Aparece disco compacto de la flautista
Without Borders incluye partituras de Mario Lavista y Joaquín Gutiérrez Heras, entre otros
Miércoles 1º de abril de 2009, p. 5
No es que la flautista Asako Arai desdeñe o no interprete repertorios de otras épocas. Pero si algo ha encontrado en la música contemporánea, afirma, es que se trata del mejor medio para lograr su mayor desarrollo artístico y personal.
“La música –al igual que las demás expresiones artísticas– es un ejercicio continuo de deshacer límites”, sostiene.
Si bien asume que por cuestiones técnicas, de lenguaje y estética la vertiente contemporánea resulta compleja e inclusive poco atractiva o grata para varios, resalta que el arte sonoro no habría logrado desarrollarse, de no haberse visto sometido a nuevas exigencias y complicaciones a lo largo de su historia.
En entrevista a propósito de la aparición de su disco compacto Without borders, la intérprete de origen japonés considera que la reticencia y hasta rechazo por esta vertiente obedece a que, en ocasiones, es un lenguaje bastante complicado de asimilar y comprender.
Al respecto, agrega que no entiende por qué en la música no ocurre lo que con otras artes, como las visuales, en las que las obras nuevas no son rechazadas por el espectador de forma inmediata, sino que muestra disposición a encontrarles aspectos interesantes, aunque no las entienda.
Por enriquecer el repertorio
Avecindada desde hace 20 años en el país, donde se desempeña como solista, integrante del Quinteto de Alientos de la ciudad de México y docente en la Escuela Superior de Música, las anteriores reflexiones de Asako Arai se deben a que el mencionado disco está integrado por obras de reciente creación.
Realizado por el sello estadunidense Albany Records, el álbum es resultado, en primer término, de un proyecto apoyado por el Fideicomiso para la Cultura México y Estados Unidos que consistió en comisionar sendas obras a dos compositores mexicanos: Mario Lavista y Carlos Sánchez Gutiérrez, así como al puertorriqueño Roberto Sierra.
Después, gracias a un apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, el proyecto creció y la intérprete pudo encargar una obra más al mexicano Armando Luna, además de retomar un par de piezas del repertorio, cuya elaboración es más antigua, una del autor nacional Joaquín Gutiérrez Heras y otra de la estadunidense Lita Grier.
Las seis piezas fueron escritas para flauta y piano y, según la flautista, en ellas puede encontrar una amplia gama de lenguajes que van desde lo más tradicional, en las obras de Lita Grier y Joaquín Gutiérrez Heras, hasta la mezcla de ritmos latinoaméricanos que emplea Roberto Sierra.
También se incluyen partituras de contenido emocional más fuerte, como la de Mario Lavista, Elegía, que escribió en 2003 ante el fallecimiento de Ignacio Helguera: Es una obra con un lado muy reflexivo, pero también en momentos se siente el resentimiento de Mario por la muerte de su amigo siendo tan joven
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Asako Arai explica que la finalidad de este nuevo material, que puede ser adquirido en Internet en la página electrónica www.amazon.com, es demostrar que en la música no existen fronteras geográficas ni cronológicas, pero sobre todo enriquecer el repertorio de la ya mencionada dotación, no sólo el nacional, sino el del mundo, en el que considera que hace falta más presencia de autores mexicanos.
En la grabación del disco participaron asimismo las flautistas Ana María Tradatti y Cristina Valdés.