México D.F. Domingo 19 de septiembre de 2004
Vende juguetes, vestimentas y bisuterías, entre otras
Yiwu, paraíso en China para los proveedores del comercio informal
AFP
Yiwu, China, 18 de septiembre. Yiwu no forma parte de los destinos turísticos promovidos por las agencias de todo el mundo y, sin embargo, es una de la ciudades más atractivas de China.
Comerciantes de todos los rincones del planeta llegan a esta ciudad para llevarse contenedores repletos de juguetes, vestimentas, bisutería de fantasía, artículos de farmacia u objetos decorativos, a precios que desafían cualquier tipo de competencia.
Situada en la provincia de Zbejiang (este) a poco más de 300 kilómetros al sur de Shanghai, la ciudad está rodeada de zonas industriales y posee varios mercados mayoristas especializados donde miles de representantes de fábricas de la región compiten ferozmente.
Entre ellos se destaca el China Commodity City, que tiene más de 27 mil puestos. Un cartel en el lugar indica que el mercado pretende convertirse en "el más grande del mundo".
"Vendemos 95 por ciento de nuestra producción a extranjeros", declara orgullosamente Wu Yajing, quien vende, como otros cientos de comerciantes, brazaletes, pañuelos y otros objetos de uso cotidiano.
"Nuestros clientes son alemanes, japoneses, italianos, norteamericanos o vienen de Medio Oriente. Todo es negociable; no hay precio fijo", precisa la joven.
Para Zoran Spaseski, joven macedonio que viene por tercera vez, "la ventaja de Yiwu es el amplio surtido y la posibilidad de comprar en pequeñas cantidades, mientras que en otras partes de China te obligan a menudo a llenar un contenedor con el mismo producto".
"Estoy creando una cadena de comercios que se llama Bazar Chino, en el que todos los artículos vienen de esta nación", explica el también graduado en gestión que proyecta abrir en Macedonia un centro de distribución de productos "made in China" para el sur de los Balcanes.
Consciente de los empleos perdidos a raíz de la competencia china, Spaseski estima sin embargo que "más vale que el comercio esté en nuestras manos y que no sean los chinos los que vendan directamente en Europa".
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