México D.F. Domingo 19 de septiembre de 2004
Corresponde a menores de 20 años 25%
del total de embarazos en el país, señala
Reconoce la Ssa efectividad limitada de sus programas
de salud sexual
ANGELES CRUZ MARTINEZ
Los programas de salud sexual y reproductiva no han tenido
la efectividad esperada, lo cual se observa en que todavía una cuarta
parte del total de embarazos que se produce en el país es de menores
de 20 años de edad. Aunque existen avances en el control del contagio
del VIH/sida vía perinatal y sanguínea, persisten "grandes
retos en la prevención sexual y mitigación del daño",
admite un análisis del Centro Nacional de Equidad de Género
y Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud (Ssa).
A partir de la publicación del estudio Estado
Mundial de la Población 2004, la directora del Centro, Patricia
Uribe Zúñiga, resaltó la importancia de articular
los servicios de prevención y atención de infecciones de
transmisión sexual (ITS) incluido el VIH/sida con los de salud reproductiva,
tal como lo recomendó hace 10 años la Conferencia Internacional
de Población y Desarrollo (CIPD) de El Cairo, Egipto.
Señaló que la infección por VIH/Sida
es un problema de salud complejo, íntimamente relacionado con la
sexualidad, desarrollo, pobreza, discriminación, estigma y derechos
humanos, por lo que su solución tendría que abordarse mediante
un modelo integral y focalizado en los grupos de mayor riesgo con respecto
a la pandemia.
También debería revertirse la falta de coordinación
entre los programas y servicios de salud, así como la tendencia
del personal de salud a tener una formación fragmentaria, con gran
resistencia al cambio y falta de motivación.
La integración de la salud reproductiva con los
servicios de VIH/sida y otras ITS debe ocurrir sin diluir el énfasis
que requiere cada grupo de la población, ampliando los servicios
ya existentes, mencionó la funcionaria.
En su balance sobre los logros alcanzados por México
en materia de salud sexual y reproductiva, Uribe Zúñiga se
refirió a las Metas del Milenio relacionadas con la equidad de género.
Dijo que la incorporación de la perspectiva de género se
ha logrado en 60 por ciento de los programas de acción prioritarios
en salud, mientras que la mitad de las estadísticas del sector están
desagregadas por sexo.
Aunque la Encuesta Nacional de Violencia Familiar permitió
tener claridad sobre la magnitud del problema de la violencia contra las
mujeres, y 22 entidades se han sumado al Modelo Integrado de Atención
a la Violencia Familiar, Sexual y contra las Mujeres, "todavía existen
grandes retos y largo camino por recorrer", advirtió.
Al abundar sobre la situación de los servicios
de salud reproductiva, destacó que mientras persistan altos índices
de pobreza, las mujeres continuarán teniendo más hijos de
los que desean, mayores complicaciones de parto, aborto y puerperio, o
morbimortalidad materna y neonatal.
De la misma manera, seguirá existiendo el problema
del inicio temprano de la fertilidad, el abandono escolar, las altas prevalencias
de ITS. Estos fenómenos, señaló, contribuyen, a su
vez, a rezagar más a las personas en pobreza.
Señaló que la inversión en salud
reproductiva permite reducir el crecimiento demográfico, y mejorar
los recursos educativos o laborales, además de que las parejas hacen
un uso efectivo de sus derechos y aspiraciones reproductivas.
Con relación a los servicios de salud dirigidos
a los jóvenes, retomó los resultados del Estado Mundial
de la Población 2004, según los cuales esta responsabilidad
recae frecuentemente en las organizaciones no gubernamentales, mientras
el Estado se mantiene sin asumir plenamente su papel en este ámbito.
En México, apuntó, se ha establecido un
esfuerzo conjunto entre instituciones públicas y civiles para promover
una red de servicios integrales que responda a las necesidades de los adolescentes.
No obstante, todavía hace falta remover obstáculos para el
acceso y la utilización de los servicios por parte de este grupo
de la población.
Por lo pronto, persiste la problemática del embarazo
adolescente, sobre todo en entidades federativas como Chihuahua, Sonora
y Nuevo León, donde las cifras se ubican por encima del promedio
nacional.
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