El sector privado no invertirá en la terminal dos

ASA destinará 400 mdp del erario a obras para el AICM

Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) erogará 400 millones de pesos en la demolición, construcción y reconstrucción de los 74 hangares que rodean la terminal dos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, obras que se llevan a cabo sin la participación económica del sector privado, a pesar de que algunos de esos cobertizos seguirán siendo utilizados por empresas particulares.

Según Rosa Elba Arroyo, vocera de ASA, la transformación de la zona de hangares, localizada al sur de la terminal aérea, obedece al programa de construcción de la terminal dos, en el que se calcula que en los próximos cinco o seis años, en esa parte del campo aéreo, se esté atendiendo entre 8 y 10 millones de pasajeros.

Son 74 los cobertizos colindantes con el hangar presidencial (que no sufrirá cambio alguno) y con los talleres de resguardo y mantenimiento de varias aerolíneas comerciales, entre ellas Aeroméxico, Aeromar, Aero California y cobertizos particulares, además de los correspondientes a las secretarías de Defensa y de Marina, de la Procuraduría General de la República (PGR), de la Policía Federal Preventiva (PFP) y de otras dependencias oficiales.

De ese número, entre 20 y 30 hangares serán demolidos y sus terrenos utilizados para la construcción de lo que habrá de ser la terminal dos, con 18 posiciones, plataformas de operación, calles de rodaje y otros servicios a las aerolíneas.

ASA, junto con la Dirección General de Aeronáutica Civil, tiene planes para que algunas empresas aéreas, tanto nacionales como internacionales, tengan como centro de operaciones esa terminal a partir de 2006, la cual estará unida a la uno, mediante un mono riel que llevará pasajeros de un lado a otro.

Entre los hangares que serán trasladados a aeropuertos alternos del Distrito Federal figuran los de la PGR, PFP y otras dependencias oficiales. Se les localizará en los aeropuertos de Toluca, Querétaro, Puebla y Cuernavaca; cabe mencionar que los trabajos se realizan prácticamente de manera subrepticia, como es común en ASA, paraestatal que no difunde de manera oficial qué obras se están llevando a cabo, cuál es el adelanto de las mismas, la inversión total detallada, esto, en lo que se refiere a los hangares de la terminal dos, no obstante que invertirá 400 millones de pesos del erario. A pesar de que la Secretaría de la Función Pública debería conocer de oficio qué se está haciendo, todo continúa casi en secreto.

TRIUNFO ELIZALDE