En México, el sector de las trabajadoras domésticas es uno de los más desprotegidos laboralmente, pues la mayor parte de quienes ejercen esa profesión son mujeres que no reciben prestaciones, tienen bajos salarios y enfrentan numerosas y graves violaciones a sus derechos básicos.

Dicho diagnóstico fue presentado ayer por la Red Nacional de Trabajadoras del Hogar, que expuso que este sector de mujeres trabajadoras ha sido de los más golpeados por la crisis.

En un acto realizado para conmemorar el Día internacional de las Trabajadoras del hogar se presentó además el proyecto de Certificación Laboral y Capacitación Integral para las Trabajadoras del Hogar, así como las propuestas de reforma al capítulo XIII de la Ley Federal el Trabajo, la cual se encuentra en discusión en la Cámara de Diputados.

De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, del total de la población de mujeres económicamente activas, 11 por ciento se dedican al trabajo doméstico, la mayor parte de ellas mayores de 20 años. Tienen bajos niveles de instrucción, 33.6 por ciento no terminaron la primaria; sólo 34 por ciento concluyeron esta fase educativa y menos de la tercera parte estudiaron la secundaria.

Una tercera parte son mujeres solteras, 45.2 están unidas en pareja y más de la quinta parte estuvieron alguna vez casadas. Más de la cuarta parte de las trabajadoras de servicios domésticos son jefas de hogar y sólo una cuarta parte no tienen hijos, 28.7 tienen entre uno y dos hijos, 34.5 tienen de tres a cinco y 11.7 tienen seis o más vástagos.

En el acto, organizado por el colectivo Atabal, el Centro de Apoyo a la Trabajadora Doméstica Asalariada (CATDA), Hogar de la Joven Vicenta María y otras que integran esta red, participó la diputada Martha Angélica Tagle, de Convergencia, quien sostuvo que se presentó una iniciativa para que en la Ley Federal del Trabajo se reconozcan los derechos de estas trabajadoras, pero no se dictaminó porque para la agenda legislativa no era prioridad.

Por su parte, Petra Hermilo, perteneciente de la Red de Mujeres Empleadas del Hogar de Guerrero, expuso que la crisis las ha golpeado fuertemente y que muchas incluso se tienen contratar con varias familias para completar su semana, por lo que trabajan mucho más de ocho horas al día.

Por su parte, Marisol Araujo, del Colectivo Atabal del Distrito Federal, planteó que sólo 0.1 por ciento de estas mujeres están afiliadas al Instituto Mexicano del Seguro Social y les pagan salarios en forma discrecional.