México D.F. Domingo 19 de septiembre de 2004
Tienen valor histórico, porque revelan
secretos: experto
Escuchar y coleccionar narcocorridos es casi
una religión sinaloense
JAVIER VALDEZ CARDENAS CORRESPONSAL
Culiacan, Sin., 18 de septiembre. Nancy Ortiz trabaja
en una las pocas tiendas de discos que ofrecen el más reciente cidí
de Los Tucanes de Tijuana. En Sinaloa se desprecia a ese grupo, pues sus
corridos hacen alusión al cártel de los Arellano Félix,
enemigo acérrimo de los capos locales, Ismael El Mayo
Zambada y Joaquín El Chapo Guzmán.
Los Tucanes cantan corridos doblemente prohibidos. Se
suman a los que Francisco Labastida Ochoa, entonces gobernador durante
la década de los 80, prohibió difundir en radio y televisión.
Las canciones populares sinaloenses que se escuchan a
todo volumen en camionetas de lujo y autos deportivos en que se pasean
los narcos, sus émulos y seguidores, se refieren a El
Chapo, El Mayo o al lugarteniente de éste, Javier Torres, mejor
conocido como El JT, detenido en enero pasado.
Escuchar y coleccionar narcocorridos es casi una
religión. Se consiguen sobre todo en las tiendas de discos ubicadas
en la zona de Culiacán llamada El Mercadito.
Entre los intérpretes de este subgénero
de la música norteña destacan Los Huracanes del Norte, Lamberto
Quintero y La Banda del Carro Rojo. En las portadas de sus grabaciones
aparecen hombres con chaqueta tejana, botas de pieles exóticas y
cinto piteado, que empuñan un fusil AK-47 cuerno de chivo,
el arma favorita de los narcotraficantes.
Los clientes de la serranía
En
cada cuadra de El Mercadito hay una tienda que vende narcocorridos.
Muchos de sus clientes bajan de la sierra cercana a Culiacán, donde
se siembra mariguana y amapola. Casi todos llevan dólares que en
la calle Benito Juárez cambian a pesos a jóvenes que laboran
a la vista de todos, calculadora en mano, y sombrero o gorra para protegerse
del sol.
Dueños de tiendas de discos comentan que ocho de
cada 10 clientes compran canciones que hablan de pistoleros, enfrentamientos,
detenciones y fiestas de narcos.
Nancy, de 20 años, quien atiende uno de estos comercios,
cuenta que no falta quien la invite al Rodeo, lugar que presenta grupos
norteños.
Pero no accede. Se queja de que los clientes provenientes
de la sierra "no saben leer ni escribir, pero son prepotentes y quieren
que los atiendas rápido. Ni siquiera te miran a los ojos. Cuando
te invitan a dar la vuelta es mejor decir que no, andar con narcos
es peligroso y como tienen dinero creen que pueden hacer lo que quieran
con una".
De fanático a protagonista de corridos
Javier Torres Félix, El JT, lugarteniente
de El Mayo Zambada, fue arrestado el 27 de enero anterior en Culiacán,
durante un operativo militar; las autoridades federales lo acusaron
de sobornar a miembros de corporaciones policiacas en Sinaloa, Sonora y
Nayarit. El arresto dio material a compositores y grupos norteños.
La detención del JT y La trampa de la fiera,
fueron temas musicales que presentaron grupos como Los Nuevos Rebeldes
y El As de la Sierra.
Antes de ser aprehendido, era frecuente ver a Javier Torres
comprando música en El Mercadito. De consumidor de corridos se convirtió
en protagonista.
"Los narcocorridos son crónicas musicalizadas
que tienen como materia prima a los barones y hechos del narcotráfico.
Tienen valor histórico y como género literario musical, porque
son un testimonio, una fuente de información, indicios para su reconstrucción
y estudio", afirmó Rigoberto Rodríguez Benítez, doctor
en historia, catedrático de la Universidad Autónoma de Sinaloa
y especialista en los temas abordados por Los Tigres del Norte.
Destacó que en las historias que cantan Los Tigres
del Norte, oriundos de la comunidad Rosa Morada, municipio de Mocorito,
Sinaloa, se entretejen el amor, el narcotráfico y las vivencias
de la gente.
"Una forma de los narcotraficantes para pasar de alguna
manera a la posteridad, es pagar para que les compongan un corrido. Ningún
estudioso que se precie de riguroso puede basarse en una sola fuente, y
el narcocorrido es una nada despreciable, sobre todo por el carácter
secreto y hermético del narco", sostuvo.
Estas expresiones literarias y musicales, agregó,
"son también cultura, porque reflejan el sentir y el comportamiento
de un importante sector de la sociedad, en este caso la sinaloense, y es
una realidad que no se puede ni se debe evadir".
De acuerdo con Rodríguez Benítez, el narcocorrido
"podría ser entendido como una incitación al tráfico
de drogas y la violencia por algunos segmentos de la sociedad, pero yo
me iría con la expresión de los Tigres del Norte: 'no inventamos
el narco, sólo reflejamos lo que es vox populi'".
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