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Portada
Presentación
El mono blanco de los Tuxtlas
Alvar González Christen,
El tucán, prodigio de la naturaleza
Andrea León
Ocelote, felino sagrado
Yan Quirarte y Raúl Kuanenemy
Tolomuco, viejo del monte
Alvar González Christen
El dragón del Nauhcampatépetl
Luis Ernesto Alarcón Villegas y Alvar González Christen
El mono aullador veracruzano
Edith Carrera Sánchez
Mariposa monarca, fragilidad y perseverancia
Alicia Dorantes Cuéllar
Oso hormiguero, brazo fuerte de la naturaleza
Daniel Ruz
Mariposa 88: la súper agente
Martha Y. Castañeda Cuéllar
Guacamaya verde: los colores del aire
Isaac Michán
Pájaro carpintero
Amparo Albalat
Correo electrónico:
[email protected]
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Guacamaya
verde: los colores del aire
Texto y fotos: Isaac
Michán
Hojas Verdes
Correo electrónico: [email protected]
La
guacamaya verde (Ara militaris) pertenece al orden Psittaciformes
y a la familia Psittacidae; como su nombre lo indica, es un ave
de color verde, matizada con un tono azul en sus remeras, las plumas
más grandes de las alas. Tiene una franja carmesí
en la frente y otra en la parte posterior de la cola. Mide 75 centímetros
de longitud y se puede encontrar desde México hasta Brasil.
Su alimento se basa principalmente
en frutos, semillas y néctar, y su tiempo de re reproducción
en el norte del continente es a finales de las lluvias, de septiembre
a diciembre. Tienen de dos a tres huevos por nido que se incuban
por un mes, posteriormente se las cría durante tres meses
para finalmente alcanzar su madurez sexual entre los dos años
y medio y cuatro años. (esta edad, en cautiverio)
Anida en árboles,
de preferencia huecos, o barrancos; viven en lugares calientes,
con una humedad alta y temperatura entre los 30 y los 40º C; se
caracterizan por tener actividad durante las horas de mayor luminosidad
y se recogen a la sombra de los árboles cuando empieza a
ocultarse el sol.
Ocupaba
originalmente tres poblaciones en el país, la primera en
la vertiente del Pacífico, la segunda en la región
Huasteca y la tercera hacia el sur centro del país. En los
últimos 50 años, su rango de distribución se
ha reducido drásticamente, sus poblaciones y hábitat
han sido fragmentados y además han estado sujetas a explotación
desde tiempos prehispánicos, época en que utilizaban
sus plumas como moneda, adornos de vestimenta y hasta muestras de
gratitud ante un rey.
Actualmente está
considerada en peligro de extinción por el gobierno mexicano
dentro de la NOM-Ecol-059-1994. Internacionalmente está protegida
dentro del apéndice I de la Convención Internacional
sobre Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que
prohíbe su comercialización.
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