El estadunidense abordará con Calderón la profunda e integral relación
entre ambos países
La entrevista se da luego de un clima de desencuentros por declaraciones de funcionarios de Washington
Jueves 19 de marzo de 2009, p. 7
Nueva York, 18 de marzo. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció hoy que en abril viajará a México para reunirse con su homólogo Felipe Calderón, con quien abordará la profunda e integral relación
entre ambos países, y su intención de trabajar sobre la lucha antinarcóticos y el tema de migración, informó la Casa Blanca. Será el segundo encuentro entre ambos políticos en cuatro meses.
En México, el coordinador de comunicación social de Los Pinos, Maximiliano Cortázar, confirmó que la visita oficial del mandatario estadunidense se realizará los días 16 y 17 de abril. Indicó que, además de los mencionados, otros temas que tratarán ambos presidentes se refieren a la cooperación bilateral en materia de competitividad y desarrollo económico, seguridad, medio ambiente y bienestar social.
Barack Obama informó de su viaje a México –en escala rumbo a la Cumbre de las Américas, en Trinidad– durante una reunión a puerta cerrada con legisladores del caucus hispano del Congreso estadunidense.
De acuerdo con la Casa Blanca, el mandatario dijo que abordará la amplia gama de temas sobre la relación bilateral con su contraparte mexicana, incluso cómo pueden trabajar de manera conjunta para apoyar la lucha de México contra la violencia relacionada con las drogas y hacia una reforma efectiva e integral sobre migración
.
En Los Pinos se detalló que la agenda prevista para el encuentro Calderón-Obama incluye la relación hemisférica y global, tema de interés para ambas naciones, sobre todo por su participación en diversos foros multinacionales como la Cumbre de las Américas, el Diálogo del G-8 –próximos a realizarse–, el G-5 y la Cumbre de Líderes de APEC.
En un mensaje divulgado momentos antes del inicio de una gira de Felipe Calderón por Puebla, se aseguró que esta visita refleja la alta prioridad
que ambos gobernantes otorgan al fortalecimiento de la relación bilateral, a partir de un diálogo franco y respetuoso sobre el conjunto de temas que integran la amplia agenda común.
No se dieron más detalles ni se dijo cuál será la sede del encuentro. Se resaltó, sí, que éste dará continuidad al primero, celebrado en Washington el pasado 12 de enero, una semana antes de que Barack Obama tomara posesión como presidente de Estados Unidos, donde acordaron impulsar una asociación estratégica
entre ambos países.
La visita de Obama seguirá a la gira al Distrito Federal y Monterrey de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, programada para la próxima semana. Mientras tanto, altos funcionarios han informado que el gobierno del demócrata elabora lo que llaman un plan integral
para la relación bilateral.
Según fuentes oficiales consultadas en Washington, la intención del gobierno de Obama es ofrecer un nuevo esquema integral
que incluya la amplia gama de temas bilaterales, y no reducir la relación a uno o dos rubros (como migración o drogas), y buscar así imponer el sello del nuevo gobierno a la relación con México.
En enero, en Washington, Obama y Calderón, si bien expresaron coincidencias en los asuntos de seguridad y migración, también reflejaron sus diferencias, sobre todo cuando el jefe de la Casa Blanca expresó su intención de modificar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), lo que fue matizado por el presidente mexicano al exponer que en realidad ambos coincidieron en revisar los acuerdos paralelos, pero sin renegociar este instrumento comercial.
Las controversias
En este marzo, dos meses después de aquella conversación, el anuncio de la visita del demócrata a México (hasta ahora la segunda salida de sus fronteras nacionales tras su estancia en Canadá, pocos días después de haber llegado a la Casa Blanca) se da en un contexto de nuevas controversias entre ambos países.
La primera surgió luego de que diversos funcionarios del gobierno estadunidense criticaron el clima de inseguridad en México, al punto que el director de Inteligencia Nacional, Dennis Blair, aseguró que la administración mexicana no gobierna en algunas partes de su territorio
.
En respuesta, Calderón Hinojosa dijo que existe una campaña de desprestigio hacia el país, la cual ha llegado incluso a traducirse, por algunos medios informativos, en apología del delito. Entonces, retó a que le demuestren que su gobierno no tiene autoridad y control sobre algún punto del territorio nacional.
Una nueva divergencia surgió cuando Washington canceló un programa para permitir la entrada de camiones mexicanos a carreteras estadunidenses, a lo cual México respondió con la aplicación de aranceles a 90 productos agrícolas e industriales importados de Estados Unidos.