Pekín, 20 de febrero. Hillary Clinton, secretaria de Estado estadunidense, llegó hoy aquí para discutir con líderes chinos la crisis económica, el cambio climático y otros asuntos clave en las relaciones entre ambos países. Además, señaló que espera que preocupaciones sobre derechos humanos no dificulten la cooperación con Pekín, comentarios que fueron rechazados por activistas en esta materia que se manifestaron escandalizados.

Clinton, quien permanecerá en China hasta el próximo domingo, última etapa de una gira por Asia, se reunirá este sábado con el presidente Hu Jintao, el primer ministro Wen Jiabao y el jefe de la diplomacia, Yang Jiechi.

Asimismo, la funcionaria dijo que Washington seguirá presionando a Pekín por cuestiones de derechos humanos, como por ejemplo su dominio sobre el Tíbet.

Las sucesivas administraciones (estadunidenses) y los gobierno chinos se han agitado con esa cuestión y hay que seguir presionando. Pero nuestras presiones sobre estos asuntos no pueden interferir en la crisis económica global, el cambio climático global y la seguridad, señaló la jefa de la diplomacia estadunidense a la prensa en Seúl, antes de viajar a Pekín.

T. Kumar, de Amnistía Internacional Estados Unidos, dijo que el grupo de presión en favor de los derechos humanos quedó escandalizado y extremadamente decepcionado por los comentarios de Clinton, quien daña futuras iniciativas de Estados Unidos para proteger esos derechos en China.

Sophie Richardson, directora para Asia de Human Rights Watch, estimó que los comentarios de Clinton consolidan una política diplomática que ha funcionado bien para el gobierno chino, consistente en segregar los derechos humanos en un diálogo de sordos sin consecuencias.

El grupo Estudiantes para un Tíbet Libre dijo que los comentarios envían una señal equivocada en un momento muy delicado.

En Seúl, Clinton instó a Corea del Norte a cesar su guerra verbal contra su vecino del sur y advirtió al régimen de Pyongyang que proferir injurias y amenazas contra los responsables surcoreanos no favorecerá la mejoría de las relaciones con Washington.

En este sentido, la ex primera dama anunció la nominación de Stephen Bosworth como emisario para Corea del Norte, en un momento en que las negociaciones internacionales están bloqueadas.

Por otra parte, Estados Unidos y sus aliados no pueden demorar el hecho de enfrentar la preocupación por el programa nuclear de Irán, dijo el vocero de la Casa Blanca, Robert Gibbs.

Esos comentarios ocurren un día después de que la Agencia Internacional de Energía Atómica anunció en un informe que Teherán prosigue con sus operaciones de enriquecimiento de uranio.