hombres, para decirles que son seres humanos,
que transportan a seres humanos, que no transportan bultos". Olea agradeció
la presencia del procurador General de Justicia capitalino, Bernardo Bátiz,
a quien se refirió como compañero de escuela "en una secundaria
muy cerca de aquí, en la calle de Regina 111".
Carlos Monsiváis, al agradecer el reconocimiento,
saludó también al procurador Bátiz, "mi contemporáneo
en la preparatoria", y refrendó su "amor a la ciudad de México;
en definitiva, una sensación de arraigo se produce algunas horas
del día, cuando se olvidan o se alejan los problemas gravísimos
del empleo, el tráfico, la vivienda, el agua, la polución
atmosférica, la inseguridad. Este orgullo del sobreviviente es un
sentimiento teñido de furia, miedo, celos, disgusto, resentimiento,
todo lo que también constituye el típico sentimiento amoroso
y un odio a la ciudad".
Es precisamente por todo ello, señaló después
el jefe de Gobierno, que emana la necesidad de exaltar el orgullo por la
ciudad, demostrar que sigue siendo un espacio excepcional y "queremos que
no se ponga el acento, como tanto suele hacerse, sólo en lo que
puede parecer negativo".
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